El lunes 13 de junio, movimientos sociales de Ecuador comenzaron jornadas de protestas que se extendieron hasta el día de hoy. Denuncian las políticas neoliberales del presidente Guillermo Lasso y exigen medidas paliativas de la crisis económica y social.
Quienes convocaron las protestas son les integrantes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE), la organización que aglutina a las poblaciones originarias del país sudamericano. Sin embargo, en el transcurso de la semana se sumaron movimientos trabajadores y estudiantiles.
Las manifestaciones se concentraron en la región norteña de Pichincha, que incluye a la capital Quito, y los vecinos Cotopaxi e Imbabura. Pero en la mayoría de las 24 provincias ecuatorianas hubo algún tipo de movilización.
La respuesta represiva por parte del Estado escaló en la semana. El martes la policía apresó al líder de la CONAIE, Leónidas Iza, bajo el cargo de paralización de servicios públicos. Luego de su liberación, Nota al Pie habló con su abogado para conocer más sobre la instancia de juicio que deberá afrontar el 4 de julio.
Además, el pasado viernes Lasso declaró el estado de excepción en Pichincha, Cotopaxi e Imbabura. Y en un acto repudiado por sectores políticos y culturales, las fuerzas de seguridad allanaron ayer la Casa de la Cultura en Quito.
Mientras tanto, los reclamos continúan. El presidente de la CONAIE, Leonidas Iza, ratificó que “el paro sigue nacional, territorial e indefinido con una agenda clara de 10 temas” que plantearon al presidente ecuatoriano.
10 reclamos de los movimientos sociales
Guillermo Lasso es presidente de Ecuador desde hace un año. Aunque su gobierno tuvo una buena campaña de vacunación anti Covid, en la mayoría de los aspectos sociales y económicos dejó bastante que desear.
La CONAIE comenzó esta jornada de protestas masivas para reclamar por algunos de esos problemas. Entre ellos, piden reducir los precios del combustible, no privatizar los servicios estratégicos y desarrollar políticas para controlar la especulación en los precios. También garantizar el empleo y los derechos laborales y otros derechos sociales.
A Ecuador lo golpean la inflación y el desempleo. Uno de los puntos más importantes del reclamo es el del control de costo del combustible. Su valor casi se duplicó desde el año 2020.
¿Cómo funciona la economía ecuatoriana?
Para entenderla hay que tener en cuenta que utilizan dólares estadounidenses como moneda oficial. La dolarización se decretó en el 2000, luego de años de una crisis financiera similar a la que Argentina vivió en 2001.
Pero tras veinte años de cambio de moneda, la situación económica y social no mostró una mejora significativa. Los niveles de endeudamiento según el Banco Central de Ecuador son de un 40% de su PBI. Aunque la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) informaba que a 2020 este nivel era del 57%.
Utilizar dólares no significa una mejora instantánea, pero si atarse a una política económica ajena a lo propio y ligada con los grandes intereses. Como suele suceder en los países latinoamericanos, la inversión extranjera se concentra en los sectores primarios.
Y a nivel social, la masa de la población ecuatoriana está en formas de subempleo (57,3% de les ocupades) o en la informalidad (63%). La pobreza extrema ascendió en 2021 a un 11% de pobreza extrema. Y casi un 57% de los adultos mayores no reciben un ingreso suficiente para su subsistencia.
Por su parte, Leónidas Iza recomendó en una entrevista a Reuters: “Guillermo Lasso, debería centrarse menos en seguir las políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) si quiere arreglar los problemas económicos y sociales que vive su pueblo cada día”.
Este año vence el acuerdo de 6.500 millones de dólares de la nación sudamericana con el organismo internacional. El préstamo que el FMI hace siempre incluye condiciones a cumplir.
En este caso, en Ecuador hubo subidas de impuestos, la eliminación de subsidios y el freno a una mayor cobertura de ayuda económica para los sectores vulnerables.
¿En camino hacia una solución para Ecuador?
El viernes, Guillermo Lasso anunció algunas medidas para responder a los pedidos de los movimientos populares. Entre ellas, un aumento en el subsidio mensual para las familias más pobres de Ecuador, que subirá de US$50 a US$55.
También la extensión del plazo de deudas de créditos vencidos de hasta US$3.000 en el banco estatal de desarrollo y el subsidio a pequeñes y medianes agricultores con la mitad del costo de fertilizantes.
Además, declaró el estado de emergencia para el sistema de salud pública. Por último, prometió duplicar el presupuesto de la educación intercultural para las comunidades indígenas.
Pero dejó afuera puntos importantes, como el precio del combustible. Los sectores que realizan las protestas masivas consideran que no es suficiente y planean continuar con el plan de lucha.
Asimismo, Leónidas Iza afirmó que si Lasso “va con el FMI, este pueblo levantado, de pie, no va a permitir esa imposición”.