La jornada del 18 de mayo se estableció como Feriado Nacional a través del decreto 42/2022 con el objetivo de que la población se encuentre en sus viviendas para completar el Censo 2022. Según afirmó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el operativo censal fue exitoso y los primeros resultados preliminares se conocerán en tres meses.
Sin embargo, una vez terminado el relevamiento nacional, se conocieron casos de personas y hasta edificios enteros que no recibieron la visita del censista. ¿Qué hay que hacer en estos casos?
Según el INDEC existen varias alternativas. En primer lugar, se volvió a abrir el acceso al Censo Digital. También está la posibilidad de contactarse por teléfono con la Mesa de Ayuda del Censo, a través de la línea gratuita 0800-345-2022.
Por otro lado, se puede enviar un mail a censo@indec.gob.ar y poner el asunto “No fui censado/a”. En el cuerpo del correo electrónico se debe incluir la siguiente información:
- Nombre:
- Provincia:
- Partido/Departamento:
- Localidad:
- Calle:
- Número:
- Piso y departamento (si es propiedad horizontal):
- Código de finalización de seis dígitos (si completó el Censo digital):
- Correo electrónico:
- Teléfono de contacto:
El proceso de revisión para aquellas zonas donde no llegó el relevamiento consiste en una semana de supervisión donde se intentará recuperar los datos de las personas que no fueron censadas. “De acuerdo a la planificación acordada en el Sistema Estadístico Nacional, desde el 19 y hasta el 22 de mayo próximo se realizará la etapa de recuperación para que toda la población quede correctamente contabilizada”, informó el INDEC.
En la conferencia de prensa que brindó por la tarde del miércoles, Marco Lavagna, titular del INDEC, destacó la calidad y el éxito del operativo. Admitió: “Sabemos que todavía nos puede quedar alguna vivienda sin censar’’. Además, agregó: ‘’Atenderemos esos casos. Piensen que son 17 millones de viviendas para 650 mil censistas que estaban en la calle, siempre puede pasar que quede algo”.
¿Qué sucede si no realicé el censo de forma voluntaria?
La ley 17.622, sancionada en 1968 y creadora del INDEC, establece que atender al censista y responder todas las preguntas del cuestionario con información verídica es obligatorio. La pena por no contestar o mentir en el censo consiste en una multa, que puede ir desde $1.076,36 a $106.799,35 según las últimas actualizaciones.
Top 5 de hechos insólitos que ocurrieron
Se dieron a conocer anécdotas insólitas (algunas graciosas, otras no tanto) a lo largo de la jornada en varios puntos del país. En primer lugar, en Salta, una vecina contó que se apareció en su casa un censista “medio perdido”. Vestía pijamas, pero con las herramientas del INDEC. Sólo le realizó algunas de las 60 preguntas del cuestionario y se fue, sin dejar el adhesivo de ‘’Vivienda censada’’.
En la Provincia de Córdoba, los adelantos tecnológicos permitieron a un censista simplificar su trabajo al máximo. Reportó que tan sólo en una hora terminó su segmento asignado, ya que en el 80% de las viviendas que visitó habían realizado el censo digital.
Desafortunadamente, les encuestadores tuvieron que enfrentar la inseguridad de algunas zonas de la Argentina. En Corrientes, una censista fue asaltada y herida para robarle el celular, pero finalmente la policía pudo encontrar a les delincuentes y recuperar el teléfono móvil. Por otro lado, en San Juan, un niño de 8 años arrebató el celular de la mano de un censista y salió corriendo. El menor fue perseguido por la policía.
Ocurrieron otras situaciones insólitas relacionadas con carteles y mensajes a les censistas. Por ejemplo, en un edificio un vecino colgó un cartel de que sólo se debía tocar el timbre en portería. Como el portero no estaba, más de 50 departamentos quedaron sin censar.
En otra situación, una familia colocó un cartel con la leyenda: “Vamos a dormir hasta tarde. Por favor tocar timbre después de las 11. Antes no estaremos despiertos ni de humor”.
Una noticia que se dio a conocer fue la del fuerte mensaje que Rubén López dejó en su puerta. Rubén es el hijo de Julio López, quien fue desaparecido en el año 2006, en el marco del juicio al represor Miguel Etchecolatz. López era un testigo fundamental en el caso, ya que reconoció a Etchecolatz como partícipe de su detención y tortura durante la dictadura militar. El mensaje en la puerta rezaba “Según la carátula de la causa, Presunta desaparición forzada. ¡Acá tendría que vivir un hombre!”.