En el marco de la reunión de cancilleres del G20 en Indonesia, Santiago Cafiero se reunió con su par chino, Wang Yi, quien le confirmó el apoyo de su país a la membresía de Argentina al grupo. En la XIV Cumbre de Jefes de Estado del BRICS, Alberto Fernández ya había hecho un pedido formal. “Está constituyéndose como el espacio más influyente a nivel global”, supo destacar el presidente argentino en aquella instancia.
Ingreso a BRICS
Los BRICS son un espacio económico alternativo a formaciones como el G7, compuesto por los denominados “países emergentes”: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Comprendiendo el 42% de la población mundial y aportando un 50% al crecimiento del PBI global, los BRICS tienen una importancia estratégica en la disputa geopolítica. Sus integrantes expresan con claridad el eje Sur Global que amenaza a Washington, Londres y la Unión Europea (UE). O también a la OTAN, el FMI y el G7.
El posible ingreso argentino al bloque significa una esperanza nacional en el plano financiero, considerando el acuerdo con el FMI que compromete su soberanía económica. A su vez, el perfil de trabajo y producción del espacio brinda posibilidades concretas de financiamiento para importantes proyectos de infraestructura. Los BRICS expresan el 30% de las exportaciones nacionales y proveen el 43% de las importaciones. “Tres de los cuatro principales socios comerciales de nuestro país son miembros del BRICS”, destacó Cafiero.
Por su parte, el embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, hizo énfasis en la complementariedad de las economías, la transferencia de tecnología y los abundantes recursos naturales como ejes fundamentales. En su intervención ante los BRICS, Alberto había planteado la necesidad de lograr una nueva “arquitectura financiera mundial” orientada al bienestar que la humanidad reclama.
Unipolarismo o Multipolarismo
La membresía argentina al BRICS expresa un estado de situación de la disputa geopolítica actual. Cafiero y Wang Yi analizaron “los temas más importantes de la agenda bilateral a fin de profundizar la Asociación Estratégica Integral que une a ambos países”. Los BRICS son una plataforma más dentro del esquema Multipolar, encabezado en lo nacional por China y Rusia, enfrentado en términos estratégicos al esquema Unipolar expresado en el Norte Global. El eje Washington-Londres y su extensión en la Unión Europea (UE) está cada vez más debilitado.
El acoplamiento argentino al Multipolarismo desde la gestión del Frente de Todos se expresa desde distintos frentes. Por un lado, el fortalecimiento de la Celac como plataforma regional que desafía a la OEA, pero también en los acuerdos económicos con China y con Rusia, como la Iniciativa de la Franja y la Ruta. El reconocimiento de ambos países a la soberanía nacional en Malvinas es una clara referencia geopolítica argentina.
En concreto, los BRICS apuntan a promover una nueva arquitectura financiera internacional que desafíe las instituciones atlantistas con eje en la especulación financiera. La creación del Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS (BND), junto al acuerdo de Reservas de Contingencias (ARC) como instrumentos para la estabilidad macroeconómica global, son claros pasos. La cooperación del Sur Global para discutir los Derechos Especiales de Giro (DEG`s) del FMI es otro factor notable en la disputa geopolítica.
Cumbre OTAN en Madrid
Sin embargo, el Unipolarismo atlantista se niega a perder la iniciativa estratégica. La OTAN realizó una Cumbre en Madrid el 29 y 30 de junio en donde elaboró líneas de acción para frenar el avance del Multipolarismo. Dejando en evidencia el fin de la era unipolar, la OTAN ordena su tropa para, por lo menos, retrotraer la batalla geopolítica a un bipolarismo que la enfrente con China y con Rusia.
El Concepto Estratégico de Madrid indica que “los actores autoritarios desafían nuestros intereses, valores y forma de vida democrática”. “Vamos a aumentar nuestra conciencia global y alcance para disuadir, defender, impugnar y negar en todos los dominios y direcciones”, plantea el documento de una alianza ofensiva, decidida a agredir.
En este sentido, Moscú fue identificada como “la más significativa y directa amenaza a la seguridad de los aliados y a la paz y estabilidad del área euroatlántica”. Beijing, como un “desafío que no comparte los intereses, la seguridad y los valores” de Occidente. En la reunión también se ratificó el respaldo militar a Ucrania y la ampliación de la OTAN “hacia el este” con Suecia y Finlandia, como también Taiwán en tanto territorio estratégico en el Asia-Pacífico disputado con China.
Visiones del Frente de Todos en política exterior
Si bien la disputa geopolítica entre distintos esquemas de poder se despliega y en distintos planos, el frente externo depende del grado de cohesión del frente interno argentino. En efecto, los desafíos políticos del Frente de Todos para lograr una cohesión también tienen una expresión en las relaciones internacionales. Las disputas entre los socios mayoritarios del gobierno nacional tensionan el desarrollo externo.
El alfil del presidente Fernández es Gustavo Béliz, Secretario de Asuntos Estratégicos de la Nación de pasado menemista y claro perfil atlantista. Por otro lado, la vicepresidenta sugirió a Sabino Vaca Narvaja como embajador en China para profundizar el trabajo realizado durante la gestión kirchnerista. Asimismo, sabido es que Sergio Massa es un hombre de clara inserción en Washington. Y finalmente, el canciller Santiago Cafiero como un intento de síntesis de las tres partes.
Ahogada por el compromiso financiero con el FMI que condiciona su soberanía económica, Argentina hace equilibrio entre los espacios unipolares y multipolares para participar de todas las mesas políticas. La asistencia a la Cumbre de las Américas en la que denunció las exclusiones arbitrarias y los bloqueos es una clara expresión. Lo mismo sucedió en el G7, planteando la necesidad de abandonar el esquema financiero orientado a la especulación que solo trae desidia a los pueblos. Con el ingreso formal a los BRICS, Argentina fortalece su asociación estratégica con el Multipolarismo, tensionando sus relaciones con el Unipolarismo del FMI en tiempos de reestructuración de deuda externa.