La organización internacional de protección animal Sinergia Animal realizó una encuesta de opinión sobre el sistema de producción de huevos en el país, que utiliza jaulas en batería. Esta demostró un significativo nivel de desacuerdo con los bajos estándares de bienestar animal y el uso de jaulas de confinamiento en Argentina.
La encuesta fue realizada por la empresa de investigación de mercado del proveedor de datos IPSOS en conjunto con la Organización No Gubernamental (ONG) internacional Sinergia Animal. Según la investigación, el nivel de rechazo hacia el sistema de producción de huevos en el país es alto entre las mujeres, las personas mayores de 30 años y les residentes del Área Metropolitana de Buenos Aires. Además, están dispuestas a reducir el consumo de productos de origen animal.
La jaulas en batería es un sistema que confina a cada gallina a un espacio menor al de una hoja A4. La encuesta sostiene que más de la mitad de les argentines se opone en alguna medida a este método de producción.
Por otro lado, la investigación arrojó que el 60% de les argentines que formaron parte del estudio, están a favor de las leyes de transparencia. Estas obligarían a les proveedores a etiquetar los envases de los huevos. De esta forma, informarían los estándares de bienestar animal y los diferentes sistemas de producción utilizados.
La gerenta de asuntos corporativos de Sinergia Animal en Argentina, Romina Viscarret, dialogó con Nota Al Pie para conocer más sobre los sistemas de producción de huevos
La mayor producción de huevos en el país es la que proviene de jaulas en batería
La ONG internacional Sinergia Animal trabaja en países del Sudeste Asiático y Latinoamérica para disminuir el sufrimiento de los animales explotados por la industria alimentaria. Además de promover una alimentación más compasiva y saludable.
En diálogo con Nota Al Pie, Viscarret explicó que casi el total de la producción de huevos se realiza en jaulas de batería. Al respecto, detalló que se trata de “uno de los sistemas más crueles en contra de los animales y el de mayor sufrimiento para las gallinas”.
Esto se debe a que, en cada jaula, “viven hacinadas entre siete y 15 gallinas; quienes pasan casi toda su vida encerradas antes de ser enviadas al matadero”. Como consecuencia, las gallinas sufren una restricción extrema del movimiento. Por ejemplo, no pueden estirar sus alas por completo y la falta de ejercicio les genera malformaciones y osteoporosis.
Asimismo, “tampoco pueden llevar a cabo los hábitos propios de la especie: como anidar; picotear el suelo; darse baños de polvo y perchar. Comportamientos clave para su bienestar”, agregó la vocera de la ONG.
Con respecto a la investigación, sostuvo: “Nos interesaba identificar el grado de conocimiento de los argentinos sobre la producción de huevos a nivel nacional”. Además, pretenden descubrir “el nivel de adhesión a propuestas legislativas que buscan garantizar el acceso a la información sobre el origen y sistema de producción de los huevos”.
Promover la ley de etiquetados
Sinergia Animal y la Asociación Coordinadora de Usuarios, Consumidores y Contribuyentes (ACUCC) trabajan en conjunto por la aprobación del proyecto de ley que promueve el etiquetado con información básica sobre la producción de huevos en el país. Esto debido a que consideran que ese tipo de información es fundamental “para que los consumidores puedan tomar decisiones más conscientes”.
El proyecto de ley que se presentó en 2021 pide que se etiquete el packaging de los huevos según su sistema de producción: jaula, galpón, campero u orgánico.
En la misma línea, Viscarret comentó que de esta forma buscan “visibilizar la vida que tienen las gallinas y evitar la publicidad engañosa”. Al respecto, la gerenta de asuntos coorporativos de Sinergia Animal mencionó que, a veces, se venden huevos “cuyos empaques tienen fotos de gallinas en áreas verdes”. Cuando en realidad “fueron producidos en jaulas crueles que privan a los animales de toda posibilidad de llevar a cabo sus hábitos naturales”.
En referencia a la diferencia entre los productos, Viscarret, expresó que por medio del etiquetado, se podría distinguir “entre un huevo que proviene de una gallina encerrada en una jaula durante toda su vida”. De aquellos productos “provenientes de animales que vivieron en un galpón o tuvieron acceso al exterior”.
Por otro lado, destacó que en la actualidad las personas “están más preocupadas por cómo se trata a los animales en los procesos de producción de alimentos”. Pero con la norma vigente “no tienen herramientas para tomar decisiones más éticas”.
Por medio de la página web de Etiquetado de Huevos Ya, las personas pueden informarse “y escribirles a los legisladores para que traten y aprueben el proyecto que dará más visibilidad a todos sobre el origen de los productos que consumen”, agregó Viscarret. A su vez, lanzaron una petición a través de Change.org, en donde les argentines pueden sumar su apoyo con una firma.