En el día de ayer, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 de San Martín condenó a prisión perpetua a cuatro integrantes de las fuerzas armadas que formaban parte de los “Vuelos de la Muerte”. La importancia de este fallo histórico radica en que es la primera vez que se condena a militares de Campo de Mayo por este aberrante hecho.
En la última dictadura militar, partían vuelos desde dicho centro de detención con detenides que eran arrojades vivos al mar, a les que previamente les adormecían con drogas.
Los culpables en esta condena son Santiago Omar Riveros, ex jefe de Institutos Militares de Campo de Mayo, y tres integrantes del Batallón de Aviación 601. Ellos son Luis del Valle Arce, excomandante, Delsis Ángel Malacalza, segundo comandante del batallón y Eduardo María Lance, ex oficial de operaciones. Todos cumplían tareas en Campo de Mayo entre 1976 y 1977. Riveros, además, recibió su decimoséptima sentencia a prisión perpetua.
Los acusados se encuentran actualmente en prisión domiciliaria pero el Tribunal dictó prisión perpetua en cárcel común. Por lo tanto, los jueces Walter Venditti; Esteban Rodríguez Eggers y Matías Mancini solicitaron que se verifique la salud de los acusados para que cumplan condena en cárcel común.
El juicio se inició en octubre de 2020 y, debido a las declaraciones de exconscriptos que cumplían órdenes en Campo de Mayo, pudieron reconstruir los hechos entre 1976 y 1977. Relataron cómo eran los movimientos de desaparecides; la ropa que, aunque se inceneraba, se solían encontrar en la pista; las ampollas con drogas para adormecerlos y el destino principal de los vuelos, Punta Indio.
Prisión perpetua y cárcel común a 4 exmilitares por los “Vuelos de la muerte” de Campo de Mayo: fueron condenados los oficiales de Batallón de Aviación 601 Luis Del Valle Arce, Eduardo Lance y Ángel Delcis Malacalza y Santiago Omar Riveros. La @SDHArgentina fue querellante. pic.twitter.com/psNfTGqt48
— Secretaría DDHH (@SDHArgentina) July 4, 2022
Fallo histórico
En este caso, las víctimas fueron Rosa Eugenia Novillo Corvalán, secuestrada entre octubre y noviembre de 1976, Roberto Ramón Arancibia, militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), secuestrado el 11 de mayo de 1977, Adrián Enrique Accrescimbeni y Juan Carlos Rosace, estudiantes de secundaria, secuestrados el 5 de noviembre de 1976.
Estuvieron secuestrades entre 1976 y 1977 en el centro clandestino de detención denominado “El Campito”, en Campo de Mayo. Luego de haber sido sometides a torturas, fueron arrojades vives al mar o al Río de la Plata.
Se pudo determinar la identidad de esas cuatro víctimas solamente porque sus restos aparecieron en Punta Indio y en la Costa Atlántica. Pero se cree que fueron muches más, ya que se calcula que por aquel centro de detención hubo más de 4.000 secuestrades y muy poques sobrevivieron.
El fiscal Marcelo García Berro señaló que los acusados fueron responsables de los delitos de “privación ilegal de la libertad agravada por mediar violencia o amenazas”. También por “imposición de tormentos agravada por haber sido cometida en perjuicio de perseguidos políticos en forma reiterada”. Además, el “homicidio doblemente agravado por su comisión con alevosía y con el concurso premeditado de dos o más personas” fue otro de los motivos.
También, resaltó los testimonios de soldados que dieron su testimonio en el juicio. Algunas de sus declaraciones afirmaron que los vuelos se producían durante la noche, cómo era el sistema de relevo de las guardias, el sistema de transporte de detenides y las ampollas con drogas para adormecerlas.
Condenas previas: el caso de las “monjas francesas”
En 2017 tras un juicio que duró cinco años, por el que pasaron 800 testigues, se condenó a casi 30 acusados. El Tribunal Oral Federal 5 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) condenó a los pilotos que manejaron los vuelos en los que arrojaron al mar a las monjas francesas y a les secuestrades de la Iglesia de Santa Cruz en diciembre de 1977.
Los pilotos que recibieron la condena a cadena perpetua fueron Mario Daniel Arrú y Alejandro Domingo D’Agostino. Además, Alfredo Astiz y Jorge “El Tigre” Acosta también fueron condenados por encabezar esta cruel maniobra.