La Unión Europea ejecuta su Sexto Paquete de sanciones a Rusia por la operación militar en Ucrania pero no tiene consenso para embargar su gas y petróleo. Hungría encabeza a un grupo de países que rechazan el corte de suministros porque lo consideran inviable para sus economías. La dependencia energética que tienen con la Federación Rusa es el principal motivo. «No puedo asegurar que vaya a ocurrir porque las posiciones son bastante fuertes», señaló el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrel.
La Unión Europea y las sanciones a Rusia
La Comisión Europea propuso un Sexto Paquete de sanciones para Moscú como respuesta a la operación militar en Ucrania. En consonancia con las sistemáticas sanciones de carácter político, económico, financiero, mediático y militar, el organismo conducido por Ursula Von der Leyen presentó la semana pasada el paquete que contiene la prohibición a la importación de crudo ruso.
Sanciones humanitarias por Bucha, financieras como la desconexión del sistema SWIFT del banco ruso de mayor escala, y mediáticas como la prohibición de emisoras rusas, se suman al embargo. Von der Leyen reconoció que el rechazo al petróleo ruso “no será fácil” y deberá alcanzarse “de manera ordenada” para “maximizar la presión sobre Rusia y minimizar el impacto en nuestras economías”.
Dependencia energética
La decisión geopolítica de la Unión Europea de boicotear a Rusia encuentra una clara limitación en el plano económico. Es que según la Agencia Internacional de Energía, la UE depende en más de un 40% de Rusia en su consumo de petróleo. Además, el 72% de las exportaciones de gas ruso tienen como destino Europa; y en relación al carbón, el 31%. Alemania, Turquía y Países Bajos destacan entre los principales importadores de sus combustibles.
Si bien la UE asegura poder reducir la dependencia en un 20% de los hidrocarburos rusos con un gran esfuerzo, la realidad es que es incapaz de soportar un eventual reemplazo de suministros para alimentar sus fábricas, calentar los hogares y mantener sus centrales eléctricas en funcionamiento. De hecho, las economías europeas ya están sufriendo por el aumento de materias primas producto del conflicto militar en Ucrania.
No obstante, hay iniciativas contradictorias, como por ejemplo Alemania eliminando 16 de sus centrales nucleares por presión de los sectores más ecologistas que rechazan la energía nuclear, lo cual disminuye su capacidad de producción energética propia.
Enfrentamiento geopolítico
La Operación Militar Especial desarrollada en Ucrania por Rusia ha llamado la atención mundial por cobrar un aspecto militar. Sin embargo, la situación desatada en Ucrania trasciende el asunto de las fuerzas armadas. Además, expresa un enfrentamiento geopolítico entre dos bloques: el Unipolarismo y el Multipolarismo.
El Unipolarismo expresa a sectores organizados a partir de la especulación financiera y tiene a la cabeza a Estados Unidos y Gran Bretaña, con un notable asiento en los bancos centrales de cada país, tales como el Banco de Bruselas.
Por otro lado, el Multipolarismo tiene como fundamento la economía de producción y trabajo y está liderada por naciones como Rusia, China, India e Irán.
Es en este marco que las maniobras de las principales potencias u organismos encuentran un sentido geopolítico. Las sanciones de la UE pueden observarse como el intento del Unipolarismo de debilitar las posiciones multipolares en dirección al Viejo Continente, particularmente en el plano económico.