Hace casi un año, un extenso terreno ubicado sobre Ruta 3, perteneciente a Virrey del Pino, La Matanza, es ocupado por 106 familias que desean acceder a un derecho fundamental: la vivienda digna. Se trata del Barrio Berenice, cuyos habitantes buscan evitar los desalojos y la represión policial.
Zoe Navil Rodríguez es militante de la Organización Identidades Diversas, y una de las primeras vecinas del barrio. En comunicación con Nota al Pie, relató sus días en el predio.
“El jueves vino la policía, nos piden datos constantemente. También, nos dicen que ‘si la fiscalía quiere nos llaman y desalojan’. Un comisario nuevo de Catán nos dijo que solo permiten dos casas, pero cada uno de nosotros quiere tener su privacidad y comodidad”, explicó.
Al respecto, Rodríguez remarcó: “La fiscal solo nos deja dos casitas, y nos intimidan preguntando cuántos somos, cuántos vienen, y en el papel se sabe que son 106 familias, que se firmó en la comisaría, el supuesto poseedor, y el comisario”.
En la misma línea, aseguró que hay un “abandono del Estado” en tanto no reciben una respuesta concreta, y ni la policía ni el municipio se hacen cargo de la crisis habitacional.
Además, denunció: “Mínimo tendría que haber venido una trabajadora social para ver cómo estamos y cómo vivimos, porque somos ciudadanos, somos votantes y necesitamos una respuesta”.
La entrevistada, desesperanzada ante la ausencia estatal, recordó que hace un año viven esta situación y relató “Siempre ponían una excusa para pasarse el problema, primero el municipio, la policía, luego el dueño del terreno y después el agrimensor”.
Les vecines entregaron un petitorio al intendente Fernando Espinoza
“Hace dos semanas entregamos un petitorio dirigido a Espinoza (intendente de La Matanza) que nos ayudó a redactar una amiga, una comunicadora social. Lo entregamos en el municipio e hicimos dos copias, uno se lo entregamos a ellos y otro nos quedamos nosotros, por lo menos para tener algo”, comentó.
También hizo referencia a la vulnerabilidad de les vecines: “Nosotros somos ignorantes, no sabemos cómo manejarnos, no tenemos conocimiento de leyes ni protocolos. La policía nos dice cosas y nos da miedo, nos hacen ir a un lugar en busca de una respuesta y no nos atienden, o vamos y nos dicen ‘a esa persona no la conocemos’, ya estamos decepcionados”.
El documento entregado en la municipalidad reclamaba lo siguiente “poner en relieve cuestiones de derechos humanos” y hacerle saber Fernando Espinoza “otras problemáticas que atraviesan y que dificultan el acceso a una vivienda digna y a condiciones de vida satisfactorias y saludables”.
Además, les vecines pidieron “que se efectivice la participación social en los procesos de diseño y/o ejecución y/o evaluación de políticas públicas. En cuanto al municipio particular, la vivienda y el hábitat y se reclama la concepción de producción social del hábitat plasmado en la ley 1449”.
Por otro lado, la entrevistada contó que también se comunicaron con una organización de derechos humanos para que faciliten la comunicación con la fiscal, ya que “ella tampoco aparece”.
Vivir en comunidad en el Barrio Berenice
“Acá estamos viviendo sin luz, sin agua, sin baños. Para bañarse los vecinos tienen que ir a la casa de un conocido. Es muy triste estar en situación de calle. Vivimos en comunidad, todo se comparte, sin lo básico: luz y agua”, comentó Rodríguez.
En este sentido, reclamó: “Todos nosotros queremos una vivienda, poder tener todo cerrado, que no entre la humedad, cerrar todo. Lo poco que se hizo fue con bolsas, maderas, árboles cortados. Figura como que el estado está presente, pero la verdad es que no”.
En cuanto a les niñes y la manera en la que viven en el barrio, garantizó que “viven felices porque son inocentes y no entienden. Se alteran solamente cuando la policía viene a violentar. Pero creo que es lógico porque no comprenden que pasa”.
Por otro lado, remarcó que se sustentan gracias a las donaciones de la gente. “Hay días que hay y hay días que no. Es lamentable porque hay criaturas y ¿Cómo les decís a ellos que no hay?”, se cuestionó.
Asimismo, la vecina de Barrio Berenice cree que hay intereses políticos de por medio, y por ese motivo el Estado no da respuesta a la crisis habitacional. “Queremos que Espinoza nos escuche, y se solidarice con nuestra causa. Queremos una respuesta. Tenemos la necesidad y el derecho de una vivienda digna y asistencia del estado. Si no lo necesitáramos, no estaríamos acá”, concluyó.