La semana pasada, en un nuevo capítulo de una avanzada evidente, el dueño de Tesla, Elon Musk hizo una oferta por el 100% de las acciones que tiene Twitter en la bolsa de valores. Además, aseguró que una vez concretada la compra quitaría a la red social del mercado, convirtiéndola en una empresa de capitales completamente privados.
Hace dos semanas el empresario adquirió un poco más del 9% de la participación de la red social en Wall Street. En esta ocasión advirtió que esta es su única y final oferta, y que si no es aceptada deberá considerar su posición como accionista mayoritario. Por su parte Twitter resiste la embestida ganando tiempo con otras estrategias.
¿Qué es una OPA Hostil?
Dentro del mercado bursátil una OPA hostil es una “oferta pública de adquisición”, por sus siglas en inglés. Se considera “hostil” porque el intento de adquisición no recibió aprobación (ni siquiera consulta) de la mesa directiva de la empresa que se intenta comprar.
Twitter confirmó la recepción de la oferta el pasado 14 de abril cuando Musk ofreció US$54,20 en efectivo por acción. Totalizando en más de US$40.000 millones la adquisición. Si bien el valor fluctúa bastante durante estos días, el precio actual de cada acción en el mercado ronda entre los US$45 y los US$48, desde que se conoció la oferta.
“La libertad de expresión es un imperativo para una democracia funcional”
En el documento firmado por Elon Musk y enviado a la junta directiva de la red social pueden leerse pasajes muy concretos acerca de sus planes para con la empresa y su lucha por la “libertad de expresión”.
“Invertí en Twitter porque creo en su potencial para ser la plataforma para la libertad de expresión en todo el mundo, y creo que la libertad de expresión es un imperativo social para una democracia funcional”, define el empresario apenas comienza su breve misiva.
También dice que Twitter no prosperará, ni cumplirá con este potencial en la forma actual que tiene. Por último, el empresario detalla que necesita transformar la empresa en privada (retirarla de la bolsa) para poder desbloquear dicho potencial.
Twitter resiste la embestida (por ahora)
La plataforma, asesorada por el conglomerado Goldman Sachs y el JP Morgan, consideró insuficiente la oferta e implementó una medida temporal que llamó “plan de derechos de los accionistas”. Esta técnica es conocida también como “poison pill” (píldora envenenada) e intenta diluir las posibilidades de adquisición hostil.
Se trata de un plan corporativo que impone dos condiciones principales que actúan de modo defensivo. Se activan solo si una entidad, persona o grupo adquiere la titularidad real del 15% de las acciones existentes sin la aprobación de la junta.
Esto reduce la probabilidad de que alguien obtenga el control de Twitter sin pagar una “prima” de control adecuada. También permite a sus accionistas comprar más títulos a menor precio, diluyendo así la participación del comprador hostil.
Las polémicas aventuras de Elon Musk en redes
No es la primera vez que el empresario influye en el valor de los mercados que operan en Wall Street. En agosto de 2018 la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por su siglas en inglés) sancionó al sudafricano por fraude.
Musk tuiteó en ese entonces que poseía el capital para comprar la totalidad de acciones de Tesla y sacarla del mercado bursátil, similar a lo que pretende hacer en Twitter. Tesla es la principal empresa fabricante de autos eléctricos del mundo y fue fundada por el magnate en 2003.
Esto elevó el precio de las acciones por la especulación generada por el CEO de la misma empresa. Por esta razón la SEC sancionó al empresario con US $20 millones, otros US$20 millones a Tesla y su renuncia por 3 años al frente de la compañía. Además, recibió la tutela y el control sobre sus redes sociales para evitar acciones similares en el futuro.
El magnate y el bitcoin
Si bien hay muchos más ejemplos de su accionar, destaca también un anuncio público que hizo en febrero de 2021 cuando tuiteó que había adquirido US$1500 millones en Bitcoin, la criptomoneda mejor valorada, y que su empresa Tesla comenzaría a aceptarla en sus transacciones.
Si bien dicho tuit elevó la cotización de la criptomoneda a valores históricos en pocos días, luego el empresario se desdijo y explicó que finalmente no avanzaría en esa dirección por el costo medioambiental de sostener la red que hace funcionar el Bitcoin. En efecto, esto ocasionó el desplome del valor en el mercado para la criptomoneda y que Musk obtuviera más antipatía por parte de la sociedad.