James Parkinson fue un destacado médico británico considerado pionero de la neurología clínica, que nació el 1ª de abril de 1755 en Hoxton, Londres. Entre los numerosos estudios de medicina que realizó, escribió en 1817 su estudio sobre “An Essay on the Shaking Palsy” (Ensayo sobre la Parálisis Agitante). Fue la primera persona en describir la condición que hoy conocemos como enfermedad de Parkinson.
En homenaje al aniversario de su muerte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró en 1997 el 11 de abril como el Día Mundial del Parkinson.
El objetivo de esta fecha es difundir información para visibilizar y concientizar a la sociedad en general sobre esta enfermedad que afecta a millones de personas en el mundo.
Nota al Pie conmemora este día brindando información útil para reconocer los síntomas iniciales y poder acceder a un temprano diagnóstico y tratamiento.
Qué es el Parkinson
Cuando James Parkinson descubrió la enfermedad, lo hizo basándose en la observación de seis casos vistos en su vida cotidiana cuando realizaba sus caminatas diarias por el vecindario. A estos casos observados los llamó “parálisis agitante.”
Según la propia definición del neurólogo se trataba de manifestaciones caracterizadas por “movimientos involuntarios de carácter tembloroso; con disminución de la fuerza muscular que afectan a partes que están en reposo y que incluso provocan una tendencia a la inclinación del cuerpo hacia delante y a una forma de caminar a pasos cortos y rápidos”, donde los sentidos y el intelecto permanecen inalterados.”
Tal como lo definen diversas enciclopedias médicas en la actualidad, el Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa del sistema nervioso. Un tipo de trastorno del movimiento. Ocurre cuando las células nerviosas (neuronas) no producen suficiente cantidad de una sustancia química importante en el cerebro conocida como dopamina. Algunos casos pueden ser genéticos pero la mayoría no parece darse entre miembros de una misma familia y los especialistas aseguran que también influyen factores ambientales como podría ser, por ejemplo, la exposición a agrotóxicos.
Esta enfermedad no tiene cura, pero el diagnóstico temprano ayuda a controlar, en la medida de lo posible, de forma rápida y efectiva los síntomas que provoca.
Si bien el tratamiento requiere del uso de fármacos, en los últimos años surgieron otras terapias no farmacológicas para reforzar junto a los medicamentos, el control de la enfermedad con el propósito de mejorar la calidad de vida de quien la padece.
Algunos datos sobre el Parkinson
Según informa la OMS el Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente después del Mal de Alzheimer. Se estima que para 2030 su prevalencia se duplicará y afectará a unos 9 millones de personas en el mundo.
En la Argentina afecta aproximadamente a 90 mil personas y la cifra de hombres y mujeres menores de 50 años que sufren esta patología se encuentra en aumento.
Frente a estos datos resulta indispensable continuar avanzando en el campo de la investigación con la esperanza de hallar una cura para esta enfermedad.
Cómo ayudar a una persona que padece la enfermedad
Las personas que reciben el diagnostico de Párkinson son muchas veces objeto de estigmas sociales; e incomprendidos por su entorno, debido a los síntomas externos que produce la enfermedad.
En los últimos años la aparición de libros, series y películas que abordan el tema han ayudado a darle mayor visibilidad y contribuir de esta forma a una mejor comprensión y aceptación de la sociedad sobre esta enfermedad.
La mejor forma de ayudar a una persona que padece Parkinson es acompañar sin estigmatizar; y comprender el sufrimiento que genera el lento y progresivo deterioro neurodegenerativo.