El pasado viernes 18 de marzo se inauguró la muestra fotográfica “Fracking en Vaca Muerta”. Durante el acto expusieron Pablo Piovano y el Observatorio Petrolero Sur. La misma podrá visitarse hasta el mes de mayo en el Museo del Hambre, ubicado en Av. San Juan 2491, Buenos Aires.
Vaca Muerta es una formación sedimentaria de unos 30.000 km2, ubicada en la meseta de Neuquén, en el norte de la Patagonia Argentina. Allí se aplica la técnica de fracking para extraer hidrocarburos no convencionales, con efectos perjudiciales para el ambiente.
La muestra forma parte de un trabajo que lleva cuatro años en proceso y profundiza el conflicto social y ambiental en torno al fracking, el cual simula una promesa de desarrollo y progreso para el país en un pueblo contaminado que padece incluso hasta sismos, tal y como informó Nota al Pie.
En tanto, el Pueblo Mapuche de Neuquén, que soporta día a día la contaminación de la industria petrolera, actúa como resistencia a ambos lados de la cordillera. En ese sentido, la obra se construye como un desafío que busca visibilizar una esperanza antes de que el fracking se convierta en una realidad de sacrificio socioambiental.
Nota al Pie conversó con el fotógrafo Pablo Piovano para conocer aquello que esconde el fracking en Vaca Muerta. A partir de este trabajo documental, el fotógrafo pudo sentir la crisis hídrica de la cuenca neuquina en el cuerpo y ver la violencia y la ambición con la que se trata a la tierra a través del fracking, la cual flota en el ambiente.
Piovano viajó por primera vez a la zona en 2018 y desea seguir retornando al territorio para profundizar el trabajo. Para él, las historias necesitan el propio peso del tiempo para narrarse.
La Vaca Muerta que no se ve
La exposición se enfoca en eso que oculta Vaca Muerta y que está ausente en los discursos oficiales que hablan de progreso. También habla de lo que los grandes medios de comunicación no quieren informar. Así, a través de fotografías, el autor busca que la conflictividad socioambiental sea vista.
“Cuando el fracking llegó a Argentina, como suele ocurrir con las industrias extractivistas, fueron todas promesas de desarrollo, de trabajo, de bienestar, incluso de seguridad”, explicó Piovano. “Pero lo que hoy vemos son derrames, accidentes, contaminación del aire, suelo y agua, sequía, basureros ilegales y sin el tratamiento adecuado para residuos sumamente peligrosos. Y hasta sismos en lugares donde nunca había temblado la tierra”, agregó.
El fotógrafo considera que todo ello, junto al calentamiento global y lo que generan los combustibles fósiles, es un combo que muy difícilmente pueda relacionarse con el desarrollo. Y eso es lo que busca reflejar en sus fotografías.
A su vez, el trabajo está basado en la resistencia del pueblo mapuche a un lado y otro de la Cordillera de los Andes. “Las comunidades mapuches son las que desde hace una década vienen generando conciencia sobre las consecuencias de esta industria tan agresiva”, expresó Piovano. No obstante, también resaltó que son quienes conviven con esa contaminación a diario y quienes están defendiendo la tierra y el agua que es de todes.
Documentar para conocer
Piovano decidió realizar una muestra fotográfica y documentar sobre este tema porque se conoce muy poco de Vaca Muerta. “Aún hoy mucha gente se pregunta qué es Vaca Muerta. ¿Una ciudad, un yacimiento, un pozo, una región?”, cuestionó.
“Vaca Muerta es una esperanza para muchas personas que llegan hasta el sur en busca de trabajo y de futuro”, añadió. Si bien, algunes encuentran trabajo, allí las condiciones de vida están muy lejos de ser las que uno podría imaginar al escuchar los discursos oficiales o lo que muestran determinados medios de comunicación.
“No es fácil llegar y retratar Vaca Muerta, por eso también representa un desafío. Y porque desde hace diez años mi trabajo está guiado por lo que me marca la tierra. Justamente en Vaca Muerta la tierra habla, grita”, expresó Piovano.
Para el fotógrafo Vaca Muerta es una zona de sacrificio y es uno de los capítulos sobre la resistencia del pueblo mapuche y el impacto de las grandes corporaciones en la sociedad y en la tierra.
En ese sentido, a Piovano le resultó muy difícil entrar a las torres de fractura, incluso hacer fotos en los caminos comunales donde operan las empresas. “Hay una especie de gobierno empresarial en los territorios donde se concentra la explotación de hidrocarburos”, explicó. En tanto, cabe destacar que son las propias empresas las que determinan el trabajo periodístico que se puede realizar, lo que es muy restrictivo. “Hemos pedido muchas veces acceso y siempre fue negado salvo cuando trabaje para medio extranjero”, resaltó el fotógrafo.
Las consecuencias del fracking
El fracking es un método de extracción hidrocarburos (gas y petróleo) a través de la aplicación de una fuerte tensión al subsuelo producida por el agua. Con esta “fractura hidráulica” se logra quebrar la roca para recolectar el combustible. Luego, por una diferencia de presión, los hidrocarburos se liberan hacia la superficie.
El impacto negativo en el ambiente puede llevar a la contaminación de los acuíferos (reservas de agua) con petróleo y la posterior emergencia hídrica. También las fugas de gas metano, el surgimiento de sismos o temblores que provocan el peligro de derrumbe en las viviendas y la falta de gas y leña.