El pasado miércoles 29 de junio, en Bruselas, les embajadores de los 30 países que forman parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) firmaron en unanimidad los protocolos de adhesión del tándem Suecia – Finlandia. Si bien no serán miembros plenos hasta terminar con el proceso de admisión, lo acontecido deja a ambas naciones en la puerta de ingreso de la alianza militar transatlántica.
En abril de este año, tanto Suecia como Finlandia habían expresado interés por formar parte de la alianza. Un mes más tarde, la solicitud se hizo oficial. Si bien ambos países esperaban llegar a la Cumbre de la OTAN realizada en Madrid como miembros plenos, la negativa inicial de Turquía complicó las negociaciones.
En el marco del conflicto Rusia – Ucrania, que tiene como una de las causas la expansión de la alianza militar por Europa del Este, esta nueva ampliación del brazo armado internacional de EEUU echa más leña a un fuego que esta cada día mas lejos de apagarse.
Proceso iniciado
El secretario general de la alianza, Jens Soltenberg, sostuvo que “este es verdaderamente un momento histórico; por Finlandia, por Suecia, por la OTAN y por nuestra seguridad compartida”.
En ese sentido, aseguró que “con 32 naciones alrededor de la mesa seremos incluso más fuertes”. Al mismo tiempo, afirmó: “Nuestra población estará incluso más segura cuando afrontamos la crisis más grande de seguridad en décadas”.
Por su parte, el canciller de Finlandia, Pekka Haavisto, indicó que esperan “un rápido proceso de ratificación”. Según el funcionario, el país escandinavo espera trabajar con los Estados de la OTAN para garantizar una región euroatlántica no sólo segura, sino también próspera.
A su vez, la Ministra de Relaciones Exteriores sueca, Ann Linde, sostuvo que “como futuro miembro de la alianza, Suecia contribuirá a la seguridad de todos los aliados”. La funcionaria reforzó, al igual que su par finlandes, la idea de que “la firma de los protocolos de adhesión son un paso importante hacia nuestra membresía plena”.
La siguiente etapa, como indicó Linde, implica la validación de los protocolos de adhesión en cada Estado miembro de la OTAN. El proceso puede durar meses debido a que cada país tiene un sistema diferente de aprobación, en muchos casos, con votaciones en sus respectivos parlamentos.
El factor Erdogan
El veto inicial de Turquía amenazó con impedir el ingreso de ambos países a la OTAN. Hasta la Cumbre de Madrid, el gobierno turco se negaba a aceptar al tándem Finlandia – Suecia. El motivo se debía a que este último otorgó asilo político a diversas personas consideradas terroristas por Turquía.
Luego de distintas rondas de negociaciones, en la pasada Cumbre de Madrid, los tres países llegaron a un acuerdo. El objetivo era que Turquía accediera a retirar el veto. Para ello, Suecia se comprometió a extraditar a 73 ciudadanos turcos acusados de participar en el intento de Golpe de Estado a Erdogan en el año 2016.
Sin embargo, más allá de este primer entendimiento, desde Turquía advirtieron que si no se cumple con los compromisos pactados, bloquearán a ambos países en el proceso de ratificación de la adhesión. “Si no cumplen, no los aceptaremos en la OTAN”, sostuvo el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, en una entrevista televisiva en la cadena NTV.
En esta misma línea, 48 horas después del acuerdo, Erdogan afirmó: “Si cumplen con su deber, presentaremos el memorando al Parlamento”. No obstante, amenazó con que si eso no llegara a suceder “es imposible para nosotros presentarlo al Parlamento”.