En el Microestadio Municipal de Hurlingham, Boca Juniors y Racing Club se consagraron campeones de la Supercopa de Futsal al vencer a San Lorenzo en la final. Los varones del Xeneize se impusieron por 3-2, mientras que las chicas de la Academia por 2-1.
Una multitud de público se hizo presente en ambas finales, lo mismo ocurrió en la Copa Avellaneda conquistada por Racing en las dos ramas. Las emociones no faltaron, ni tampoco los goles, ya que al campeón se conoció cuando sonó el silbatazo final.
Boca el más laureado de la Supercopa
En la final masculina se enfrentaban los dos equipos que más veces conquistaron este trofeo. El Xeneize obtuvo la corona en las ediciones 2018 y 2019 al vencer a Barracas Central y Newells, respectivamente. Mientras que San Lorenzo también gritó campeón de manera consecutiva al adueñarse del título en la temporada 2020 y 2021, al derrotar a Nueva Chicago y a la Lepra.
San Lorenzo empezó arriba en el marcador en el amanecer del partido, con el gol de Julio López. Cuando faltaban cinco minutos para el descanso, Boca sufrió la expulsión de su arquero, Guido Mosenson, y parecía complicarse. Pero el que padeció fue el Ciclón que estaba al límite de faltas. A través de esa vía, el Xeneize llegó a la igualdad con el tanto de Nicolás Leguizamón.
El equipo dirigido por Luciano Antonelli volvió a golpear de entrada, y a los cinco minutos, se puso en ventaja con el grito de Felipe Echavarría. Boca nunca renunció en la ofensiva, buscó espacios para nivelar el resultado y consiguió los goles de la consagración en los últimos cinco minutos.
Franco Martínez Riveras marcó el 2-2 y, al instante, Churro Echavarría vio la tarjeta roja, tras un golpe a Pablo Vidal. El Ciclón no generó demasiado peligro al campo rival cuando se imponía en el marcador. Con el empate del Xeneize y la expulsión, el Santo sintió un baldazo de agua fría que lo condenó en el resto del partido.
Cuando parecía que la Supercopa se definía en los penales, apareció Franco Spellanzon para desatar la locura Xeneize y gritar campeón por tercera vez en este certamen. Con esta vuelta olímpica, Boca lidera el palmarés de la Supercopa de Futsal con tres títulos. Cortó con la seguidilla de San Lorenzo que conquistó las últimas dos ediciones.
La Academia logró una nueva estrella
El equipo dirigido por la dupla Caio Martino y Daniel Paletta venía de conquistar la Copa Avellaneda al golear por 4-0 a Independiente. No hubo tiempo para los festejos, ya que debió enfrentar a Huracán para lograr el pasaje a la final en busca de una nueva consagración.
Sin mayores inconvenientes, Racing aplastó a las Quemeras por 8-1 y se metió a una nueva final en menos de una semana. Melina Quevedo, quien fue la goleadora de la Copa Avellaneda con ocho tantos, siguió encendida al marcar un hat-trick frente al equipo de Parque Patricios.
En la final frente a San Lorenzo, la goleadora encontró la llave del gol que encaminó a un nuevo título. Antonella Sotero se encargó de aumentar la diferencia a los 13 minutos de juego y el primer telón finalizó por 2-0 a favor del equipo de Avellaneda.
En la segunda mitad, las Santitas lograron el descuento con el gol de Florencia Coronel y le puso suspenso a falta de tres minutos para el cierre. Finalmente, nada se modificó y las chicas de Racing volvieron a gritar campeonas en cinco días.
El calendario apretado de Racing que valió dos títulos
El femenino de la Academia ha tenido escaso tiempo de descanso, al competir en la Copa Avellaneda y la Supercopa de manera frecuente. Pero el desgaste físico del equipo no fue un obstáculo y consiguió la recompensa en estos últimos cinco días de lograr dos vueltas olímpicas.
A pesar del calendario apretado, Racing ganó los cinco partidos que disputó en nueve días, en donde marcó 23 goles y apenas recibió cuatro tantos. En la final frente a San Lorenzo, fue el único que no ganó por goleada.
Primero, el 5 de marzo, goleó por 5-1 al Club Renacimiento y se metió en la final de la Copa Avellaneda. Tres días después, eliminó en cuartos de final de la Supercopa a Sportivo Barracas al imponerse por 4-1. 48 horas más tarde, goleó a Independiente por 4-0, en lo que fue el único partido con la valla invicta de esta seguidilla de encuentros.
Ya con el título de la Copa Avellaneda, el sábado aplastó por 8-1 a Huracán y logró el pase a la final de la Supercopa. Al día siguiente, derrotó a San Lorenzo que venía de ser campeona vigente, y logró su segundo título en menos de una semana.