En la antesala de la sesión del Senado del jueves pasado, en la que se votó a favor del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el secretario de Energía, Darío Martínez, advirtió sobre un posible desabastecimiento de gas. A través de una carta al ministro de Economía Martín Guzmán, el funcionario aseguró que, de no aumentar las partidas presupuestarias para la Secretaría, habría problemas energéticos a corto plazo.
«En el ejercicio de mis funciones como Secretario de Energía, consciente de las necesidades que se deben afrontar durante el corriente mes para mantener los servicios básicos imprescindibles y actividades críticas vinculados a mi área, es que por la presente rechazo el recorte impuesto por los Techos de Caja, advirtiendo sobre las consecuencias desastrosas para el país que ello implica», indicó Martínez al principio de la carta.
Las advertencias del secretario de Energía
En concreto, el secretario advirtió sobre cuatro problemas inmediatos: demora en la obra del Gasoducto Néstor Kirchner por recorte a inversión; impedimento para pagar cargamentos GNL y Gas Oil, que se atienden en dólares; impedimento de pagar en dólares la provisión de gas boliviano; y una fuerte crisis por falta de combustibles para alimentar centrales térmicas. «Este contexto haría que quede absolutamente desfinanciado todo el resto de las obligaciones de la Secretaría de Energía», destaca la misiva.
Martínez hizo referencia a un Techo de Caja que le habría impuesto Guzmán. Al respecto, de los $309.802 millones que se iban a girar en marzo, solo se enviaron $66.015 millones; es decir, apenas el 21% de lo pedido. Esto no alcanzaría para cubrir ninguno de los compromisos internos con empresas nacionales IEASA (Integración Energética Argentina Sociedad Anónima) y CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima), y los externos con Bolivia.
¿Un conflicto político?
Sin embargo, al día siguiente de emitida la carta, el conflicto se resolvió y el propio Martínez lo comunicó a la prensa. «La carta se refiere a los techos presupuestarios; se elevaron los techos para garantizar el funcionamiento del sistema en su conjunto. Tanto la provisión de gas como la red eléctrica. De esta manera aseguramos el normal funcionamiento», explicó. Además, desestimó los riesgos en relación a la planificación financiera porque se ampliaron los Techos de Caja. También le bajó el tono al conflicto al argumentar que son frecuentes esa clase de discusiones presupuestarias en Hacienda, un ejercicio administrativo regular.
Aún así, la crítica de alto voltaje ya había escalado en el FdT, que a partir del acuerdo con el FMI libró una despiadada interna. En este sentido, se puede leer el reclamo de Martínez en clave política, ya que el motivo principal por el cual se habían alterado inicialmente los presupuestos era cumplir con los condicionamientos asfixiantes del FMI en materia fiscal. En definitiva, la misiva fue interpretada como otro elemento de presión para el ministro Guzmán minutos antes de la sesión en el Senado.
Martínez reconoció que junto a Economía analizan la situación internacional y el impacto geoeconómico de la guerra en Ucrania. Luego de la rectificación, mencionó que no habría riesgos de abastecimiento porque se garantizan los respaldos de producción de gas nacional producto del Plan Gas.Ar. De todos modos, alertó que los precios de las commodities energéticas se elevarían a valores desconocidos.
A propósito, el secretario reivindicó al gobierno nacional por la determinación soberana de realizar el Plan Gas.Ar: “A esto debemos sumar la valiente y determinada decisión del Presidente Alberto Fernández y la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner de haber implementado el Plan Gas.AR y de construir el Gasoducto Néstor Kirchner y todas sus obras complementarias, para ampliar la red de transporte de Gas, y mejorar significativamente de esta manera, la posibilidad de nuestro país de defendernos de estas crisis globales”.
Quién es Darío Martínez y qué se juega el kirchnerismo
Darío Martínez es un político neuquino que escaló al plano nacional como diputado electo en 2015, donde además presidió la Comisión de Energía. Asimismo, durante la segunda gestión de Cristina Fernández de Kirchner estuvo al frente de la Fundación YPF en Neuquén. Apadrinado por Máximo Kirchner en la Cámara baja, Martínez arribó en 2020 a la secretaría por responsabilidad de La Cámpora; y supo construir vínculo político con Guzmán desde un principio.
En la división de áreas entre los principales socios políticos del Frente de Todos a comienzos de la gestión, el cristinismo apuntó a áreas estratégicas, como la de Energía. Con la reestatización de YPF en 2012 en la espalda y los conflictos tarifarios en el epílogo del último gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, la estructura política ordenada por la actual vicepresidenta se juega una carta importante en los destinos económicos y geopolíticos del país, y también de su propia legitimidad.
Las disputas políticas entre los sectores más kirchneristas y el círculo cercano a Alberto se expresan con mayor profundidad en la conducción sobre la política energética del país. Martínez alcanzó un área crítica que maneja una caja cercana a los 900 millones. Incrementar la producción de hidrocarburos, atraer inversiones para Vaca Muerta, adecuar las tarifas de los servicios públicos, potenciar las energías renovables, equilibrar las fuerzas entre las empresas y el Estado, construir gasoductos para conectarnos con los países vecinos, y construir una planta de GNL para viabilizar la comercialización de la producción excedente de gas, los principales desafíos del neuquino al frente de la cartera.
La discusión en torno a los subsidios
Si bien llegó al cargo bajo el ala kirchnerista, Martínez encontró coincidencias con Guzmán particularmente en el último año. Ambos conciben la necesidad de recortar el gasto en subsidios del sector, alineado al pedido del FMI. Mientras funcionarios de influencia presidencial aportaron en la línea de realizar subsidios progresivos, es decir de forma escalonada según los ingresos familiares, los sectores más kirchneristas las resistieron, aferrándose a su pelea por energía barata para los hogares argentinos.
De hecho, cuando en marzo de 2021 el ministro Guzmán quiso echar a Federico Basualdo de la subsecretaría de Energía Eléctrica, Martínez lo legitimó. Ambos fueron desautorizados por Cristina Kirchner, quien resistió la expulsión teniendo en cuenta que Basualdo es un funcionario formado en el Instituto Patria.