El Gobierno británico firmó la extradición de Julian Assange a Estados Unidos (EEUU), donde podría recibir una condena de hasta 175 años de prisión. El caso sigue generando repercusiones y repudio en el ámbito de la discusión pública internacional.
El periodista australiano es acusado por Estados Unidos de espionaje ilegal por haber publicado en WikiLeaks, organización de la cual él es fundador, más de 700 mil documentos secretos de la Casa Blanca y el Pentágono. En ellos se evidencian crímenes del Ejército de Estados Unidos en Irak y Afganistán.
La defensa de Assange adelantó que va apelar y recurrir a todas las instancias de la Justicia del Reino Unido. La defensa también planea acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
En el plano internacional, diverses actores sociales y políticos rechazaron la decisión del Gobierno británico. Asimismo, consideran la persecución de Estados Unidos al periodista como un ataque a la libertad de expresión.
El llamado de Amnistía Internacional
Agnes Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional, rechazó la decisión del Gobierno británico. En un comunicado, sostuvo que “permitir la extradición de Julian Assange a Estados Unidos lo pone en peligro”. Y agregó que “envía un mensaje disuasorio a quienes ejercen el periodismo en todo el mundo”
A su vez, la representante de la ONG, advirtió que a Amnistía le preocupa “el gran riesgo que corre Assange de ser recluido en régimen de aislamiento prolongado. Práctica que infringió la prohibición de la tortura y otros malos tratos”.
Según Callamard, las garantías diplomáticas ofrecidas por EEUU “no pueden aceptarse sin más, teniendo en cuenta el historial previo”. Se refería a que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) consideró secuestrar o matar a Assange mientras estaba bajo asilo político en la embajada de Ecuador.
Desde Amnistía piden a Reino Unido que se abstenga de extraditar a Julian Assange. Además, esperan que Estados Unidos retire los cargos y que lo dejen en libertad. Para Callamard, “no es demasiado tarde para que las autoridades estadounidenses corrijan la situación”.
Repercusiones internacionales
Cristina Fernández de Kirchner y Luiz Inácio Lula da Silva son algunas de las expresiones de peso que se manifestaron sobre la situación de Assange en Latinoamérica.
La expresidenta argentina expresó a través de sus redes sociales que la extradición de Julian Assange pone en peligro su vida. Y marca un “disciplinamiento periodístico para todos y todas”.
Por su parte, el exjefe de Estado de Brasil indicó que el periodista australiano “es un héroe de la libertad de prensa y debería estar libre”. En este sentido, Lula agregó: “La persecución contra él, su prisión y la amenaza de extradición debería indignar a todos los demócratas del mundo”.
En el viejo continente, Jean-Luc Mélenchon (líder de la coalición de izquierda francesa Nueva Unión Popular Ecologista y Social) declaró que, de salir victorioso en los comicios regionales, intervendrá en favor del periodista australiano. “Si soy primer ministro el lunes, el señor Julian Assange, que creo que lo ha solicitado, será naturalizado como ciudadano francés. Y pediremos que sea evacuado a nuestro país”, aseguró.
Asimismo, el intelectual norteamericano Noam Chomsky expresó su postura en una entrevista con La Jornada de México. “Assange ha sido retenido durante años bajo condiciones que equivalen a la tortura”, aseguró.
A su vez indicó, “haciendo a un lado las minucias legalistas”, que la persecución, la tortura y el enjuiciamiento al periodista australiano se deben a que “cometió un pecado mortal: dio a conocer al público información de los crímenes que el gobierno, por supuesto, hubiera preferido que permanecieran ocultos”.