Hugo Zucarelli es el hombre que creó la holofonía. Hoy, 32 años después, comparte su creación con todes, en un espectáculo musical que regala una experiencia sin igual. La muestra tiene cita en el Teatro Auditorio Cendas -Bulnes 1350, Palermo- donde brinda los días jueves, viernes y sábados un espectáculo a ciegas.
Las entradas a las funciones se pueden adquirir en Passline Argentina y las mismas rondan los $850. Ofrece disfrutar a artistas como Gustavo Cerati, Lana del Rey, Pink Floyd, Ariana Grande, Amy Winehouse, entre otres.
“Música en total oscuridad” se llama el espectáculo que se disfruta a oscuras y con auriculares. La experiencia permite que el espectador escuche sonidos que el oído humano no percibe en un disco y/o en plataformas digitales.
Para que esto se pueda percibir, hay dos parlantes holofónicos de cuatro metros de alto que reproducen los mejores temas musicales de les artistas. La experiencia posibilita escuchar a ciegas sonidos como, el pentagrama girar, la púa desplazándose por la guitarra y otres detalles de los discos que no se perciben a simple vista.
El próximo sábado 26 de febrero, el show de Parlantes Holofónicos viaja a Rosario en el Nuevo Monumental -San Martin 993- con una función de Charly García (Clics modernos). Las entradas están a la venta para la función de las 20:30.
Nota al Pie dialogó con Hugo Zucarelli, inventor argentino, quien fue el creador de la holofonía. Habló sobre su historia en la música internacional, los proyectos con la NASA y el show musical en el Teatro Cendas.
Un invento que se llevó premios y dolores de cabeza
El sonido holofónico es una técnica sonora que permite la captación del sonido tridimensional indistinguible a la realidad. Creado por Hugo Zucarrelli en los años ’80, permite captar los sonidos a 360° y captar lo que a simple vista (u oído) no se escucha.
Con este descubrimiento y creación, Zucarelli tuvo la oportunidad de conocer diversos artistas para compartir y crear música con el método holofónico. “La Holofonía me permitió entrar en contacto con gente muy grosa, estuve trabajando seis meses con Paul McCartney en Inglaterra”.
Como no hubo un acuerdo comercial con el artista, llegó a las manos de la banda británica Pink Floyd para “The Final Cute” y luego compartió un proyecto solista de Roger Waters para “The pross and cons of hitch hiking”.
“Después me fue mal en Inglaterra porque los ingleses veían a la holofonía como un sistema que competía con lo que el príncipe Charles había invertido”, contó. Pero eso no es todo, su paso por la música hizo que pueda compartir su invento con Michael Jackson, Stevie Wonder, Lionel Richie, Disney World y Disneyland.
Viajó a Estados Unidos a probar suerte con su creación. “Al poco tiempo me robaron […] antes pensaba en una manera diferente, se hablaba de que en Estados Unidos había oportunidades o si tenías una idea te hacías millonario”, explicó Zucarelli sobre su juventud en el país norteamericano.
Música con nuevos rumbos
El trayecto musical hizo que el inventor argentino pegue la vuelta a su país. Allí realizó la gira de la Quiaca a Ushuaia con León Gieco y Gustavo Santaolalla, pero no tuvo mucha repercusión por el método que eligió la productora.
“Me iba topando con gente del espectáculo […] que no tenía la perspectiva de enaltecer la calidad humana, embellecer la experiencia. La holofonía termina siendo reemplazada por el Dolby 5.1-7.1- 9.1” recalca Zucarelli, con respecto a la valoración de su invención.
El joven que estudiaba ingeniería electrónica, tuvo la oportunidad de trabajar con la National Aeronautics and Space Administration (NASA) en varios proyectos. Luego, decidió alejarse por una propuesta ofrecida para ser partícipe en un proyecto de la guerra.
El creador argentino olvidado por las grandes compañías musicales, hoy resurge de las cenizas para demostrar que su descubrimiento provoca sensaciones y sentimientos a través de un espectáculo sin igual.
Actualmente, se encuentra trabajando en el Teatro Cendas de Buenos Aires, donde ofrece el pasaje de soundtracks especiales que permite a les espectadores vivir el show a ciegas de “manera presencial”. Es decir, percibir la sensación de estar en el momento y lugar exacto en donde la banda y/o artista está grabando.