La derecha argentina es la responsable directa y principal de que tengamos hoy 18 millones de pobres, de los cuales más de tres millones no cubren sus necesidades básicas, incluyendo la comida.
Esta realidad actual es, en lo esencial, el fruto de los planes neoliberales que implementaron durante largos años la dictadura con Martínez de Hoz, Menem y De la Rúa con Cavallo, finalmente Macri. Que desindustrializaron el país dejando millones de personas en la calle o con empleos en negro y precarios, que concentraron la riqueza en una minoría de ricos que la sacan afuera, que nos endeudaron con el FMI y grandes bancos que se llevan al exterior los recursos que hacían y hacen falta para invertir en nuestra economía, que promovieron la timba financiera en lugar del incremento de las actividades productivas.
No obstante, es esta misma derecha (que incluye políticos, grandes empresarios, intelectuales, medios de comunicación y periodistas afines) la que, con absoluto cinismo y habilidad, siembra en la sociedad sistemáticamente que los culpables de lo que sucede son los propios pobres que ellos generaron. Que son unos “planeros” vagos que no quieren trabajar, que viven del Estado y no pagan impuestos, que son violentos porque ocupan las calles y no dejan ir a trabajar al resto de las personas, etc, etc.
Pero resulta que, al mismo tiempo que se despliega esta infame operatoria de los reaccionarios de toda laya, el gobierno nacional, que no se cansa de vestirse con el ropaje de progresista y defensor de los que menos tienen, pone al frente de Desarrollo Social, la cartera que debería hacerse cargo del drama de la pobreza y la indigencia en la Argentina, a un ministro que le hace el caldo gordo a las ideas que siembra la derecha; contribuyendo a introducirlas más aún en la sociedad.
Dice Zabaleta: “No vamos a ampliar los planes sociales porque la gente debe trabajar”. ¿No sabe acaso este señor que el desempleo es altísimo aun y que los que consiguen laburo están en negro y cobran salarios de miseria con los que no llegan a fin de mes? ¿Desconoce que ese discurso abona el de la derecha, que dice que los pobres quieren vivir del Estado en lugar de trabajar?
Dice Zabaleta: “Les ofrecemos herramientas, máquinas y materiales para que puedan trabajar, en lugar de planes y no aceptan”. ¿Desconoce que en la actual situación económica de crisis profunda los emprendimientos populares, en los que trabajan la gran mayoría de los más humildes, sobreviven a duras penas y requieren de una ayuda del Estado para que las familias lleguen a fin de mes? ¿No sabe que eso que pregona contribuye a que la sociedad compre el retrógrado discurso de que los macristas, respecto de que los pobres son unos vagos y por eso son pobres?
Dice Zabaleta: “No voy a recibir a los dirigentes sociales mientras haya cortes que afecten el derecho de otros a ir a trabajar”. Experimentado dirigente político, ¿no sabe este ministro que el derecho a comer y a vivir con un mínimo de dignidad es un derecho superior al de transitar que se ve afectado, solo en parte, por las movilizaciones? ¿No conoce que ese discurso, que es desde siempre el de la derecha, apunta a abonar el camino de la represión a la protesta social? ¿No se lo explicó Néstor Kirchner hace 18 años atrás, ni vivió los 31 muertos de De la Rúa, ni la represión de Macri en el Congreso el 2017?
Mal camino el de contribuir a introducir las ideas reaccionarias y represivas de la derecha en la sociedad. Indigno de un gobierno que se jacta de defender a los que menos tienen. Siempre termina mal.
Parece que el acuerdo con el FMI que acaban de firmar, no solo trae ajuste a las mayorías populares. Si alguna duda cabe, ahí lo tienen al ministro Juan Zabaleta, escúchenlo.
HUMBERTO Tumini
Presidente de Libres del Sur