La Organización de Naciones Unidas (ONU) estima que a fines de este año el mundo estará habitado por 8.000 millones de personas. Según el informe de Perspectivas de Población Mundial 2022, esto representa un incremento de mil millones con respecto al 2011.
El 15 de noviembre es la fecha estipulada en la que se llegará a esa cantidad de población. Además, para el año 2030 se calcula que habrá 8.500 millones de personas y 9.700 millones para 2050.
En el Día Mundial de la Población celebrado cada 11 de julio, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, afirmó que es una oportunidad para celebrar la diversidad. También para “reconocer nuestra humanidad común y maravillarse ante los avances en salud que han alargado las vidas”. Pero, además, reflexionó sobre la responsabilidad compartida de cuidar el planeta.
Crecimiento poblacional según la ONU
En 200 años, el número de habitantes se multiplicó por 7, alcanzando los 7.000 millones de personas en 2011. El año pasado esa cifra aumentó a casi 7.900 millones de personas. Se calcula que habrá 8.500 millones en 2030, 9.700 millones en 2050 y 109.000 millones para 2100.
Si bien aumenta el número poblacional, el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU indicó que el ritmo de crecimiento demográfico es el más pausado desde el año 1950.
Además, hay un grupo pequeño de países en desarrollo que concentran ascensos muy elevados. Por el contrario, los países más desarrollados están disminuyendo los niveles de reproducción.
A este ritmo, India sobrepasará a China y será el país más poblado en 2023. La concentración de habitantes en pocos países de África y Asia hará más difícil la erradicación de la pobreza. Se calcula que más del 50% del aumento hasta el 2050 se producirá en apenas ocho países: República Democrática del Congo; Egipto; Etiopía; India; Nigeria; Pakistán; Filipinas y Tanzania.
Desafíos para la humanidad
El gran aumento poblacional se vio impulsado por la mayor cantidad de personas que llegan a la edad reproductiva; los avances en fertilidad; el aumento de la urbanización y la aceleración de la migración. Pero “estas tendencias tendrán consecuencias de largo alcance para las futuras generaciones”, señalaron desde la ONU.
Con el paso de los años, la cantidad de hijes por mujer descendió de 4,5 cada una en 1970 a 2,5 en 2015. Por otro lado, el aumento en la esperanza de vida lleva a que cada vez haya más personas en la vejez. Por lo tanto, la tendencia es que existan más personas pasivas que en edad activa para producir, impactando en la economía.
“Los países con poblaciones que están envejeciendo deben tomar medidas para adecuar los programas públicos al número creciente de personas mayores; incluyendo el establecimiento de sistemas universales de atención médica y de cuidado a largo plazo, y mejorando la sostenibilidad de los sistemas de seguridad social y pensiones”, asegura el informe de la ONU.
Además, la migración de las personas a las grandes ciudades provoca una concentración de riquezas y también de personas. Se estima que para 2050, el 66% de la población vivirá en metrópolis.
Si bien la esperanza de vida ascendió de 64,6 años en 1990 a 72,6 años en 2019, y la mortalidad infantil se redujo, hay otras variables que permanecen negativas. Una de ellas es el desplazamiento forzoso de personas, con un estimado de más de 100 millones de habitantes.
Un futuro resiliente para todes
El rápido desarrollo de vacunas en la pandemia de COVID-19 sorprendió al mundo entero. A esto, se le suman los avances en temas de salud con los que se ha aumentado la esperanza de vida y reducido la mortalidad materno-infantil. Los desarrollos tecnológicos facilitan la vida y nos permiten conectarnos de forma más fácil, rompiendo barreras. Además, la igualdad de género es otro tema que impacta positivamente en la población.
Sin embargo, a pesar del progreso, la desigualdad y la falta de oportunidades continúa golpeando a les más necesitades. En los países en desarrollo, la pandemia lo dejó en claro. Por ejemplo, las vacunas contra la COVID-19 se distribuyeron de una forma desigual. También la falta de conectividad en los sectores más postergados impactó en el acceso a la educación. Otros aspectos, como el cambio climático, la violencia y la discriminación aún siguen vigentes o han empeorado, según la ONU.
“Por razón de género; etnicidad; clase social; religión; orientación sexual; discapacidad y origen, entre otros factores, demasiadas personas siguen enfrentándose a la discriminación, acoso y violencia. No nos hacemos ningún favor ignorando a aquellas personas que se quedan atrás”, señalan desde Naciones Unidas.
En ese marco, llaman a los gobiernos a “invertir en capital humano y físico para unas sociedades inclusivas y productivas que defiendan los derechos humanos y reproductivos”. En un mundo de 8000 millones de personas, debe haber siempre espacio para las oportunidades.“El alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente los relacionados con la salud, la educación y la igualdad de género, contribuirá a reducir los niveles de fecundidad y a desacelerar el crecimiento de la población mundial”, indicó Liu Zhenmin, subsecretario general del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU.