La Ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, quedó nuevamente bajo el ojo crítico. En esta oportunidad, realizó desafortunados comentarios respecto a la empleabilidad por parte del Estado. El pasado 21 de marzo, declaró para Radio Mitre que: “El Estado termina siendo el único lugar donde consiguen trabajo las personas que no estudiaron. Se está mandando un mensaje equivocado porque el Estado es el único lugar donde, a pesar de no estudiar, pueden trabajar”.
Dichas expresiones no solo generaron la reacción por parte de los medios de comunicación, sino que generó el repudio de importantes científicos nacionales. Las mismas se desarrollaron en medio de un importante avance en el área de la ciencia con respecto al desarrollo de vacunas contra el Covid. NAP comparte la visión de Acuña y su contraposición con una realidad científica en la que el rol del estado ha tenido mucho que ver.
La polémica
Gabriel Anello, conductor del programa radial La Previa que forma parte de dicha emisora, entrevistó a la funcionaria donde el eje central de la entrevista fue la no obligatoriedad del uso de barbijos en las escuelas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Además, se trataron otros factores sobre el regreso a clases a nivel nacional.
La ministra criticó que en las distintas jurisdicciones no existen análisis educativos. En relación a ello, Anello preguntó sobre la opinión que le amerita la noticia respecto a la contratación de alrededor de 200 personas por el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI). Según le informó, a elles no se les pidió la acreditación de finalización del secundario.
A partir de dicho cuestionamiento, la entrevista dió un vuelco hacía la visión que poseé la ministra sobre los roles del Estado. “El Estado termina siendo el único lugar donde esas personas que no tienen la oportunidad de estudiar consiguen trabajo”, criticó Acuña. Y profundizó esta visión: “Tal como sucede en Chubut, Santa Cruz y Santiago del Estero, donde el Estado es el único garante laboral. También donde requieren mejoras económicas del Estado Nacional y donde hay mayor cantidad de paros ya que no producen otra cosa”.
Desmintiendo a Acuña
Los dichos generaron que distintes referentes académiques arremetieran contra la ministra. Tal es el caso del Dr. en Sociología, Daniel Schteingart, quien a través de su red social aseveró que el nivel educativo en el sector público es mayor que en el sector privado. Estos números pueden verificarse a partir de los datos provenientes de la Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadisticas y Censos (INDEC).
Asimismo, en el programa de El Ágora en Radio Nacional Bahía Blanca, el Dr en Biología e investigador del CONICET, Alejandro Curino, calificó de estigmatizantes los dichos de la funcionaria.
Curino, celebró el avance a la Fase 1 de la vacuna Arvac Cecilia Grierson, creada en el CONICET. Además, aseveró que ello pudo realizarse debido a la inversión estatal y afirmó: “Si tuviera su teléfono la llamaría (a Soledad Acuña) para informarle que pronto vamos a tener la primera vacuna argentina. Gracias a empleados del Estado que, si estudiaron, si trabajan y se formaron”.
El Estado y la Ciencia
El avance a la Fase 1 significa que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) autorizó la evaluación de la seguridad, tolerabilidad e inmunogenicidad de la vacuna proteica.
“Dado que en Argentina la mayor parte de la población está vacunada, nos enfocamos actualmente en el prototipo de vacuna de refuerzo y cambio de variante”, aseveró Juliana Cassataro, Dra. En Biología y científica líder del desarrollo, en el documental “Los rostros de la ciencia”.
Cassataro continuó explicando que la vacuna induce anticuerpos neutralizantes contra las variantes que circulan en Argentina, como respuesta celular T y protección frente al desafío experimental con SARS-COV2; razón por la cual la ANMAT permitió avanzar con los estudios en humanos.
También, que se basa en proteínas recombinantes, una tecnología segura que ya se aplica en las vacunas contra la Hepatitis B o el VPH; y que permite desarrollar vacunas que se almacenan entre 2 y 8 C. Estas características podrían permitir que las dosis de la ARVAC Cecilia Grierson tengan menores costos de producción y ventajas para la logística de distribución que las primeras vacunas contra la COVID-19.
“Nunca antes una vacuna argentina contra una enfermedad infecciosa en humanos había llegado tan lejos. Es un hito para la UNSAM y para todo el sistema público de ciencia y tecnología”, dijo Diego Comerci, subsecretario de Desarrollo e Innovación de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM).
Asimismo, según la UNSAM informó que los estudios preclínicos fueron financiados por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i). La misma depende del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación. La mencionada agencia aprobó un apoyo de $60.000.000 para el proyecto científico.
Fernando Peirano, titular de la Agencia I+D+i, señaló que “Las capacidades de la ciencia argentina se han traducido en una vacuna. Esto no sólo nos da soberanía sobre un insumo clave, sino que abre oportunidades económicas y productivas.”