En el marco del Día Mundial de la Salud, la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA) envió una carta al presidente de la Nación, Alberto Fernández. En la misma le solicita que mantenga su postura como co-patrocinante respecto al pedido de flexibilización de las patentes. Este pedido también incluye la liberación de la propiedad intelectual sobre vacunas, medicamentos y tecnologías referidas al abordaje del Covid-19.
Hace más de un año y medio que India y Sudáfrica presentaron la propuesta de exención de los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual (ADPIC), para que se liberen las patentes de vacunas, medicamentos y tecnología asociada al Covid-19. Desde Fesprosa consideran que “hay un monopolio relacionado con la propiedad intelectual que permite a las grandes corporaciones farmacéuticas impedir que otros laboratorios produzcan y vendan tecnologías sanitarias que salvan vidas”.
Además, informaron que hace dos semanas se filtró a la prensa un texto con un supuesto compromiso alcanzado por el Diálogo de Seguridad Cuadrilateral (QUAD, por sus siglas en inglés), un foro estratégico conformado por India, Sudáfrica, Estados Unidos y la Unión Europea (UE)”. En ese sentido, señalan que dicho documento “traería más dificultades a los países para aumentar la producción de tecnologías sanitarias, ya que crearía más pasos para aplicar las flexibilidades existentes en el acuerdo ADPIC”.
Por eso, a través de la carta, piden que Argentina no respalde el texto filtrado, llamado “texto de compromiso”, y que vuelva a la propuesta original de India y Sudáfrica. La exención debe cubrir todas las tecnologías sanitarias, no sólo las vacunas. También no debe no tener restricciones geográficas y debe aplicarse a todas las formas de derechos de propiedad intelectual. La carta fue firmada por trabajadores de la salud, de otros servicios públicos y organizaciones sociales.
Para conocer más al respecto, Nota al Pie dialogó al respecto con María Fernanda Boriotti, presidenta de Fesprosa.
"Por la salud de todos los ciudadanos, por la #Salud de la población mundial, por el acceso real a la salud, en este #DíaMundialDeLaSalud, vamos por la caída de patentes de #vacunas, medicamentos y tecnologías contra el #COVID19", expresa @MFerBoriotti, presidenta de @Fesprosa. pic.twitter.com/f0wOoPPBJS
— Prensa FESPROSA (@PrensaFESPROSA) April 7, 2022
Propiedad intelectual y salud pública
Desde Fesprosa sostienen que para que se pueda ampliar la producción y salvar más vidas se necesita una verdadera exención de los ADPIC. Las vacunas, los medicamentos y la tecnología tienen un derecho de propiedad intelectual que está regulado por la Organización Mundial del Comercio, como cualquier otra patente.
En 2020, India, Sudáfrica y otros países, entre los que se encuentra Argentina como co-patrocinador, presentaron un proyecto de flexibilización de los ADPIC. Esto se hizo para “así tener mayor disponibilidad y mayor capacidad a nivel mundial para acceder a determinadas y tecnologías, medicamentos y vacunas asociados al Covid-19”, informó Boriotti.
“Se está planteando, además, la liberación del secreto industrial para poder producir. Es decir, liberar no sólo los ingredientes que se necesitan sino también cuál sería la receta para poder producirlos. Estamos hablando de una situación de emergencia como cómo es la pandemia de COVID o las que puedan llegar a aparecer”, agregó la presidenta de Fesprosa.
“Cabe aclarar que estas situaciones ya están contempladas en los estatutos o en las disposiciones de la propiedad intelectual, para que por cuestiones sanitarias los países puedan avanzar sobre las patentes. Esto no se ha cumplido”, denunció.
Además, Boriotti explicó que la diferencia entre el proyecto presentado inicialmente por India y Sudáfrica y el que en este momento se ha filtrado, es que está limitado a las patentes para vacunas. Por lo tanto, queda afuera todo el resto de la tecnología y los medicamentos. “También está limitado geográficamente para algunos países que no hayan exportado más del diez por ciento de vacunas”, cuestionó.
“Así que, con las limitaciones burocráticas que imponen, va a ser más complejo poder acceder a estos insumos tan necesarios para que toda la población pueda tener acceso a medicamentos, vacunas y tecnologías”. Considera que este es un proyecto regresivo que sigue priorizando el accionar de las empresas farmacéuticas y de las empresas de tecnologías médicas por sobre el bien común de la población.