El pasado 20 de abril se celebró el día mundial de la marihuana. En este marco, se realizó en Corrientes el Reventón 420, un encuentro cultural que reunió a distintes feriantes y expresiones artísticas para reivindicar la lucha por la legalización de esta planta. El evento tuvo lugar en el Espacio Cultural Mariño y se apeló a la reivindicación del consumo adulto y responsable.
Nota al Pie habló con Juan Manuel Quintana y Edgar Billordo, organizadores del evento, quienes aseguraron que el objetivo es plantear una discusión sobre el tema y lograr legislaciones que permitan el consumo responsable y la tenencia de plantas de marihuana.
Es la primera vez que Corrientes es sede de un evento de tal magnitud, sin embargo, años anteriores se realizaron reuniones más pequeñas en torno al tema. “Esto es un impulso para visibilizar la temática y el consumo adulto de cannabis. Detrás de esto hay mucha gente, que son nuestros amigues y que son buena onda con la movida y con esta causa que es la que no une”, dijo Billordo.
Por su parte, Quintana aseguró que la idea se venía gestando hace un tiempo, pero “hace poco más de dos semanas activamos y la suma de voluntades fue instantánea”. Aseguraron, además, que el evento fue autogestivo, pero que no descartan que “el día de mañana se pueda contar con fondos para financiar, para seguir; pretendemos que el evento crezca y la gente pueda participar”.
En busca de una legislación
Actualmente existe una legislación que es la 27.350, sancionada en el 2017. La normativa tiene por objetivo establecer un marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y/o paliativo de la planta de cannabis. Sin embargo, por ejemplo, desde la ONG Mamá Cultiva aseguran que la ley no contempla el autocultivo, el cultivo solidario y el cultivo comunitario.
En este sentido, Billordo reflexionó acerca de esta regulación, ya que promueve opciones de investigación y conocimiento. También señaló la demanda de un marco legal para el consumo y producción ya que “se puede convertir en una salida laboral ya sea de la planta o de sus derivados”. Asimismo, dijo que hoy una persona que porta cannabis es detenida, “pero con una legislación, el día de mañana puede estar afiliado a un sindicato, en blanco, gozar de derechos”.
Los organizadores plantearon que una producción personal asegura una mayor calidad en los productos derivados de esta planta, y que por eso “hace falta tener un marco legal para reconocer a los consumidores”. En esta línea marcaron que en la actualidad les consumidores son les más estigmatizades. Por el consumo de cannabis se “pueden generar un montón de problemas, y que en la medida en que no afecten a terceros no deberían (generar problemas)”, concluyeron.
En este sentido, también manifestaron que uno de los problemas de la ilegalidad es que “quien no puede acceder a un cogollo (parte de la planta) termina consumiendo lo más barato, que no es de calidad y daña aún más”. Por tal motivo, también denominan a esta problemática como injusticia social, “son los más vulnerables quienes terminan consumiendo esa droga que está en mal estado”, denunciaron.
Discusiones actuales
El consumo de marihuana es algo que está instalado en distintos sectores de la sociedad. El pedir una legislación, ya sea para uso medicinal o de producción y consumo sin prescripción médica, también permite que el tema tenga un abordaje analítico desde distintos aspectos.
En este sentido, Quintana reconoció que uno de los resultados de una legislación sería contar con información científica acerca de los pros y contras del consumo de esta planta. “Sabemos que hay riesgo de un consumo problemático, que el humo hace daño a los pulmones, y también queremos concientizar sobre eso”, aseguró.
Luego expresó que es clave contar con información, y con regulaciones o políticas públicas “que desarrollen investigación científica y que arrojen resultados para poder tomar las decisiones con mayor autonomía. Saber qué me estoy fumando, cómo me va a pegar o cómo poder cambiar hábitos”.
Billordo hizo hincapié en cómo se da actualmente la comercialización, que es otro de los aspectos que cambiaría con un marco legal. “Hoy se recurre a un tipo que ofrece marihuana, cocaína, pastillas o quién sabe qué cosa, mientras que podría ser una farmacia o un comercio que venda un producto regulado y que no se lo va a vender a un mayor de edad y no a un pibe”, comentó.
La otra cara de la lucha contra el narcotráfico
Tanto Billordo como Quintana comentaron que vivieron episodios de violencia en las ocasiones en las que fueron detenidos por portación de marihuana. En el caso de la provincia de Corrientes, la División de Toxicomanía es la encargada de aplicar las políticas contra la lucha del narcomenudeo y ejecutar los operativos correspondientes.
Aún así, los testimonios de abuso de poder y de autoridad son moneda corriente. “Yo caí un montón de veces (detenido). Pero muchas veces depende de si le gustó o no tu cara, cómo le caíste”, dijo Billordo. Por su parte, Quintana relató que “en una oportunidad yo hice una denuncia penal (contra les guardias) porque me agarraron, me violentaron y me golpearon”.
Por este motivo volvieron a acentuar que “la deuda es con los usuarios, porque hay un sistema ineficaz, que no funciona. Porque la prohibición no hace que nadie fume y si caemos nos agreden”. Billordo agregó que “nos pegaron y todo por tener un porro en el bolsillo, y entonces pareciera ser que eso le da el poder a la policía de hacer lo que quieran con uno”.
Una planta en casa
Los organizadores comentaron que una planta de marihuana tiene dos procesos: el de vegetación y el de la flora. El primero de ellos tiene que ver con el desarrollo y el crecimiento, que está dado en la etapa del año en que hay más de doce horas de luz solar. “Abril es un mes asociado a la marihuana porque después de la vegetación viene la flora, que suele consistir entre 60 y 90 días”, comentó Billordo.
En este sentido, comentaron que el tiempo estimado de producción es de seis a ocho meses. “Cuando la planta cambia de ciclo deja de crecer y empieza a producir la flora, que es lo que se termina consumiendo”, aseguraron. Para finalizar remarcaron la importancia de la convocatoria, en la que se destaca la gente que consume y le interesa el tema.
En cuanto a las proyecciones dijeron que “esperamos que en el futuro sea legal, o se despenalice. Lo veo más como un reconocimiento de derecho”. Billordo agregó que “hay un discurso que dice que ‘la sociedad no está preparada’ pero yo no puedo esperar a que lo esté porque mientras tanto soy estigmatizado y ya conocemos lo que es la violencia policial”.