En 2008, una redada dramática en el rancho Yearning for Zion en el oeste de Texas atrajo la atención del mundo. Más de 400 niños fueron puestos bajo custodia del estado, al mismo tiempo que en el lugar se hallaron evidencias de abuso sexual, físico y psicológico.
Keep Sweet: Pray and Obey, dirigida por Rachel Dretzin, es una docuserie de cuatro partes que cuenta la historia de la Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (FLDS) y la caída de su líder, ‘El Profeta’ Warren Jeffs.
La serie narra las historias desgarradoras de algunas de las víctimas que pudieron escapar, mientras presenta imágenes de archivo nunca antes vistas sobre la comunidad.
Expone el proceso de lavado de cerebro al que fueron sometidos los miembros de la FLDS, en el que el credo y la frase ‘keep sweet’ (mantenerse dulce), en apariencia inocua y repetida como mantra, fueron usados como herramientas de control por el capricho de su líder.
Una comunidad cerrada con reglas particulares
Estados Unidos, 1890. Los líderes de la corriente principal del mormonismo abandonaron la práctica de la poligamia en un acuerdo con el gobierno federal para que Utah pudiera obtener la condición de estado.
Un grupo de creyentes se negó a dejar la práctica. Esta facción disidente que continuó practicando la poligamia tomó el nombre Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
En 1930 se establecieron en Short Creek, Arizona. Las autoridades estaban al tanto de las actividades ilegales del grupo desde 1953, cuando 36 hombres, 86 mujeres y 263 niños fueron arrestados o puestos bajo custodia durante una redada.
Pero no fue suficiente para disolver la secta, ya que después de prometer dejar de practicar la poligamia, los hombres fueron puestos en libertad condicional. Todas las mujeres y niños que estaban bajo la tutela del estado regresaron al rancho de Arizona.
A lo largo de las décadas, la FLDS sobrevivió a disputas de liderazgo y a la formación de grupos disidentes para llegar al cambio del siglo XXI con una membresía estimada de 10,000 integrantes.
El padre del actual líder Warren Jeffs, Rulon Jeffs, gobernó durante más de 15 años después de disolver un sistema de consejos y establecer el gobierno de un solo hombre.
Cuando murió en 2002, este poder pasó a su hijo, quien tomó para sí el título de Profeta, asumiendo la responsabilidad de transmitir directamente la palabra de Dios a sus seguidores.
Jeffs gobernó con mano de hierro, proscribiendo actividades como nadar y mirar televisión, y tomando el control exclusivo sobre la práctica del «matrimonio espiritual», la pieza central de la poligamia FLDS.
El Profeta tirano
La serie comienza con el relato de una de las sobrevivientes de Jeffs, Elissa Wall, quien fue obligada a casarse a los 14 años con su primo. Cuando le suplicó a su líder religioso, este le contestó: “Crees que sabes más que el Profeta. Si me estás cuestionando, estás cuestionando a Dios”.
Fue Jeffs quien se encargó de asignar esposas. En las creencias de la congregación cuántas más esposas se poseyera, más alto era el rango celestial que ocuparía el hombre después de su muerte. Sin embargo, las esposas podían ser reasignadas a otro hombre, si el Profeta encontraba que su esposo se había desviado del camino de la rectitud.
Los ex miembros también alegan que Jeffs se encargó de reducir la competencia por las esposas «excomulgando» a los miembros varones más jóvenes que representaban la mayor amenaza para la acumulación de esposas por parte de sus mayores. Los jóvenes, que eran expulsados del culto sin dinero ni otros recursos, se conocieron como «Los niños perdidos».
Jeffs se casó con 78 mujeres, 24 de las cuales eran niñas menores de edad. La víctima de abuso más joven a la que obligó a casarse tenía solo 12 años. También orquestó y supervisó el abuso de otras mujeres y niños dentro del culto; estas víctimas no tenían salida porque seguían las únicas reglas que conocían, heredadas de sus padres, su familia y “Dios”.
Briell Drecker se vio obligada a casarse con Jeffs cuando solo tenía 18 años. “Estaba aterrorizada. Tuvimos nuestra ceremonia y me pidió que viniera y me sentara en su regazo. Simplemente me paralice”.
También explicó que Jeffs le dio algunos “entrenamientos celestiales», un eufemismo de la FLDS que a menudo incluía actos sexuales que, según Jeffs, fueron ordenados por Dios.
La intervención judicial
En 2006, Jeffs fue acusado de dos cargos de cómplice de violación y se dio a la fuga, convirtiéndose en uno de los criminales más buscados por el FBI. Fue arrestado como parte de un control de tráfico de rutina en Las Vegas, pero no se tomó ninguna medida para ayudar a la comunidad.
Esto cambió en 2008, cuando agentes federales allanaron el Rancho Yearning for Zion en Texas, luego de denuncias de violación y abuso, y más de 400 niños fueron rescatados.
Jeffs, quien también fue acusado de incesto y conducta sexual con menores, fue extraditado a Texas y en 2011 declarado culpable de dos agresiones sexuales a menores y condenado a cadena perpetua más veinte años.
Jeffs, quien todavía está en prisión, continúa liderando el culto desde la cárcel. Los miembros actuales de la FLDS consideran a Jeffs como el Profeta que le habla a Dios, y creen que ha sido condenado por error.