La discusión entre profesionales y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires lleva años sin resolución. Sin embargo, la pandemia por Covid-19 revalorizó aún más el reclamo de la Asociación de Licenciados en Enfermería (ALE). Les referentes realizaron marchas, una conferencia frente a la Legislatura Porteña y se reunieron con el Tribunal Superior de Justicia. De esta forma, la búsqueda es por el reconocimiento como profesionales y la apertura de paritarias.
El rol desempeñado por les enfermeres fue determinante en los últimos dos años. No obstante, el Gobierno de Horario Rodríguez Larreta aún no presentó una propuesta para resolver el conflicto. Esta falta de compromiso para con ello, llevó a les profesionales a iniciar un reclamo que exige la revalorización y jerarquización de Enfermería.
En este sentido, Nota al Pie conversó con Andrea Ramírez, referente de ALE, para conocer el rol de les trabajadores, novedades y el origen del conflicto. “La pandemia nos puso en una situación compleja porque estamos en la línea de fuego. Por eso salimos a reclamar”, afirmó.
Un trabajo sumamente necesario
Las funciones de les enfermes es crucial para el cuidado y la compañía de pacientes. Asimismo, ofician como principales intermediaries entre elles y sus familiares. La pandemia expuso la importancia del trabajo del personal de salud en la contención y la asistencia de la población.
Ramírez certificó que “era prácticamente la lucha por nuestra vida porque teníamos que trabajar, pero nos exponíamos a algo totalmente desconocido, que estaba aniquilando a la humanidad”. De esta forma, les profesionales reconocieron que era su límite y decidieron dar un paso al frente en la lucha por su trabajo.
“Un enfermero es el primero que te va a recibir, acondicionar, bañar, medicar, calmar el dolor, sacar sangre y alimentar. Además, se va a encargar de todos los monitoreos, registros, visitas, indicaciones e intervenciones”, argumentó la referente de ALE. En definitiva, su vida y la de su familia estaban en juego por el tipo de asistencia médica brindada.
En este contexto, el esfuerzo físico y mental había llegado a una situación muy crítica. A su vez, su capacitación está restringida por falta de reconocimiento de la profesión y el adecuado pago de salario. “Hacemos un esfuerzo por mantenernos capacitados porque la ciencia avanza y uno tiene que estar al día con todos los recursos y conocimientos de cómo poder ayudar, cuidar y salvar», concluyó.
Ramírez destacó que Enfermería es una “carrera maravillosa”, pero remarcó la necesidad de formarse y capacitarse a diario. Ahora bien, la entrevistada aseveró que “nos obligan a trabajar entre 12 a 14 horas por día y así es muy difícil sentarse, seguir estudiando, tener concentración y la mente clara”.
La audiencia pública con el Tribunal Superior de Justicia
Gracias a la Iniciativa Popular, que recabó 43 mil firmas, se logró una reunión con el Tribunal Superior de Justicia. Su premisa es el tratamiento de una ley que reconozca a la profesión y mejore el nivel salarial. Entonces, ALE debió reunirse con la secretaria de asuntos originarios del TSJ, Alejandra Tadei, en audiencia pública para revisar las firmas, según la Ley Nº40.
“El Tribunal Supremo de Justicia sortea las firmas que juntamos y esperamos que nos den la fecha para sesionar por el proyecto de ley”, reafirmó Ramírez. Para ello, la iniciativa debe atravesar un proceso determinado por el tribunal. En esta instancia, se utilizará una herramienta de muestreo para revisar las firmas y constatar su veracidad.
Primero, se tomó una muestra de 2400 firmas, por muestreo aleatorio simple. Tras el entrecruzamiento de les firmantes y sus datos en el último padrón electoral se avanzará a la siguiente instancia. En consecuencia, iniciará la segunda etapa y les promotores del proyecto podrán designar a 540 personas -de las elegidas previamente- para certificar su firma.
En este sentido, requerirá la presentación de datos y un formulario que garantice la firma. Si no sucede, el TSJ definirá quiénes certificarán gracias a otro sorteo y les convocará mediante una notificación judicial. Dicha certificación podrá ser por e-mail o presencial hasta el 7 de junio. Asimismo, necesitará al menos 270 personas para ratificar su apoyo al proyecto antes de tratarlo en la Legislatura.
“Ese día llenaremos la Legislatura con la presión de los compañeros y compañeras de la Ciudad de Buenos Aires y aquellos que vengan a apoyar”, aseguró Ramírez. Tras avanzar estos primeros dos pasos, el máximo órgano de la Ciudad deberá tratar el proyecto durante el año en curso.
El origen de su disputa con el Gobierno de la Ciudad
“Pedimos que enfermería sea una carrera profesional, aún negado en la Ciudad de Buenos Aires”, explicó la enfermera del Hospital Ramos Mejía. Así inició y continúa el reclamo, vigente desde 2019, con la creación de la Iniciativa Popular, pero aún no hay respuestas de parte del gobierno porteño.
La falta de reconocimiento implicó, e implica, salarios bajos, dificultades para la capacitación y desgaste físico incalculable. Esto se debe a que, según Ramírez, “ganamos la mitad y hasta menos de la mitad que el resto del equipo de salud que está en todos los hospitales. Estamos cobrando menos de la línea de pobreza y en la ciudad más rica del país”.
En este contexto, la ubicación de Enfermería en un escalafón salarial inferior a les profesionales de la salud trae consecuencias. Por ello, exigen el debate en la Legislatura y aseguran denunciarán a quiénes prometieron votar a favor y no lo hagan. En consecuencia, la referente de ALE aseguró que “es la lucha más justa porque el reconocimiento profesional de enfermería es un derecho negado histórico”.
Finalmente, la búsqueda es clara: “Tenemos derecho a trabajar las horas necesarias, tener un solo trabajo y no vivir para trabajar, sino trabajar y poder vivir dignamente”, ratificó Ramírez. Antes de concluir, invitó a estudiar esta carrera, pero también a luchar por los derechos de les enfermeres.