jueves 26 de diciembre de 2024

Calles Solidarias: una organización dedicada a ayudar personas en situación de calle

Nota al Pie dialogó con Raquel Meoniz, integrante del proyecto de la Zona Oeste del Gran Buenos Aires.
Calles Solidarias
Calles Solidarias se fundó en mayo del 2013 y lleva casi nueve años de actividad en Morón. Créditos: Facebook Calles Solidarias.

Frente a las necesidades que complejizan la vida en el Oeste del Conurbano bonaerense nació en 2013 la organización sin fines de lucro Calles Solidarias. Fue entonces cuando estudiantes de la Universidad de Morón comenzaron a entregar platos de comida a personas en situación de calle; trabajo que pueden llevar adelante gracias a las donaciones que reciben.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC), en el Gran Buenos Aires se registró un 42,3% de personas pobres y un 10,5% en situación de indigencia. El informe del último semestre del 2021 describe la realidad nacional.

Es en este contexto que nace Calles Solidarias. Para conocer más sobre la historia y el rol de la organización, Nota al Pie conversó con Raquel Meoniz, integrante del proyecto. 

“Cada miércoles y domingo hay gente que cocina en sus propias ollas, llevamos bebidas calientes en termos y realizamos actividades para los más pequeños”, explicó Meoniz. De esta forma, se concentran en la Plaza La Roche de Morón, ubicada justo en frente a la estación del Tren Sarmiento, del lado sur de la localidad moronense.

En consecuencia, se realiza una planificación para definir el plan de distribución de las viandas. La entrevistada contó que “algunos voluntarios se quedan en la plaza y otros salen con autos a repartir la comida a los sitios donde duermen las personas”. Sin embargo, no es la única tarea que la organización lleva a cabo. 

“Todos los días surgen cosas nuevas y es un laburo en el que hay que estar las 24 horas los siete días de la semana. No es solo resolver lo que aparece sino también pensar nuevas actividades para realizar”, comentó la organizadora.

Historia de Calles Solidarias

Desde hace casi nueve años, esta organización trabaja para asistir a todas las personas que necesiten un plato de comida o colecta; o busquen una actividad. En este contexto, Meoniz afirmó que “un chico llamado Santiago vio que se hacían recorridas en Capital y trajo la idea para Morón”.

En principio, de acuerdo a lo que narra la organizadora, Calles comenzó con la entrega de comida, bebidas y abrigos. Los voluntarios recorrían con las ollas y compartían el plato de comida en la Plaza La Roche en Morón. Sin embargo, Meoniz explicó que ahora existe un recorrido confeccionado con anticipación para realizar la distribución de la comida.

Calles Solidarias
Les voluntaries ponen a disposición su hogar para cocinar la comida que luego se entrega en determinados puntos de la localidad. Créditos: Facebook Calles Solidarias.

“Arrancamos con una olla para 20 personas y hoy en día por noche comen alrededor de 150 personas. A la plaza se acercan entre 80 y 130 personas. Y en la recorrida son 30 aproximadamente”, certificó. Por esta razón, el crecimiento de la organización es muy grande y cada vez se asiste a un mayor número de personas. Esta situación implicó la redistribución del voluntariado en cada salida para estar presente en diversos sitios del municipio.

En este sentido, el nivel organizacional de Calles Solidarias fue un punto clave para la realización de las tareas; y para ello existen varios grupos de voluntaries. “Los que vienen a las recorridas son unas 40 personas, quienes cocinan también son 40 y, además, hay personal para el transporte. Ahora bien, somos seis personas las que tomamos decisiones y organizamos”, aseveró.

Metodología de trabajo

La labor de la organización demanda un importante proceso de estructuración de roles y funciones. La integrante de Calles Solidarias confirmó que el primer paso es el pedido y recolección de donaciones. Luego, se clasifica y entrega. La división del trabajo y la segmentación de las tareas es el esquema elegido.

“Organizamos agendas mensuales donde ya sabemos quiénes cocinan cada noche. Cada uno tiene una actividad. Al no tener un espacio físico, cada voluntario cocina o prepara las cosas desde sus casas”, reafirmó Meoniz. En este escenario, su rol dentro de la organización es fundamental, puesto que está a cargo de gestionar el correcto funcionamiento de todas las tareas.

Otra de sus principales funciones es informar y asesorar a les nueves integrantes ante cada actividad a realizar. Además, la organizadora aseguró que “siempre se encarga de transmitir que Calles no es sólo el plato de comida porque hay mucho laburo detrás”. Por esta razón, la apertura a convocatorias de voluntaries es esencial para cubrir todos los roles necesarios.

Frente a esta necesidad, la participación de quienes forman parte del equipo es crucial y más aún porque el vínculo con el Municipio, pese a ser bueno, es discontinuo. “No tenemos mucha relación. Quizás los tiempos o las prioridades que manejan no son las mismas que las nuestras y hay cosas que no pueden esperar”, explicó la entrevistada.

Calles Solidarias
El domingo 17 de abril se realizará un encuentro en Plaza La Roche y se entregarán huevos de pascuas. Créditos: Facebook Calles Solidarias.

El impacto de la pandemia

La explosión del Covid-19 afectó al mundo y la Argentina no fue una excepción. Por esta razón, la realidad impactó en forma directa el trabajo de la organización. De hecho, Meoniz reconoció que “la pandemia cambió en gran parte lo que es y lo que hacía Calles. Pasamos de tener contacto y charlas con las personas a sólo entregar la comida e irnos”.

En este contexto, Calles Solidarias tomó todos los recaudos necesarios para evitar posibles contagios. Entregaban las viandas listas para consumir para evitar permanecer mucho tiempo en contacto con les vecines de Morón. “Dejamos de lado todos los festejos, los abrazos y el escuchar al otro”, aseguró la integrante de la organización.

Sin embargo, la demanda siguió en aumento. Pese a los temores por la pandemia, la gente acudió a la plaza para buscar su plato de comida. Tal es así que Meoniz confirmó que “había padres que caminaron 50 cuadras para buscar la cena”. De esta forma, la llegada del virus resignificó aún más la importancia del rol de la institución.

“Cuando arrancó la pandemia nos dimos cuenta de la importancia del plato de comida, porque la gente no comía nada en todo el día. No tenían donde pedir”, afirmó. Ahora bien, las actividades se reactivan y se aceptan donaciones de alimentos no perecederos en comercios de la zona. Además, a través de las redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram o su correo electrónico) se puede acordar la donación de verduras, carne, pollo y hasta huevos de pascuas.

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