Desde el jueves 31 de marzo se estrenó en el cine Gaumont y hasta el 6 de abril estará disponible el documental “Salir de Puta”. En esta segunda parte de la entrevista la directora Sofia Rocha, cuenta los detalles de la realización del filme, sus motivaciones, cómo integró lo artístico. Y el estreno Mundial de la película por el festival 24th Flying Broom International Women’s Film Festival, en Turquía.
¿Cuál es el por qué de la película?
A las que aparecen en la película, les planteamos que estabamos haciendo esta película, que iban a aparecer ambas posturas, tanto a las trabajadoras sexuales de AMMAR como a las mujeres en situación de prostitución y sobrevivientes de AMADH que es Mujeres Argentinas por los Derechos Humanos; Y a Margarita Meira Madre de Víctimas de Trata, que nos interesaba abordar puntualmente el debate y las que están en la película fueron las que aceptaron dar también el debate porque hay otra que por ahí, ya tienen su postura tomada y no quieren dialogar, cosa que a mí me parece válido.
Son las que ponen el cuerpo y entiendo eso pero sí me parece que hay un desafío del movimiento feminista y sobre todo, las que no ejercemos la prostitución que a veces se dan muy encarnizados ciertos debates y me parece que hay que escuchar a las protagonistas. Hay que entender que hay distintos puntos de vista de las protagonistas.
Entonces no es algo que se pueda saldar fácilmente, creo que hay que pensar en un abanico de políticas públicas. Hay que pensar en qué puntos en común se pueden encontrar sin vulnerar otros derechos que para mí, los tres puntos básicos son: que se deje de perseguir a las personas en prostitución, sea como se consideren, con la identidad que se considera cada una; que se deroguen los códigos contravencionales que las persiguen.
Que el Estado brinde oportunidades laborales y educativas a las personas que quieran salir de la prostitución, algo que piden ambas organizaciones, y que se persigan las redes de proxenetismo y trata. Creo que esos sí son puntos que podríamos luchar en conjunto, en el movimiento de mujeres y feminismos en la sociedad.
¿Qué significa “Salir de Puta”, pensando en las diferentes acepciones de este enunciado?
Salir de Puta tiene esta doble acepción que es la vida en definitiva de las que están en la película, muchas de ellas salen a la esquina y muchas de ellas luchan por salir de la esquina; por las situaciones de violencia que sufrieron y porque hay |una parte que lo considera una trabajo y otra que no y a mí me interesaba abordar ambas posturas, entonces el título es dual y también juega en realidad con la típica frase de los clientes o prostituyentes; depende de qué lado te pares, digamos de «salir de putas», entonces como este es un documental desde el punto de vista de las protagonistas, sacarle la S es bueno, enfocar desde ellas la historia.
Entonces tiene como este triple significado que a mí me gustó y estuvo bueno encontrarle la vuelta. También quería que aparezca la palabra puta» porque creo que va de frente con el tema que plantea, es una palabra que también genera un montón de conflictos. Porque para algunas es una palabra reivindicativa y para otra parte, no. Pero creo que tiene ese impacto que atrae también al espectador a ver de qué se trata esto.
¿Cómo fue presentar la peli en Turquía, cómo la recibió el público?
En Turquía, como fue todo virtual, porque además estábamos en plena pandemia, no pudimos tener una devolución del público; pero sí tuvimos una devolución de las organizadoras del festival que estaban bastante maravilladas con la película porque ellas por ahí allá no tenían el debate de si es un trabajo o no. O sea como que está bastante regulado por decirlo de una forma, está como muy aceptado socialmente y no es un debate que surja a este nivel en el feminismo, por lo menos, lo que ellas me transmitieron.
Ellas usan el concepto de trabajadora sexual y listo. El concepto de persona en situación de prostitución no está, porque es esto, no aparece el debate en sí. Entonces les interesó mucho esto; que apareciera en debate, que apareciera la parte histórica, de la prostitución. Y lo que me dijeron fue: «bueno vamos a repensar un montón de cosas que tenemos en función de ver este debate, que existe en otros lados”. Más allá de Argentina en otros países.
Así que tuvo muy buena repercusión y también lo bueno que tuvo es que habilitaron el link online para Argentina, entonces fue como una especie de preestreno online que permitió que en plena pandemia se pudiera ver acá que estábamos todos encerrados. Fue un buen impulso para la película, acá lo tomaron un montón de medios también, tuvo mucha repercusión.
Impacta también cómo integra lo artístico, ¿Cómo fue la selección de las obras que aparecen en la película?
La selección de obras de o artístico fue bastante difícil seleccionarlas porque Valeria Salum que es del Museo de la Mujer Argentina, tiene un montón de obras y para mí es muy ingeniosa, las ideas que se le ocurren. Integra mucho la investigación, ella va a museos en provincia de Buenos Aires que algunos tienen estos registros de prostitutas de la época.
Así que la selección fue en base a su obra que es así fuerte en algún punto, fue seleccionar, la que mostraba cómo era la legislación en la época que Argentina era reglamentarista. Las que por ahí ella tomó más fueron historias de prostíbulos. Ella se enfoca más en ese lugar. Me parece que a veces está bueno integrar con el arte, que nos permite pensar los temas desde otros lados, muchas veces o esto de transformar las vivencias en obras de arte me parece que es un lugar sensible que está buenísimo y que en definitiva, también apunta a eso la película.
Esa fue la noción de incluirlo para también, tener una línea que diera un poco de respiro a los testimonios que son muy fuertes, la verdad y al debate quizá en crudo en sí y al debate que aportara otro nivel en la discusión que fuera este, también la escena que está en la Catedral que habla del origen y la historia de la prostitución.