Días atrás se dio a conocer una noticia histórica. No por lo novedoso, sino por lo poco común: la justicia estadounidense determinó que las jugadoras del seleccionado de fútbol deberán cobrar los mismos premios que los jugadores del combinado masculino.
La federación ya había sido demandada previamente por discriminación. Se ponderaba que las mujeres del representativo nacional no ganaban lo mismo que los hombres en los partidos internacionales. Un total de 28 jugadoras de la selección femenina de Estados Unidos, campeona del mundial de Francia 2019, habían presentado una demanda colectiva contra la política discriminatoria de la US Soccer Federation (USSF).
Finalmente, este nuevo convenio contempla un total de 24 millones de dólares, de los cuales 22 millones se repartirán entre las jugadoras de la selección femenina. Los 2 millones restantes serán destinados a una cuenta para apoyar a las futbolistas que se retiren y organizar campañas relacionadas al fútbol femenino.
En el acuerdo firmado hasta 2028 se incluye igualdad en salarios, premios, ingresos comerciales y beneficios (como jubilación, seguros o cuidado de niños). Además, se permitirá la utilización de centros de entrenamiento y alojamientos con comodidades similares.
Diferencias radicales
Las estadounidenses fueron campeonas del Mundial femenino en 2019, un año después de la consagración de Francia en Rusia 2018. ¿Por qué se trae a colación esto? Porque los premios repartidos reflejan la disparidad entre unos y otras.
Los premios alcanzados por la FIFA fueron de 400 millones de dólares para el Mundial masculino de 2018, incluyendo 38 para el campeón Francia. Por el lado del mundial femenino el total era de 30 millones. Las estadounidenses recibieron tan solo 3.4 millones.
Otro punto de comparación es lo que recibieron ambas selecciones estadounidenses. Los ya nombrados 3.4 millones de dólares obtenidos por salir campeonas, fueron menos que los 4.5 millones que recibieron los jugadores masculinos por caer eliminados en octavos de final.
Declaraciones celebrando esta justicia
Las dos estrellas de la selección Alex Morgan y Megan Rapinoe fueron las principales caras del reclamo. Una vez conocida la noticia se expresaron distintas protagonistas.
Morgan, jugadora emblema con 190 partidos disputados en la selección señaló: «Es un paso monumental al frente que nos hace sentir valoradas, respetadas y repara nuestra relación con la U.S. Soccer. No lo veo solamente como una victoria para nuestro equipo o el deporte femenino, sino para todas las mujeres en general»
Por su parte, la emblemática Rapinoe destacó en una entrevista para ABC: “Obviamente no se puede volver atrás y deshacer las injusticias que hemos enfrentado. Pero la única justicia que surge de esto es que sabemos que nunca más puede volver a suceder».
Cindy Parlow Cone, presidenta de la USSF señaló: “Este es un momento verdaderamente histórico. Estos acuerdos han cambiado el juego para siempre aquí en los Estados Unidos y tienen el potencial de cambiar el juego en todo el mundo”.
Luego tomó la palabra la actual capitana del equipo, Becky Sauerbrunn, quien sostuvo: “Los logros en este CBA (acuerdo de negociación colectiva) son un testimonio de los increíbles esfuerzos de las jugadoras de la WNT dentro y fuera del campo”. Y agregó que espera que el acuerdo “sirva de manera similar como base para continuar crecimiento del fútbol femenino tanto en los Estados Unidos como en el extranjero”.
El mismo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se expresó en su cuenta de Twitter y celebró el logro: “Estoy orgulloso de ustedes por nunca claudicar. Y elogio a la Federación por acceder a hacer lo correcto”. Y agregó: “Hay que seguir en la lucha hasta que cerremos la brecha salarial entre géneros en todas las industrias”.