Desde que Jack Kirby trajera el panteón nórdico en Marvel Cómics en 1962, se amagó en varias ocasiones con el Ragnarok. El problema es que, para la industria, hacerlo de manera apropiada sería matar un título que, en el caso de Thor, estaba funcionando. Sin embargo, el nuevo milenio trajo tiempos oscuros y los cómics tienden a reflejar los problemas sociales.
“Ragnarok” es una palabra que se traduce como “El Crepúsculo de los Dioses”, y representa la equivalencia nórdica al apocalipsis judeo-cristiano. Durante 2004, dos años antes de la Guerra Civil de Marvel, Andrea Di Vito y Michael Avon Oeming adaptaron esta historia a los cómics. Si bien, en la tradición, esto genera el fin de un ciclo y un nuevo comienzo, aquí parecía no cumplirse.
Después del atentado del 9/11, la esperanza había comenzado a desaparecer, y no hay premios sin sacrificios. Thor es el Dios entre los Avengers, los héroes más poderosos de la tierra, y si hay un símbolo poderoso es la muerte de una deidad. En la película de 2017, se tomaron muchos elementos de esta historia, pero el más importante está aún por aparecer en Thor Love and Thunder.
Un Dios con sabiduría de hombre
Thor ha tenido que tomar por obligación el título de su padre Odín, muerto en una batalla contra Surtur. Ahora es rey de Asgard y gobierna sobre los Aesyr. Loki, su medio hermano, ha encontrado el molde con el que el antiguo Padre de todo forjó Mjölnir, el poderoso mazo del Dios del Trueno. Con armas forjadas por Surtur, asedia los nueve reinos, trayendo destrucción y muerte.
Thor es dado por muerto en medio de un ataque de su hermano, y cuando se recupera comienza la peregrinación para salvar Asgard. Pero para esto, debe hacer una peregrinación, necesita seguir los pasos que Odín realizó para volverse “Padre de Todo”. En su viaje místico, Thor Odinson descubrirá que los sacrificios de su progenitor solo le sirvieron a él y ahora se necesita más.
Luego de abandonar a sus compañeros Avengers, y a su hermano Beta Ray Bill. Thor logra conseguir la sabiduría de las runas. El camino es claro, el ciclo debe romperse y su camino recorrido entre los mortales, como uno más, es la clave para dar fin a las batallas y restaurar el honor de su pueblo.
El doloroso peregrinaje hacia la iluminación
Thor es parte de la mitología nórdica. Los bárbaros, hoy conocidos como vikingos, eran una sociedad beligerante que invadía pueblos, saqueaba y regresaba a casa. En base a los comportamientos de esta sociedad nacen sus deidades. Cada elemento de esta religión tiene un significado y casi siempre se llega mediante el dolor.
Oimen decide aprovechar que Kirby trajo al Dios del Trueno disfrazándolo como el mortal Donald Blake. Esto servirá de excusa para que el Hijo de Odín pueda ocultar sus intenciones a “los que viven en las sombras” (deidades que se alimentan del ragnarok). Con el correr de los ciclos, las batallas perdieron razón de ser, ya que no hay fin si hay resurrección. Thor busca el honor de la batalla.
Según la historia, para poder obtener las runas con las que gobernaba todo, Odín realizó un camino muy particular. Ofreció su ojo en sacrificio a Ygdrassil (el fresno del mundo) y se colgó de una rama durante nueve días y nueve noches. Así obtuvo la sabiduría de las runas que le permitían ver todo. Thor tuvo que ir más allá, incluso adentrarse en la misma muerte y ofrecer ambos ojos.
Todo este viaje, concluirá con una devastadora y épica secuencia en la que el manto de la noche descenderá sobre todos los dioses. La conjunción del trabajo de Oeming y Di Vito es tan épica como hermosa a la vista. Y de cada decisión de Thor se puede sacar una enseñanza. El nuevo Padre de Todo será guiado por los cuervos que supieron ser de su padre, que representan recuerdo y razón.
El fin de todo
Si bien la historia conduce a un final trágico. Esta es la primera vez que en Marvel los personajes realmente mueren. Los riesgos son reales, y las consecuencias también. Aunque a futuro vuelvan a aparecer, hicieron falta tres años y una guerra civil para crear un nuevo ciclo, uno verdadero, una reinterpretación moderna del mito.
Sin embargo, es menester entender que esta épica debe desarrollarse de esta forma debido al trasfondo violento de la sociedad que la creó. En este aspecto, los autores hacen un trabajo magistral, dotando toda esta carnicería de significado y enseñanza. Thor Ragnarok, convierte una tragedia en una obra inspiradora para cualquier lector.
Adaptación
Thor llegó a las pantallas de cine en 2011 con su película homónima. Sin embargo, en 2017, su tercera iteración de título individual ostentaba el nombre “Ragnarok”. El guion de Pearson, Yost y Kyle tomó muchos elementos de la historia que Oimen adapta al cómic.
En la película aparecen Surtur (dios de fuego de Muspelheim), Hela (hija de Loki, en la película hermana de Thor) y Fenris (el lobo de Loki). Así como también se hacen presentes la destrucción de Mjölnir y la caída de Asgard. Sin embargo, el viaje de Thor recorre pasos diferentes. Y el elemento que aún no se ha hecho presente, es el más importante, el que conecta todo: Yggdrassil, el árbol mundo.
En la cuarta iteración cinematográfica, próxima a estrenarse: Thor Love and Thunder, se puede observar cómo Odinson reflexiona a la sombra de un gran árbol. No es de extrañar que para lograr la iluminación que el personaje necesita para dar el próximo paso, recurra a la meditación con el Fresno del mundo. Esto puede ser la clave de la historia que vendrá, así como lo fue en el cómic.
Claro que esta nueva película tomará muchos elementos de cómics que vinieron muchos años después, como El Carnicero de los Dioses. También incluirá a Jane Foster como La Poderosa Thor. En nuestro país los cómics se pueden conseguir editados por la editorial Ovnipress.
En Argentina, esta historia llegó dentro de la Colección de Novelas gráficas de Marvel de tapa roja de Editorial Salvat en el tomo 32.