En los últimos días, ha conmocionado la noticia de la desaparición de dos hombres en una profunda región de la selva amazónica en Brasil. Dom Phillips es un periodista británico, colaborador del periódico The Guardian. Bruno Pereira, un experto en elaboración de políticas para las comunidades indígenas, ex funcionario del gobierno brasileño. El pasado 4 de mayo, ambos desaparecieron sin dejar rastro.
Phillips dedicó 15 años de su carrera a investigar la explotación de la Amazonia. Como forma de visibilizar, denunciar y documentar esta situación en un libro, el periodista de The Guardian se adentró en el Amazonas para entrevistar a líderes indígenas, acompañado de Pereira.
Los hombres se dirigieron al Valle de Yavarí, una reserva indígena densamente boscosa, uno de los lugares más aislados de la sociedad. En esa zona, tras los recortes presupuestarios del gobierno de Jair Bolsonaro las comunidades indígenas decidieron patrullar sus territorios por su cuenta para defenderlos de la pesca, la caza y la minería ilegales.
La desaparición
Phillips y Pereira llegaron con éxito al Valle, donde fueron recibidos por la comunidad originaria que tras el abandono estatal, encarna el papel de defensa del medio ambiente. A las 6 de la mañana del sábado 4, se encontraban en una embarcación en el río cuando otra embarcación se acercó a ellos. Se trataba de pescadores ilegales, que al pasar por su lado mostraron sus armas, en una clara señal de amenaza.
A la mañana siguiente, los investigadores iniciaron su viaje de vuelta. Viajarían por el Río Itaquí con una embarcación nueva y combustible suficiente para llegar el día domingo a la localidad de Atalaia do Norte. Sin embargo, no han sido vistos desde que emprendieron el viaje.
En la zona del Valle de Yavarí, la presencia de pescadores ilegales se debe al pez autóctono pirarucú, que puede pesar hasta 200 kilogramos y está considerado en peligro de extinción. Las comunidades indígenas sufrieron amenazas de muerte en varias ocasiones mientras patrullaban las aguas.
Las respuestas del gobierno
Al conocer la noticia de la desaparición, el presidente Jair Bolsonaro declaró: ‘’Dos personas en un bote, en una región completamente salvaje como esta, es una aventura que no es recomendable. Podría ocurrir un accidente, podrían haber sido ejecutados, cualquier cosa”.
Les familiares y otres activistas denunciaron la lenta acción de las autoridades para emprender la búsqueda. La Armada tardó un día entero en enviar un equipo de búsqueda, que consistió en una sola embarcación. El lunes, el Ejército alegó que estaba esperando autorización del gobierno para unirse a la búsqueda. Recién el día martes, la Marina y el Ejército comenzaron a rastrear por vía aérea.
Con respecto a la protección del territorio por parte del gobierno, Ana Alfinito asesora legal en Brasil de la organización Amazon Watch denunció: ‘’Hace muchos años que no hay suficiente inversión pública en fiscalización, en apoyo a los pueblos indígenas, en garantizar que las personas que están ahí en ese territorio extrayendo ilegalmente oro, madera, sean responsabilizadas y retiradas del territorio. Entonces, lo que tenemos es una situación de total abandono de las tierras indígenas por el Gobierno federal’’.
El peligro de defender el medio ambiente
Desde el año 2009 hasta el 2009 hasta el 2020 se cometieron 139 asesinatos a activistas de la defensa del medio ambiente en Brasil, entre elles la socióloga feminista Marielle Franco, asesinada por sicarios que tenían relación con el presidente Bolsonaro. Esta grave situación se repite en varios países de América Latina.