El “Monstruo de Chiclayo”, como lo llaman en Perú, secuestró, torturó y abusó sexualmente de una niña de 3 años. Este hecho generó conmoción y bronca en la gente, que hasta incluso salió a las calles para solicitar su pena de muerte.
Después de este episodio, el presidente peruano, Pedro Castillo, propuso el sábado por la tarde la castración química obligatoria para quienes abusen sexualmente de menores de edad, adolescentes y mujeres. Aseguró que esta medida debe ser debatida y aprobada en el Congreso e incluida en el Código Penal.
En ese sentido, Castillo expresó: “Exhortamos al Congreso de la República respaldar medidas concretas en favor de los más vulnerables. No podemos seguir tolerando estos hechos violentos que dañan nuestra integridad como sociedad y destruyen la vida de indefensos”. Además, sostuvo: “Basta ya de tanta violencia, los crímenes de violencia sexual contra los niños no serán tolerados por este gobierno, ni quedarán impunes”.
La medida ya había sido planteada con anterioridad, pero sin éxito en su reglamentación. Organismos internacionales de Derechos Humanos se oponen debido a que atenta contra la integridad física del agresor. Aun así, esta técnica ya se aplica en Rusia, Moldavia, Corea del Sur, en algunos Estados de Estados Unidos, Indonesia y Polonia.
Castración química
La castración química se trata de una técnica médica para bloquear el impulso sexual en los hombres. A través de sustancias que se inyectan en el cuerpo, se inhibe el eje hormonal que regula la libido. El objetivo es reducir los niveles de testosterona, ya que tienen efecto en el deseo e impulso sexual de los hombres.
Este efecto comienza a producirse luego de 28 días de recibir las sustancias. La medicación debe ser aplicada de forma mensual, trimestral o semestral, para lo cual debería haber una supervisión en el tiempo dentro de las cárceles donde estén detenidos los acusados de violencia sexual.
“Lo complicado es el costo y la vigilancia de que los medicamentos lleguen dentro de un penal, donde hay una logística muy complicada. Entendemos que el sistema penitenciario tiene enormes falencias alimentarias, humanitarias, entre otras”, informó Alberto Tejada, exministro de Salud y urólogo, en una entrevista a Canal N.
Voces en contra
Para el ex ministro de salud peruano, esto no es la solución, porque no se está abordando la salud mental de los agresores. Explicó que en los violadores el problema está en el cerebro y no en sus genitales ni en sus hormonas. “Por lo que el deseo de castigar a un violador con la castración química trata de mitigar un tema de fondo, porque se ha visto que muchos de ellos, o han sido violados o pueden ser violadores reincidentes”, agregó.
Considera que detrás de los abusadores hay problemas de salud mental que deben ser atendidos desde un punto más mental que hormonal. “Bajar la libido no los desenfoca de cometer sus delitos, sino se necesita de una atención especializada en psiquiatría”, cuestionó.
Por su parte, Matilde Cobeña, abogada adjunta para la Niñez y Adolescencia de la Defensoría del Pueblo de Perú, también se expresó en contra. “La castración química es una medida ineficiente para los delitos contra la libertad sexual”, indicó. Agregó que ya poseen las máximas penas y esto no ha disuadido a los agresores.
Nuevo Perú, un movimiento de izquierda, expresó que ni la castración química ni la pena de muerte son soluciones ante los hechos de violación sexual. “Los sectores que proponen la castración son los mismos que bloquean los derechos de las mujeres”, añadieron.
Wilson Soto Palacios, quien es Congresista de Perú Libre, recordó que, en el año 2018, el Congreso aprobó la Ley 30838 con el fin de “fortalecer la prevención y sanción de los delitos contra la libertad e indemnidad sexuales, donde se incluyó la castración química, que tuvo informes desfavorables de instituciones y especialistas”. Esto tuvo como resultado el endurecimiento de las penas hasta llegar a la cadena perpetua. Por eso, exige que se cumpla con la ley.
Voces a favor
Dentro del sector político de Perú también hay quienes están de acuerdo con esta propuesta. Uno es el caso de Elizabeth Medina, Presidenta de la Comisión de la Mujer del Congreso. En declaraciones sostuvo: “personalmente, yo apoyo ese proyecto, porque ya se tienen que tomar medidas drásticas frente a estos hechos que vienen ocurriendo en nuestro país”.
Por su parte, el ex candidato presidencial Yonhy Lescano propuso también la castración química. Según explicó, “en otros países con esta pena han bajado las violaciones”. Agregó además que “En el Perú no se quiso aprobar por mezquindad, ahora no tenemos cómo defendernos ante estas horribles agresiones. Volveremos a presentar el proyecto”.
Además, el exministro de Justicia y Derechos Humanos, Juan Carrasco, expresó su acuerdo con la propuesta, en conjunto con la cadena perpetua.
Situación en Argentina
En nuestro país, los Derechos Humanos presentes en la Constitución Nacional impiden el desarrollo de este método. En varias oportunidades esta propuesta fue presentada, pero sin éxito de implementación.
Quizás por sus siempre polémicas declaraciones, el proyecto presentado por Alfredo Olmedo es el más recordado. En varias oportunidades, el ex diputado por el PRO impulsó la incorporación de la castración química al Código Penal. Tenía la particularidad de también incluir la castración física, es decir, la cirugía para extirpar los testículos. «Castración química al abusador y física al que violó, por ejemplo, a Julio Grassi», señaló Olmedo en una entrevista a Radio La Voz.
Esto desencadenó el rechazo desde el ámbito legal y judicial por incumplir los tratados de Derechos Humanos que forman parte de la Constitución. Algunas de las voces en contra fueron las del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Necochea y la abogada Mariana Rodríguez-Pareja, directora del Área de Derechos Humanos de Asuntos del Sur.
En Mendoza, Celso Jaque, quien gobernaba en 2009, propuso debatir con un comité de expertes la castración química para los violadores reincidentes, una iniciativa que tampoco prosperó.