Desde hace mucho tiempo, la vecines de Andalgalá se organizan para repudiar el plan de megaminería denominado Proyecto Integrado MARA (Minera Agua Rica Alumbrera). El programa es desarrollado por la empresa canadiense Yamana Gold y fusiona la minera Bajo de la Alumbrera con el Proyecto Agua Rica. Este último es un depósito de cobre, oro, plata y molibdeno a gran escala.
Bajo la consigna “Bajen las mineras del cerro”, la Asamblea El Algarrobo lleva adelante diversas actividades para repudiar el megaproyecto. Entre ellas se destacan los acampes y las caminatas que realizan desde hace muchos años los días sábados. Acerca de la problemática, a través de sus redes sociales, la Asamblea expresó que “hay un pueblo en peligro de desaparecer por un proyecto que es inviable y pone en riesgo la salud y la vida”.
Sobre las denuncias, la compañía oriunda de Canadá se defendió diciendo que “se están cumpliendo con todas las características relacionadas con el cuidado del ambiente”. Además, sostuvo que los trabajos son realizados con “todo lo que estipula la ley de megainería”. Según les asambleístas, esto no es así.
La situación actual
Hace algunos días, a través de su cuenta de Facebook, la Asamblea El Algarrobo informó que en los cerros que circundan el Valle de Andalgalá “comienzan a pasar cuestiones muy serias. El lugar pierde su apacible rutina y se transforma en peligroso”, escribieron.
En ese sentido, el miércoles denunciaron que durante la madrugada la policía provincial se habría impostado en el kilómetro 49 de la cuesta de Capillitas. El objetivo era vigilar a les vecines de Choya que llevan adelante una resistencia pacífica en ese sector.
“Más hacia el río arriba, está la patota pagada por el gobierno provincial y la minera, que hace un par de horas no permitió que los vecinos lleven leña y alimentos para sus compañeros del cerro”, expresaron.
Un alto a la megaminería
En diálogo con Nota Al Pie, Rosa Farías, integrante de la Asamblea El Algarrobo, aseguró que esta semana comenzaron a trasladar las maquinarias hacia el cerro donde continúa la actividad minera. En ese sentido, expresó la tristeza que le genera la incertidumbre del momento y denunció que tanto el gobierno nacional como el gobierno provincial no escuchan sus reclamos. Más bien señaló que las autoridades “seducen” con propuestas al resto de les vecines para que acepten el proyecto minero.
“Desde el gobierno lo que hacen es persuadir a la gente, les prometen cosas, les dicen que van a trabajar ahí y que van a tener algo”, contó Farías. En esa misma línea, sostuvo que hay personas del lugar que eligen no involucrarse “porque eso implica estar expuesto a ser judicializado, criticado por tus vecinos y mal visto en tu trabajo”.
Sin embargo, la asambleísta reafirmó el compromiso de su espacio y ratificó que “muchos determinamos que este es el camino que queremos y lo seguimos haciendo y lo vamos a seguir haciendo hasta donde dé. Porque estamos absolutamente convencidos que no existe la minería sustentable de la que hablan los gobiernos y todos los que están ahí”.
El silencio de las autoridades
Por otro lado, Farías comentó que el Gobierno Nacional junto con la gestión del gobernador Jalil y la Universidad de Tucumán integran el proyecto de Yacimientos Mineros Aguas del Dionisio (YMAD). De esta manera, las regalías generadas se reparten con un 60% para el gobierno de Catamarca, 20% Gobierno Nacional y 20% a la casa de estudios tucumana.
Con respecto al gobierno municipal que encabeza el intendente Raúl Eduardo Córdoba, la integrante de El Algarrobo señaló que si bien Córdoba asumió su cargo “con el discurso de que van a van a proteger al pueblo”, no lo está haciendo. En tanto, opinó que el jefe comunal sólo hace declaraciones en los medios de comunicación.
“Él tiene el poder de la policía ambiental, que desde la Asamblea se le viene pidiendo que hagan algo pero siempre ponen excusas”, concluyó.