El Presidente de Estados Unidos Joe Biden presionó este jueves a les legisladores para buscar soluciones a los tiroteos masivos que se replican en sus propios establecimientos. En este sentido, realizó algunas propuestas para limitar el acceso a las armas por parte de la población civil.
Si bien esta problemática no es nueva y cada año se repiten hechos similares, en las últimas semanas se sucedieron matanzas en escuelas, hospitales y supermercados.
El último caso que conmocionó al mundo tuvo lugar en la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, el día 24 de mayo. El atacante de 18 años entró armado y acabó con la vida de 19 niñes y dos profesoras.
Como si fuese poco, se conoció recientemente otro tiroteo, en un hospital de Tulsa, Oklahoma, donde un hombre disparó y asesinó a cuatro personas.
Y, aunque pareció quedar en el tiempo, el 14 de mayo en Buffalo, New York, un hombre blanco masacró a diez personas en un supermercado, por el hecho de ser negras.
En este contexto, Joe Biden se horrorizó: “Por el amor de Dios, ¿cuánta matanza más estamos dispuestos a aceptar?” El Presidente se reunió con familiares de las víctimas de Buffalo y Uvalde y contó que el pedido fue que “hagan algo”. Ante esto, el propio mandatario respondió: “No se ha hecho nada”; y “esta vez eso no puede ser cierto, esta vez debemos hacer algo”.
Las propuestas de Joe Biden
Ante el horror de los tiroteos masivos y el número de víctimas que no deja de crecer debido al flagelo que golpea a les estadounidenses, Joe Biden propuso algunas medidas.
Para intentar reducir estas matanzas, el Presidente propuso la prohibición de las “armas de asalto” y los cargadores de alta capacidad.
En este sentido, destacó: “Deberíamos restablecer la prohibición de las armas de asalto, de los cargadores de alta capacidad que aprobamos en 1994 con el apoyo bipartidista en el Congreso y el apoyo de las fuerzas del orden”.
En dicha prohibición, se incluyeron armas semiautomáticas como AK-47 y AR-15, contó Biden; y aseguró que durante los 10 años que esa ley estuvo vigente “los tiroteos masivos disminuyeron”.
A continuación, acusó a les republicanes de dejar expirar la ley en 2004; y que desde allí “se permitió que esas armas se vendieran nuevamente y los tiroteos masivos se triplicaron. Esos son los hechos”.
En tanto, propuso una modificación etaria para el acceso: “Si el Congreso no puede prohibir las armas de asalto, debería aumentar la edad para comprarlas de 18 a 21 años”.
Por otra parte, Biden dijo que el Congreso debería “limitar la cantidad de rondas que puede contener un arma”.
“¿Por qué, en el nombre de Dios, un ciudadano común debería poder comprar un arma de asalto que tiene cargadores de 30 rondas que permiten a atacantes en masa disparar cientos de balas en cuestión de minutos?”, expresó.
También propuso incrementar la verificación de antecedentes junto con leyes de almacenamiento seguro.
Otra medida que solicitó fue “revocar el escudo de responsabilidad que a menudo protege a los fabricantes de armas y de ser demandados por la muerte y destrucción causada por sus armas”.
Por último, apuntó a la “grave crisis de salud mental en este país”. En este sentido, propuso proporcionar “más consejeros escolares o enfermeras escolares, más servicios de salud mental para estudiantes y maestros”.
Oposición de la NRA
Favorecer el desarme no es una opinión unánime en Estados Unidos. Muy por el contrario, existe la Asociación Nacional del Rifle (NRA), que se opone rotundamente a la propuesta de Biden.
El objetivo de la NRA es defender la libertad para la tenencia de armas de fuego entre civiles; y se presentan como “la organización de derechos civiles más antigua de Estados Unidos”.
La Asociación rechaza con vehemencia cualquier medida que intente limitar el acceso a las armas por tratarse de un presunto atentado contra la libertad. El mismo ex presidente Donald Trump supo apoyar y defender la NRA en varias ocasiones.
Además, la entidad asegura que cuenta con cinco millones de seguidores. Sin embargo, un centro de investigaciones en Washington, el Pew Research Center, reveló que 19 millones de personas reconocían su adhesión a la NRA en 2017, pese a no ser oficialmente parte de la misma.