Tras 50 años de legalidad, el aborto en EEUU corre peligro. Se trata de una conquista y un derecho adqurido como resultado de la lucha y de las experiencias surgidas dentro del movimiento feminista de los años 60 y 70 y que actualmente puede sufrir un retroceso.
En los últimos días, la filtración de un documento que busca derogar el histórico fallo Roe vs. Wade, puso en agenda la vulnerable situación del derecho al aborto en Estados Unidos. En este contexto, los demócratas presentaron un proyecto de ley que apuntaba a blindar aquel fallo pero que fue rechazado este miércoles por el Senado estadounidense.
De todas maneras, una avanzada contra el derecho al aborto ya había ocurrido en el 2019, cuando en 16 estados aprobaron restricciones para la ejecución de la práctica. Por otro lado, en los últimos años ha crecido el activismo antiaborto en el país y, en el Tribunal, desde el nombramiento de jueces del ex presidente Donald Trump, hay mayoría republicana.
El aborto en Estados Unidos tiene casi cincuenta años de vigencia. Se trata de una conquista que, junto a una serie de derechos sexuales y reproductivos, fue resultado de un momento histórico para el movimiento feminista de ese país. Este período de grandes debates, transformaciones y conquistas, se conoce como segunda ola.
Las olas del movimiento de mujeres
En las décadas del 60 y 70 los feminismos, junto con otros movimientos sociales, estuvieron en el centro de la escena socio-política de Estados Unidos. Allí el sufragio femenino había sido una conquista del movimiento de mujeres en 1920, etapa en la que se luchó por una serie de derechos como el de la educación superior o la igualdad en el matrimonio.
Lo que se conoce como segunda ola, sucede en una etapa de grandes transformaciones laborales y económicas en EEUU y Europa. En este marco, amas de casa, estudiantes y mujeres que recientemente se habían insertado al mercado laboral, comenzaron a hacerse nuevas preguntas y a encontrarse para comprender y dar respuesta a las experiencias similares que estaban viviendo.
Politizar lo personal en la segunda ola
Si en la primera ola habían notado la desigualdad que tenían las mujeres frente a los varones en el ámbito público o político, en la segunda ola descubrieron que esta desigualdad también atravesaba su vida íntima o privada. De esta manera, comenzaron a problematizar el papel de la mujer en la familia y en el trabajo, así como repensar su sexualidad apuntando a una mayor apropiación de su cuerpo.
En aquel período las mujeres sabían poco en torno a su salud sexual y reproductiva y dependían de lo que el médico estaba dispuesto a informarles. Por otro lado, la sexualidad de las mujeres era considerada solo con fines reproductivos, o sea, no se hablaba de la homosexualidad o de experiencias vinculadas al placer.
Nuestros cuerpos, nuestras vidas
El clima socio-político empezaba a transformarse con el ingreso de las mujeres al mercado laboral o su avanzada presencia en los estudios superiores. Además, obras como “La Mística de la Feminidad” de Betty Friedan, “El Segundo Sexo” de Simone de Beauvoir o “Politica Sexual” de Kate Milet, lograron poner en palabras la situación de opresión que vivían las mujeres.
Frente a esta situación, se diseñaron respuestas de lo más creativas. En 1969, en Bostón, grupos de mujeres se comenzaron a reunir para saber más sobre sí mismas. Con la información que surgía en el intercambio de experiencias, lecturas o anécdotas decidieron hacer un curso. La repercusión de esta experiencia fue tal que lo plasmaron en un libro.
Es así como surge la construcción colectiva y autogestionada del manual Our Bodies, ourselves. Este documento, abordaba cuestiones de salud y sexualidad que interesaba a las mujeres, tales como orientación sexual, control de natalidad, aborto, violencia y abuso, embarazo o menopausia. Solo en su primera edición, vendió 240.000 copias.
Los efectos secundarios de las anticonceptivas
Hacia 1970, ocurrían en Hill juicios por los efectos secundarios de la píldora anticonceptiva. En aquel momento, aunque se repartían como caramelos, ni las cajas ni los médicos informaban de lo que podía suceder tras su ingesta.
Es entonces que, de manera escandalosa, un grupo de mujeres enojadas irrumpieron en el Congreso al grito de “Quiero saber cuántos efectos secundarios tenemos que oír antes de que alguien haga algo sobre esas píldoras”.
“Todos los testigos eran médicos y ejecutivos de compañías” relata Marilyn Webb en el documental She is beautiful when she’s angry, “todos hombres” enfatiza. Estuvieron manifestándose en los juicios hasta que consiguen el primer paquete con consentimiento informado
Call Jane
Años antes de conseguir el consentimiento informado de las pastillas anticonceptivas, en Chicago se estaba gestando una experiencia también escandalosa pero subterránea y clandestina. Se trata de una red de abortos que creció a pasos agigantados y que diseñó un sofisticado sistema de funcionamiento. Solo de 1967 a 1973, las Jane realizaron 11.000 abortos.
“En 1964, un amigo me mencionó que su hermana estaba embarazada y al borde del suicidio” relata Heather Booth en el documental She is Beautiful when she’s angry y cuenta que, por una serie de contactos, consiguió un médico que se animaba a realizar un aborto. Luego de aquella joven, como era de esperar, apareció otra y otra y otra.
“En esa época yo vivía en un dormitorio” explica en el documental “así que le decía a la gente que preguntara por Jane”. De esa manera comenzó el funcionamiento de una red que luego desarrolló un sistema sofisticado de trabajo que incluía la rotación diaria de las casas donde se realizaban los procedimientos.
El Fallo Roe Vs. Wade
El servicio de abortos Jane funcionó hasta 1973, año en que se conquistó el derecho al aborto, con el fallo Roe vs. Wade. Se trató de una demanda hecha por Norma McCorvey a Henry Wade, fiscal de distrito del condado de Dallas, por el caso de Jane Roe, una mujer que quería abortar en Texas.
La resolución de ese caso fue la legalidad del aborto en Estados Unidos bajo la Decimocuarta Enmienda a la Constitución. Hoy, casi cincuenta años después, el fallo corre riesgo de ser anulado.