Gabriel Corvalán, estudiante de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Nordeste, presentó un proyecto para la fabricación de ladrillos sustentables a partir de desechos biomásicos. Este proyecto fue enmarcado en la convocatoria para la Beca de Estímulo a las Vocaciones Científicas del Consejo Interuniversitario Nacional.
“Este mes se aprobó el proyecto, la investigación comenzaría en septiembre. Junto a los docentes del Grupo de Investigación de Energías Renovables empezamos a evaluar cómo lo vamos a ir haciendo”, comentó Corvalán a Nota al Pie. Esta iniciativa busca darle un nuevo uso a los residuos orgánicos tales como el aserrín, la viruta o la hojarasca.
El proyecto está denominado como “Construcción Sustentable NEA: Evaluación del aporte a la sustentabilidad ambiental con innovaciones en la fabricación de materiales de construcción con insumos reciclados”. Así mismo, el becado busca crear un prototipo de ladrillo fabricado a partir de biomasa con características aislantes.
El objetivo es generar un material de construcción cuyo origen radique en la sustentabilidad. Según el Parlamento Europeo y del Consejo, la biomasa son los desechos de origen biológico resultados de las actividades agrarias y que tienen un origen vegetal. En este sentido, la propuesta busca asignarles otro fin a estos residuos de la foresto-agro-industria de la región.
El proyecto
Corvalán se encuentra transitando los últimos pasos como estudiante de la carrera de ingeniería, y a raíz de su interés por incursionar en el ámbito científico comenzó a gestionar su postulación para la beca del Consejo Interuniversitario. Después de averiguar cuáles son los proyectos que se están ejecutando actualmente en la facultad, decidió sumarse a les docentes que investigan acerca de la energía renovable.
De esta manera, el proyecto que presentó el joven se enmarca dentro otro que es mucho más abarcativo. El mismo se denomina “Estudio integral de residuos biomásicos del nordeste desde el punto de vista constructivo y energético”. Este macro proyecto tiene orientaciones en la conductividad térmica, la resistencia al fuego y el poder calorífico.
Gabriel comentó que el desafío fue proponer una idea que sea compatible con la que ya se encuentra en ejecución. “Así surge la idea de poder realizar estos ladrillos a partir de los desechos biomásicos y estudiarlos desde la conductividad térmica y la resistencia al fuego; como así también evaluar la resistencia de los mismos”, dijo Corvalán.
Este nuevo prototipo de ladrillos sustentables supone beneficios para el medio ambiente y para el sector de la construcción. Si bien el proyecto se encuentra en su fase inicial se prevé que genere un nuevo campo de utilidades. Debido a esto, primeramente es oportuno que se conozcan todas sus características y propiedades.
Importancia ambiental
La región del NEA presenta una importante actividad forestal. Teniendo en cuenta los datos aportados por la Secretaría de Agroindustria, Corrientes representa el 25% de productos que son extraídos de bosques implantados. Entre ellas, las especies que sobresalen son: el pino, el eucalipto, y, en menor medida, el álamo y el sauce.
Ahora, en cuanto a los residuos que son generados en la región del NEA el volumen es de un millón seiscientas mil toneladas al año aproximadamente. Además, uno de los actuales fines que tienen estos residuos es la quema de los mismos. Este proceso deja como resultado la emisión de más de dos millones de toneladas de carbono a la atmósfera.
“Este estudio pretende aprovechar estos desechos, que no son más que los sobrantes de los aserraderos. Es trabajar con estos materiales que por ahí no son reutilizados, sino que la mayoría de las veces son quemados y contaminantes”, dijo Corvalán. A su vez, agregó que “es una forma de reutilizar esto que, de otra forma, solo son desechos”.
La propuesta se caracteriza por su orientación a la construcción sustentable. “Se busca contribuir al medio ambiente desde la construcción sustentable y, a raíz de las investigaciones que se puedan hacer, ir convirtiendo la biomasa en un nuevo material”, expresó el hombre detrás de la idea.
La beca
El ingeniero Pablo Martina y la magister María Raquel Aeberhard son dos de les docentes que acompañan al estudiante en la dirección del proyecto. Además, integran el Grupo de Investigación de Energías Renovables, junto con el que se realizarán los distintos ensayos del prototipo de los ladrillos sustentables. “Vamos a realizar distintos tipos de estudios: sobre la energía renovable, la conductividad térmica, y la resistencia al fuego”, compartió Corvalán.
Según los plazos establecidos, los estudios iniciales comenzarán en septiembre y los primeros resultados estarán disponibles en septiembre del año próximo. El proyecto avanzó y fue aprobado en la instancia regional de la convocatoria 2021 para las Becas de Estímulo a las Vocaciones Científicas, por lo que el estudiante tiene el apoyo para ejecutar todas las planificaciones propuestas.
Las becas están destinadas a les estudiantes universitaries de grados que desean iniciar su formación dentro del campo de las investigaciones científicas. Las intervenciones se dan a partir de proyectos acreditados que se desarrollen en las disciplinas científicas, humanísticas, tecnológicas o artísticas. De esta manera, se financia la investigación de nuevas líneas de estudios, con proyectos que establezcan nuevos planteamientos desde el campo científico.
Para finalizar, Corvalán señaló la repercusión que tuvo el proyecto “porque se ve que la sociedad está bastante interesada en el tema y creo que por eso puede tener buena aceptación”, dijo. Si bien queda un largo trabajo por realizar aseguró que una vez que se obtengan los resultados “vamos a poder hacer una comparativa de los ladrillos sustentables con los de la construcción tradicional, y demostrar las ventajas”.