Organizaciones de la cultura nucleadas en el colectivo Unidxs por la Cultura reclaman por el pronto tratamiento del proyecto de Ley de Asignaciones Específicas para Industrias e Instituciones Culturales, que tuvo dictamen por mayoría en la Comisión de Presupuesto el 3 de mayo. Sin embargo, aún no fue tratado en tablas. En diciembre vencería la prórroga y hay incertidumbre sobre el sostenimiento de los fondos, los criterios de asignación y sus objetivos.
Fondos para la cultura nacional
Diferentes sectores que componen la cultura nacional corren riesgo de desfinanciamiento a partir del año que viene en caso de que no se apruebe el proyecto de ley presentado por el diputado cordobés del Frente de Todos, Pablo Carro. Las industrias culturales, los medios de comunicación alternativos y las bibliotecas populares presionan a los legisladores para que se evite la caducidad de los fondos específicos destinados al sector cultural establecidos por ley, como la de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Entidades autárquicas como el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el Instituto Nacional del Teatro o la Defensoría del Público se financian a partir de asignaciones directas generadas a partir de impuestos que gravan a medios de comunicación masivos, concursos deportivos y Lotería Nacional, por ejemplo. Con su eventual vencimiento perderían vigencia el carácter directo, federal y democrático de la asignación. Los fondos pasarían a formar parte del Tesoro Nacional, a disposición de la discreción política del Estado.
El comunicado de Directores Argentinos Cinematográficos (DAC) refuerza que esos fondos expresan un derecho adquirido y una obligación estatal para “contener y sostener aquello que nos da cultura e identidad frente al mundo. No son miles de puestos de trabajo, sino la preservación y continuidad de todo aquello que nos refleja e identifica como país”.
Cultura democrática o meritocrática
Uno de los planteos principales tiene que ver con la lógica de asignación de fomentos. En el caso del cine nacional, el ex presidente del INCAA, Alejandro Cacetta, avanzó en un Plan de Fomento que organiza el financiamiento según la audiencia del producto. Este plan favorece a los actores más poderosos en perjuicio de los proyectos con menos recursos económicos y culturales.
Juan Mascaró, quien conduce Documentalistas Argentinos (DOCA), señaló que “la ley necesita avanzar porque si no habremos legitimado un sistema concentrado y neoliberal que desconoce la producción de empleo y la defensa de la soberanía cultural”. Según Mascaró, que se ponga en juego la existencia del autarquismo tiene como objetivo desgastar un sistema con fundamentos democráticos. Además de socavar un modelo que favorece el interés nacional por sobre la voluntad política de los gobiernos.
Aún así, reconoce que la conducción de esos espacios también es una disputa continua. “A veces son coordinados por referentes que no persiguen precisamente el interés nacional en defender la soberanía cultural y la generación de empleo. Encuentran en la burocratización de las instituciones una herramienta para bloquear discusiones y acciones”, expresó. En ese mismo sentido, rescató la movilización de Unidxs por la Cultura. El pasado 11 de abril la organización exigió el desplazamiento de Luis Puenzo de la conducción del INCAA.
El interés antinacional
La minoría que votó en contra en la Comisión de Presupuesto en relación al proyecto del diputado Carro estuvo expresada por Juntos por el Cambio. En ese sentido, el diputado Laspina señaló que están a favor del fundamento del proyecto, pero no de algunos “vicios”. Entre estos, por ejemplo que el 10% de la asignación vaya a gastos personales, favoreciendo “la burocracia”. De acuerdo a ello, Mascaró lo desmintió planteando que “no existe tal directiva con fuerza de ley”. En esa línea, expresó que lo que queda claro es el “profundo interés en desarmar un sistema democratizante en el que los intereses privados nacionales y multinacionales pierden su posición de privilegio”.
El documentalista y comunicador social dialogó con Nota al Pie. En la charla adelantó que existe la posibilidad concreta que el proyecto se trate el próximo martes 14 de junio en el Congreso. “La idea es movilizar porque la ley no puede patearse más. Unidxs por la Cultura estará presente y esperamos también el acompañamiento de algunos espacios sindicales y políticos para fortalecer la lucha”, declaró.