Hoy y mañana, la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina retomará las audiencias públicas que fueron suspendidas por la pandemia del COVID-19. En ese sentido, el caso de la actriz y periodista Natalia Denegri se está tratando ante el accionar legal contra Google.
Es que, Denegri fue protagonista de un escándalo mediático en los años 90, y su nombre figura en el buscador como “las chicas del caso Coppola” que, junto con la también modelo y periodista Samanta Farjat, fueron el foco de tapas de revistas, diarios y noticias.
El caso Denegri
La actriz y periodista argentina está utilizando el “derecho al olvido”. Se trata de un recurso legítimo de internet que permite, mediante una acción legal, el borrado del nombre y apellido en búsquedas de Google. Pese a esto, el propio buscador revisa las solicitudes del demandante para corroborar si eso afecta a la persona.
Por otro lado, fundaciones y organizaciones de prensa y de defensa de la libertad de expresión participaran de la audiencia pública como “amicus curiae”. Es decir, como terceros de una causa judicial, en donde aportan argumentos u opiniones que sirven como elementos de derecho.
En ellas se encuentra la Fundación LED (Libertad de Expresión + Democracia); la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP); la Asociación por los Derechos Civiles (ADC); la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA); el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS); y la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El caso Coppola
El 9 de octubre de 1996, el departamento de avenida del Libertador 3540 del barrio de Palermo tuvo como eje un operativo policial llamado “Operativo Cielorraso”, más conocido en el mundo mediático como la causa del “Jarrón de Coppola”.
Hace 26 años, Guillermo Coppola, empresario argentino y representante de Diego Maradona, protagonizó un escándalo legal y mediático al ser acusado y detenido por haber formado parte de una banda dedicada al narcotráfico.
En el allanamiento, los efectivos policiales encontraron 406 gramos de cocaína dentro de un jarrón terracota. La causa estuvo caratulada como “tenencia ilegítima de estupefacientes con fines de comercialización, agravada por la cantidad de intervinientes”.
Según una investigación policial, un informante advirtió que en la farándula había comercialización de drogas. Es por ello que, en la investigación, detuvieron a Héctor “Yayo” Cozza, Tomas Simonelli, Claudio Coppola, Alberto Tarantin; y el mismo Guillermo Coppola se entregó ante el comisario Emilio Azzaro el 10 de octubre de 1996.
“Las chicas de Coppola” fueron Samanta Farjat, que tenía 21 años; Julieta La Valle, de 22; y Mariana Denegri, de 22 años. Comenzaron a ser conocidas en el ámbito televisivo por la causa de la droga.
Pese a esto, las jóvenes iniciaron una inexorable carrera mediática que las llevó a convertirse en el ojo de la tormenta y de las noticias. Por lo que, tiempo después, decidieron salir de la farándula y obtener un perfil bajo. Hoy, una de las jóvenes pelea contra un buscador para borrar su nombre de las noticias de esa época.
El abogado Pedro Caminos explicó, en base a las legislaciones argentinas, que: “Hoy por hoy, Google deberá hacerlo porque hay una sentencia judicial que lo obliga a indexar los links, ya sean videos o información, pero que no esté estrictamente ligado al caso judicial”.
Además, agregó: “La Corte tiene que resolver si Natalia Denegri tiene el derecho frente a Google, con respecto a toda la información de esa época pero que no está directamente vinculada al caso Coppola”.
Derecho al olvido: ¿cómo se puede aplicar en Argentina?
El “derecho al olvido” es el nombre que se utiliza para denominar la legislación que fue establecida en mayo del 2014 por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Este permite que se protejan los datos de personas físicas y solicitar a los buscadores, como Google, que se eliminen ciertos resultados que estén relacionados con el nombre de una persona física.
Para que el buscador decida en base al pedido del derecho al olvido, deberá tener en cuenta si esa información es inadecuada, irrelevante o excesiva, o si existe un interés público para que esa información siga apareciendo en las búsquedas.
En Argentina “no hay una regulación sobre buscadores de internet. Esto hace que, en principio, no haya una ley que determine qué deberes tiene Google o cualquier buscador con respecto a otra persona, usuaria o personas que pueden aparecer mencionadas en links que el buscador indexa”, explicó el abogado Pedro Caminos.
“Hubo un juicio en donde Natalia Denegri entiende que ella tiene derecho a que Google haga la indexación de los links y de otra información que era contemporánea al caso Coppola”, remarcó.
Y agregó: “Google entiende que no tiene deber frente a ella y como hay un vacío legal, porque no hay una norma específica que regule la situación, se va a juicio. Un poco el punto del juicio, es determinar si frente a esa ausencia de regulación legal quien tiene razón”.
Para que Google tome la petición, el usuario deberá llenar un formulario online, en donde tendrá que dejar sus datos personales, los links de las notas en donde aparece su nombre y, posteriormente, la justificación de por qué se pide la baja de esos links.
Cabe destacar que, en el sitio de la solicitud, Google deja en claro que “busca el equilibrio entre el derecho a la privacidad de la persona que la ha enviado y el derecho del público general a tener acceso a esa información”.
¿Libertad de expresión o falta de derecho?
Uno de los puntos importantes en base a la causa iniciada por la actriz y periodista argentina es que, la causa que inició “atenta” contra la libertad de expresión y de información.
Asimismo, Caminos señaló: “Desde el lado de Google, lo relevante es en qué supuesto puede ser legítimo indexar links y, de esa manera, dificultar el acceso a esa información. En principio, cuando se mira desde el lado de la libertad de expresión, en general hay que evitar cualquier medida que interfiera con la libertad de expresión”.
Es por ello que la justicia deberá decidir si encuentra favorable el pedido de Denegri, o si atenta con la libertad de expresión y la libre circulación de información a través del buscador Google.