Este domingo, el humorista gráfico Quino cumpliría 90 años. Muchas personas lo recuerdan como “el padre de Mafalda”, aunque en realidad fue mucho más que eso. Fue también un poco el padre de todes les que leyeron sus viñetas a una edad en la que todavía se cree que la guerra es pura ficción. Sin embargo, los dibujos siguieron estando ahí, cuando llega esa edad en la que se comprende que las guerras existen, dañan y matan.
Por eso el legado cultural de Mafalda es supremo y atraviesa a tantas generaciones. Publicada en los años 60 y dibujada hasta los 70, Quino a través de la niña se expresaba sobre las injusticias alrededor del mundo y las denunciaba. Quien disfrutara de las tiras y esbozara una risa ante la picardía de los personajes, de repente se encontraría reflexionando sobre causas políticas y sociales.
Fue en ese sentido que el semiólogo italiano, Umberto Eco, describió a la protagonista del éxito: “Si al tratar de definirla se ha usado el adjetivo ‘contestataria’, no ha sido por uniformarse a la moda del anticonformismo a toda costa: Mafalda es de verdad una heroína iracunda que rechaza al mundo tal cual es”, dijo Eco.
Quino falleció el 30 de septiembre de 2020, un día después de cumplirse 56 años de la primera publicación de Mafalda. Pero a pesar de su deceso, pareciera que nunca se fue. Es que la obra del mendocino está tan vigente que hasta podría jurar -como lo hizo Paul McCartney– que él no murió.
La vida de Quino antes de ser Quino
El dibujante nació en Mendoza el 17 de julio de 1932, aunque en los registros oficiales fue anotado el 17 de agosto. Hijo de padres españoles, su nombre completo era Joaquín Salvador Lavado Tejón, pero lo apodaron Quino. La finalidad del sobrenombre era distinguirlo de su tío, el ilustrador Joaquín Tejón, con quien a los 13 años de edad el creador de Mafalda descubriría su vocación.
Luego de la muerte de su madre, Quino empezó a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Mendoza. Sin embargo, en 1949 “cansado de dibujar ánforas y yesos”, abandonó el establecimiento para dedicarse a las historietas cómicas.
Cumplidos los 18 años, se trasladó a Buenos Aires con el objetivo de divulgar sus viñetas, pero durante algunos años no tuvo éxito. No obstante, en 1954 logró publicar su primera página de humor en el semanario Esto Es.
El comienzo de Mafalda
A principios de los años 60, una empresa de electrodomésticos solicitaba un dibujante para que creara una historieta en la que pudieran promocionar sus nuevos productos. Como la línea se llamaba Mansfield, el personaje si o si debería tener un nombre que también empezara con la letra M.
Miguel Brascó propuso que sea Quino quien se encargara del dibujo. Ambos artistas se conocían desde antes, incluso Brascó fue quien escribió el prólogo de Mundo Quino, el primer libro del mendocino publicado en 1963.
Finalmente la campaña publicitaria no se concretó y Quino se quedaría con algunas de las tiras dibujadas. Luego de modificaciones y nuevas ideas, nace Mafalda: una niña de 6 años que, entre amar a los Beatles y odiar a la sopa, reflexionaba sobre los derechos humanos, la justicia social y la paz en el mundo.
Cuando todo ya fue dicho
Mafalda apareció en los 60 y duró más de diez años. La primera publicación se llevó a cabo en el semanario Primera Plana, el 29 de septiembre de 1964. En marzo del año siguiente salió en el diario El Mundo, donde continuó hasta su cierre en diciembre de 1967.
La revista Siete Días fue la última parada de Mafalda y el 25 de junio 1973 Quino decidió dejar de dibujarla. En ese entonces, la explicación del autor fue ya no sentir “la necesidad de utilizar la estructura expresiva de las tiras en secuencia”.
Como consecuencia del final, Quino fue víctima de la misma pregunta durante muchos años. “Me parece que no tiene sentido, lo que había que decir ya lo dije”, respondió acerca del regreso de la niña.
Es verdad que con tanto acontecimiento político y social desde la última publicación de Mafalda, el personaje de esa pibita pícara podría haberse aggiornado bien. Sin embargo, su creador fue contundente cuando le preguntaron qué pensaría ella en una nueva época.
“No sé qué pensaría Mafalda. Cuando me preguntan qué pensaría Mafalda de tal cosa, yo digo lo mismo que dijo en su momento ante otros acontecimientos similares”, expresó en una oportunidad.