“Todo lo que sabemos de la guerra, lo sabemos por la voz masculina. Las mujeres, mientras tanto, guardan silencio”, escribió la escritora bielorrusa Svetlana Aleksiévich en su libro La guerra no tiene rostro de mujer. En este, hablaba sobre las mujeres que estuvieron presentes en la Segunda Guerra Mundial.
Hoy, más de 50 años después, el desastre vuelve a azotar la misma zona del mundo. Ucrania y Rusia están en guerra, y la realidad de las mujeres y diversidades está de nuevo en segundo plano.
Una guerra decidida y peleada por hombres, pero que afecta a todes. Periodistas, refugiadas, parteras, civiles; mujeres que se quedan a pelear. Sus vivencias también existen. En este 8M, Nota al Pie hace un análisis de la participación femenina en este conflicto bélico.
“¿Y este pelot…?”
La reacción de Elisabetta Piqué, corresponsal de guerra en Ucrania, se hizo viral. Sucedió el 24 de febrero, cuando la periodista transmitía en vivo desde ese país para el canal de televisión LN+ (La Nación +). Sus compañeros argentinos, desde el estudio, no paraban de aconsejarle qué hacer para protegerse. Ella, con basta experiencia en cobertura de conflictos bélicos, cortó el móvil y sin querer se filmó insultando: “¿Quién es este pelot…?”.
Más allá de lo cómico, la situación refleja una realidad. Desde que arrancó la guerra entre Rusia y Ucrania, los medios de comunicación argentinos transmiten lo que sucede minuto a minuto. Los paneles de los canales de noticias se llenaron de especialistas en conflictos bélicos. Pero la mayoría son hombres cis, blancos y hegemónicos.
Sin embargo, dos de los medios de comunicación más vistos en el país tienen corresponsales mujeres en el lugar del conflicto. Elisabetta Piqué representa a La Nación, mientras que la periodista Carolina Amoroso realiza la cobertura en Ucrania por TN (Todo Noticias). Ambas tienen experiencia en esta clase de eventos, y demuestran que las mujeres también le ponen el cuerpo a las noticias difíciles.
Las expulsadas de Ucrania
El alto comisionado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para les refugiades, Filippo Grandi, brindó una entrevista a la emisora de radio France Inter. Allí, declaró que «hoy o mañana, como muy tarde» se llegará a los dos millones de personas que huyeron del conflicto.
En ese número, la mayoría son mujeres, niñes y adultes mayores de 60 años. Es que la ley marcial que impuso el Gobierno ucraniano luego de la invasión rusa, prohíbe la salida de hombres de 18 a 60 años, ya que estos deben “defender el territorio”.
Otra vez, los conflictos bélicos imponen situaciones de vulnerabilidad según la división de géneros. Las mujeres huyen del territorio a cargo de sus niñes. ¿Qué seguridad tienen estas personas? El Manual para situaciones de emergencia de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) plantea: “Las personas refugiadas, especialmente las mujeres y los niños que viajan solos o en pequeños grupos por zonas fronterizas remotas, son muy vulnerables a la extorsión, el abuso y la violencia sexual”.
Por otra parte, quienes se quedan también son vulnerables. Las noticias del mundo mostraron a madres pariendo a sus bebés en refugios subterráneos u hospitales en abandono. En caso de invasión, estas personas quedan en manos del ejército que ocupa la ciudad, enteramente a su disposición.
“La guerra es cosa de hombres”
Claudio Spinelli, futbolista argentino, jugaba para FC Oleksandria de la Premier de Ucrania cuando estalló el conflicto. Tras escapar del país, brindó una entrevista para el canal TyC Sports, donde relató la vivencia de sus compañeros de equipo.
Ellos debieron quedarse en el país para pelear. Distinguió entre dos actitudes: algunos se dirigían a Kiev dispuestos a combatir, mientras que otros permanecieron en el país, pero esperaban el llamado, ya que no deseaban pelear.
Desde que arrancó el conflicto, se escucharon relatos de varones ucranianos que usan sus pasaportes con doble nacionalidad para poder huir del país. ¿En dónde está escrito que los hombres no pueden tener miedo? Lejos de un relato heroico, los medios de comunicación muestran la verdadera sensación de la guerra: miedo en todos los géneros.
A su vez, también hay mujeres civiles que decidieron quedarse a combatir. En el Día Internacional de la Mujer, un grupo de mujeres que se alistó en el ejército ucraniano compartió este video. “Nos unimos a los hombres y al ejército ucraniano. Vamos a destruir al enemigo en cada rincón del territorio. Por cada niño, mujer, y anciano, le dispararemos como a un perro rabioso. Gloria a Ucrania”.
El mensaje de Putin por el día de la mujer
Del otro lado del conflicto, el presidente ruso, Vladimir Putin, emitió un mensaje en este 8 de marzo. El mayor artífice del conflicto que deja una gran crisis humanitaria, deseó a las mujeres, a través de la televisión rusa, un día lleno de “los sentimientos más brillantes”, para “desear que tus seres queridos te rodeen de atención y calor”.
Mientras tanto, la policía rusa ya detuvo a miles de manifestantes que se posicionaban en contra del enfrentamiento. Entre ellas, a Elena Osipova, una pintora y conocida superviviente del asedio nazi a Leningrado durante la Segunda Guerra Mundial. Osipova, de 78 años, participaba en las protestas en San Petersburgo en contra del conflicto con Ucrania.
8 de marzo: la lucha continúa
En el Día Internacional de la Mujer, los medios de comunicación del mundo traen a la luz la situación de las mujeres en el conflicto bélico. Pero esto debe permanecer en la agenda pública, y no volver a la oscuridad hasta que nuevamente una efeméride obligue a hablar de esos temas.
Más allá de las mujeres, también es necesario cuestionarse sobre las diversidades. ¿Qué pasa con personas trans y no binaries en la guerra? Sobre elles, directamente no hay datos. Ni hablar de si esas personas pertenecen a otras minorías, ya sea sociales o raciales.
“La aldea de mi infancia era femenina. De mujeres. No recuerdo voces masculinas. Lo tengo muy presente: la guerra la relatan las mujeres. Lloran. Su canto es como el llanto”. Las palabras de la escritora bielorrusa, Svetlana Aleksiévich, en su libro “La guerra no tiene rostro de mujer” siguen estando vigentes, a más de cincuenta años de la Segunda Guerra Mundial.