Un día como hoy, pero de 1816, representantes de nuestro pueblo consumaron un proceso emancipador que se había iniciado en mayo de 1810. San Miguel de Tucumán fue la ciudad elegida para coronar semejante hito de nuestra historia.
Sin embargo, poco se habla sobre aquellas mujeres que fueron relevantes para nuestra independencia de la Corona Española. En esta nota te contamos sobre algunas de esas mujeres que fueron esenciales para la construcción de un país soberano y libre.
Invisibilización de las mujeres
Aquel 9 de julio, el Congreso de las Provincias Unidas, afirmó la voluntad de “investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli”. Y sobre todo, “de toda otra dominación extranjera”.
Sin embargo, hay que mencionar que lo sucedido en América Latina, como en la historia mundial, fue narrado bajo un canon patriarcal. Que, si bien incluye algunos nombres propios femeninos en sus relatos, no da cuenta del heterogéneo accionar de las mujeres en ese suceso.
En sus libros, el historiador Felipe Pigna ha trabajado sobre la invisibilización de las mujeres en la historia. En una entrevista con la TV Pública aseguró que en los relatos históricos “siempre se las pone como anfitrionas, las que ponían la mesa y atendían pero no eran solo eso”.
“Las mujeres no podían participar en el Cabildo por lo que no tenemos una Mariana Moreno, porque no se los permitían, no porque no hubiesen querido”, detalló.
Remedios del Valle
Mujer negra, pobre, guerrera, esposa y madre, María Remedios del Valle fue una de las pocas mujeres que comenzó a luchar en las guerras de la Independencia desde que se formó el primer gobierno patrio el 25 de mayo de 1810.
Su primera participación fue en la Expedición del Alto Perú junto a su marido y a sus dos hijos. Ella, como muchas otras mujeres, acompañó a la tropa alimentando a los soldados, curando heridos y también peleando con ellos.
Así lo hizo en la batalla de Huaqui, donde perdió a su familia. Lejos de rendirse, continuó peleando en las contiendas de Tucumán y Salta. Debido a su valentía, Manuel Belgrano la nombró Capitana. Años más tarde, en las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma, fue herida de bala y capturada por los realistas.
Muchas veces estuvo a punto de ser fusilada. De vuelta en Buenos Aires, vivió como una mendiga sus últimos años de vida, dado que no le fue fácil que la reconocieran como capitana y que le pagaran su sueldo.
Mariquita Sánchez de Thompson
Otra revolucionaria fue María de Todos los Santos Sánchez de Velazco y Trillo, más conocida como Mariquita Sánchez de Thompson. Nació el 1 de noviembre de 1786 en uno de los hogares más prestigiosos de aquel entonces.
Desde 1808, se hicieron famosas las tertulias en su casa, más conocida por todos como “del Empedrado”. Entre otros hechos históricos, se dice que en su salón se interpretó por primera vez el Himno Nacional Argentino, interpretado por Blas Parera y compuesto por Vicente López y Planes.
Partidaria de la independencia, apoyó las ideas revolucionarias, convenció voluntades en favor de la revolución, prestó su casa para reuniones cruciales y trabajo con un grupo de damas vinculadas a la Sociedad Patriótica dirigida por Bernardo Monteagudo.
Grandes Mujeres
Mientras los hombres estaban en el frente, las mujeres también se organizaban para contribuir a la causa. Cuando el general Martín Miguel de Güemes libraba batalla contra las tropas realistas, María Loreto Sánchez de Peón Frías estaba a cargo de la Inteligencia de la Vanguardia del Ejército del Norte.
Ella fue autora del Plan Continental de Bomberas, aprobado y autorizado por el militar a cargo. También lideró una red de espionaje femenina conocida como Las Damas de Salta.
Entre sus integrantes se encontraban Petrona Arias, Juana Torino, Martina Silva de Gurruchaga, Andrea Zenarrusa y Juana Moro de López.
Si de revolucionarias se trata es imposible no mencionar a Juana Azurduy. Nacida en 1780 en Chuquisaca, actual Bolivia, se casó con el hacendado Ascencio Padilla.
Ambos querían luchar por la libertad así que cuando en 1810 se inició la Guerra por la Independencia de las Provincias Unidas del Río de La Plata, la pareja de caudillos se sumó a la causa independentista.
Aristocráticas, campesinas, indígenas, artistas y periodistas contribuyeron para formar un país más libre. Pero de forma deliberada, no aparecen en la mayoría de los libros de historia. Este ha sido nuestro merecido homenaje para ellas.