El pasado lunes, en el Congreso Nacional de Santiago, la Convención Constitucional chilena le entregó su propuesta de Nueva Constitución al presidente Gabriel Boric, quién firmó el proyecto para que la sociedad decida a través de un plebiscito la aprobación o no de la misma.
El inicio del camino hacia una modificación de la carta magna fue hace dos años. La actual tiene vigencia desde 1980 por la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet.
En 2020, a través de un plebiscito nacional, les ciudadanes aprobaron la redacción de una nueva Constitución con el alto consenso del 80%. Desde el 4 de julio de 2021, la Convención elegida empezó a redactar la propuesta.
El texto final cuenta con la participación de les 154 miembros de la Convención Constituyente que concluyeron un total de 178 páginas con 388 artículos.
La Convención Constitucional se disolvió tras cumplir con su objetivo, la cual tuvo como última presidenta a María Elisa Quinteros, y como vicepresidente a Gaspar Domínguez, ambos desde el 5 de enero de 2022 hasta ayer.
La misma se creó hace exactamente un año, el 4 de julio de 2021. Tuvo como primera presidenta a Elisa Loncón del espacio de pueblos originarios, representante del pueblo mapuche.
La palabra del presidente
El surgimiento de una nueva Constitución apareció a partir de la profunda crisis que atravesó el país en 2019. Los reclamos por una salud pública y educación universal de calidad, fueron algunos de los señalamientos que derivaron en repensar la Constitución.
En esta línea, en el Congreso Nacional de Santiago, Gabriel Boric expresó: “Tenemos que sentirnos orgullosos que en el momento de crisis más profunda, política, institucional, social, que ha vivido nuestra patria en décadas, los chilenos y chilenas optamos por más democracia y no por menos».
A su vez, aclaró: “Esta Constitución y el Plebiscito no es ni debe ser un juicio al Gobierno”; y agregó que se trata de “el debate sobre el futuro del destino de Chile para las próximas cuatro, cinco décadas”.
Ya en la parte final, el Presidente invitó “a que debatamos intensamente sobre los alcances del texto propuesto, más no sobre falsedades, distorsiones o interpretaciones catastrofísticas ajenas a la realidad”. “Será nuevamente el pueblo el que tendrá la última palabra sobre su destino”, finalizó Boric.
Anteriormente habían tomado la palabra les entonces presidenta y vice de la Convención, Quinteros y Domínguez.
Los principales cambios en la Constitución
Una de las modificaciones sustanciales de la nueva Constitución es el cambio de una “república democrática” a una “democracia paritaria”. Este cambio tiene como resultado que las mujeres deberán ocupar al menos el 50% de todos los órganos del Estado.
En este sentido, y durante la presentación, la entonces presidenta de la Convención Constitucional, María Elisa Quinteros, aseguró que se trata de “la primera constitución paritaria del mundo”, y destacó que estuvo presidida por dos mujeres.
La actual Constitución no contempla ninguna paridad, incluso, donde cita que las personas nacen libres e iguales en derechos, ya había sido reformada debido a que solo hacía referencia a los hombres, según Télam.
Otra modificación, es la que define a Chile como un Estado Plurinacional e Intercultural, por lo que reconoce a 11 pueblos y naciones: Mapuche; Aymara; Quechua; Colla; Rapa Nui; Lickanantay; Diaguita; Chango; Kawashkar; Yaghan y Selk’nam.
A su vez, ordena la constitución de Autonomías Regionales Indígenas con autonomía política, siempre respetando la Constitución.
Por otra parte, se plantea la eliminación del Senado por una Cámara de Las Regiones, la cual tendrá menos facultades que las que ostentaba el Senado.
En consecuencia, la Cámara baja pasaría a llamarse Congreso de Diputados y Diputadas y tendría un mayor poder para la formación de leyes. Lo que da cuenta de dos cámaras con poder asimétrico, afirmó Télam.
Un cambio sustancial ocurre al definir un “Estado Social y Democrático de Derecho”. Esto derivaría en que se garanticen derechos sociales tales como la educación, salud, vivienda, trabajo y pensiones.
Aborto, crisis hídrica y modificación en el sistema político
El aborto es parte del nuevo escrito, en el mismo se afirma que el Estado debe asegurar las condiciones para una interrupción voluntaria del embarazo. Este caso, tras una modificación, ya lo contemplaba pero bajo tres causales: inviabilidad fetal, riesgo de vida de la madre y violación.
También se incluye la referencia a que el agua pasaría a ser un bien “inapropiable”, a partir de la crisis hídrica que sufre el país. Se crearía una Agencia Nacional de Aguas para su uso sostenible.
En tanto, la edad para presentarse a presidente bajaría de 35 a 30 años, además que se implementaría una reelección para el primer mandatario. Cabe resaltar que la reelección sería aplicable para el próximo presidente, y no para Boric.