Tras más de ocho décadas de no alineamiento, Finlandia pidió el ingreso a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Tanto su presidente, Sauli Niinistö, y su primera ministra, la socialdemócrata Sanna Marin, apoyan de manera absoluta la histórica petición.
Sin embargo, desde el Kremlin sostienen que dicha adhesión supondría una fuerte amenaza para Rusia. En este contexto, también Suecia plantea su posible ingreso a la OTAN.
Tanto Niinistö como Marin alegan que la entrada en la OTAN representaría una mayor seguridad para Finlandia, y a la vez el país nórdico permitiría una mejor y más fuerte fortaleza a la alianza militar.
La situación actual
El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, afirmó que la “operación militar especial” rusa realizada en Ucrania no es la causante del posible ingreso de ambos países a la OTAN. Al respecto, sostuvo que ya antes hubo intentos de introducirlos y que ninguno posee conflictos territoriales.
Desde Helsinki consideran que la invasión rusa en territorio ucraniano convulsionó el ambiente de seguridad europeo y finlandés. A su vez, torció la opinión pública del país. Un 70% de la población finlandesa apoya la idea de entrar a la OTAN, según el ministro de Exteriores de Finlandia, Pekka Haavisto. Además, dijo: “No había apoyo hasta ahora, la gente siente ciertas amenazas”.
“Esta primavera las cosas han cambiado, como el uso de armas no convencionales con las que las defensas nacionales no es suficiente y necesitamos una mejor cooperación”, remarcó Haasvisto.
El siguiente paso es que Finlandia emita una “carta de intención”, la cual se asemeja a una solicitud de ingreso para marcar el inicio de acceso. Se estima que en los próximos días el Gobierno de coalición finlandés y el parlamento den su apoyo total y oficial para formalizar el ingreso.
Acontecimiento histórico
La posible decisión de permitir el ingreso tanto a Finlandia, como Suecia a la OTAN, cortaría con una racha de más de ocho décadas de no alineamiento, y a la vez de un tradicional pasado pacifista y neutral.
Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, brindó su bienvenida hacia el apoyo de las autoridades de Finlandia de cara al acceso en la OTAN. “La adhesión del país escandinavo ‘fortalecerá’ a la organización militar y prometiendo un proceso “suave y rápido”, explicó el propio secretario.
A su vez, también aseveró que la entrada del país nórdico beneficiará a todas las partes al confirmar que “fortalecerá tanto a la seguridad de la OTAN como de Finlandia”. Incluso dio a entender que todo el proceso de acceso demostraría que “la puerta de la OTAN está abierta” y que Helsinki decide sobre su propio futuro.
Desde la propia Alianza dieron a conocer que tras el proceso de negociaciones de pocos días, por la cercanía, la entrada de ambos países podría concretarse a fin de año o principio de 2023.
El caso de Suecia
De manera similar a Finlandia, Suecia planea un acceso a la OTAN y de igual forma sostiene una postura de aliado pero sin llegar a ser miembro de la Alianza. A pesar de que está en la ultimación de detalles para realizar su solicitud, ha decidido blindar la isla de Gotland, territorio de la zona del mar Báltico, que se encuentra vulnerable a la invasión rusa tras considerarse inamistosa por Moscú.
Si la adhesión de ambos países llega a buen puerto, los 30 países integrantes de la OTAN deberán ratificar la membresía de ambas naciones europeas. Dicho trámite podría demandar un período de duración de entre cuatro meses a un año, aunque se estipula que se lograría resolver en un menor lapso de tiempo para el beneficio de ambas partes.
La posible amenaza a Rusia
Sobre el posible acceso de Finlandia, el Kremlin resaltó que dicha adhesión supondría una amenaza para Rusia. Al respecto, explicó: “La siguiente expansión de la OTAN no hace que el continente sea más estable o seguro”. Frente al conflicto con Ucrania, Rusia realizó los cálculos de riesgo que generaría la inclusión de países vecinos a la Asamblea. Desde el portavoz de la presidencia rusa, Dimitri Peskov, confirmó que “definitivamente” sería una amenaza para Moscú.
Con el ingreso de Finlandia, la frontera de la OTAN quedará aún más cerca de Rusia; casi 1400 kilómetros de línea en común, que fortalece la posición de la Alianza en una zona próxima de gran interés económico y geoestratégico para Moscú: el Ártico.
De esta manera, Rusia amenazó a Finlandia con “represalia de carácter militar” si ingresa a la OTAN, dado que acusa que la adhesión “causará graves daños a las relaciones bilaterales”. Dentro de la misma línea, afirmaron: “Helsinki debe ser consciente de la responsabilidad y de las consecuencias que implican tal paso”. Vladimir Putin ha respondido que “tú has provocado esto” al presidente finlandés.
La posible incorporación tanto de Suecia y Finlandia a la OTAN resultaría ser un efecto colateral inesperado en relación a la invasión de Rusia a Ucrania. Con dicha decisión militar de “conquista” es que Putin y los estrategas del Kremlin justifican como un modo de alejar a la OTAN de las propias fronteras rusas.
De todos modos, para su sorpresa, generó un efecto contrario, ya que cataloga el enfrentamiento como un error y permite el resurgimiento de la Alianza Atlántica, la cual se fortalece como respuesta a la agresión militar.