Este domingo, Francesco Flachi tuvo su re-debut como futbolista. El delantero de 46 años volvió a ponerse los botines luego de 12 años tras la sanción disciplinaria que lo alejó de las canchas. No obstante, esa larga espera finalizó este fin de semana cuando el futbolista volvió al fútbol y se puso la camiseta del Signa, equipo de la quinta división italiana.
La carrera del oriundo de Florencia, Italia, tuvo varios altibajos. En sus inicios supo brillar y ser goleador de clubes como Fiorentina o Sampdoria. Al dar positivo de cocaína y ser sancionado hasta el 2022, parecía que su vida como jugador había terminado. A pesar de ello, él no quería retirarse así. Esperó, se preparó y , cuando llegó el momento, volvió a salir al campo de juego.
“Es mi renacer”
«Me sentí bien, podría haber hecho aún más, al menos llegar al final de la primera parte», comentó Flachi al periódico italiano “La Gazzetta dello Sport”, luego de disputar el encuentro como titular y jugar 30 minutos del partido con los colores del Signa 1914.
Por su parte, compartió que en los últimos días no había podido conciliar bien el sueño y que estaba ansioso por este regreso. “Al principio me sentí mareado, hace una semana que no duermo por la tensión”, reveló. “Ahora estoy tan feliz, quiero agradecer a todos los que me hicieron sentir como antes. Un jugador de fútbol”, agregó.
Flachi tuvo que esperar hasta febrero del 2022 para volver a calzarse los botines por la sanción. Su regreso se podría haber dado en los primeros días del año, pero el Campeonato de Excelencia, que es donde juega el Signa, fue cancelado debido a la pandemia del COVID-19.
Sin embargo, la espera terminó este domingo al mediodía cuando salió al verde césped del estadio Bisenzio, acompañado de un aforo de más de 700 personas, que, según el diario italiano, fue el doble de lo habitual. A modo de homenaje y reconocimiento a la institución, el delantero pidió usar la camiseta número 14, en relación al año de su fundación: 1914.
Sus años de oro
Francesco Flachi arrancó su trayectoria con los colores de Fiorentina en 1993, cuando el equipo militaba en la segunda categoría del fútbol italiano. En su primera temporada aportó dos goles en sus diez apariciones y consiguió el ascenso a la Serie A.
En el conjunto “Violeta” no tuvo muchos minutos debido a su competencia con Gabriel Batistuta por el puesto de delantero. Entre 1993 y 1999 fue cedido en varias oportunidades a otras instituciones para que tenga más continuidad. Pasó por clubes como Bari y Ancona, donde marcó un total de 15 goles en 41 partidos.
Para la temporada de 1999, el delantero recaló en su lugar en el mundo: Sampdoria. Desde su llegada logró asentarse en el equipo y sus goles fueron fundamentales para conseguir el ansiado ascenso a la máxima categoría en 2003.
Su racha goleadora continuó en la Primera División y sus buenas actuaciones lo llevaron a transformarse en el tercer máximo goleador con 110 goles en 280 partidos jugados. Números que lo perfilaban para transformarse en uno de los mejores delanteros del fútbol italiano, pero su carrera se vería estancada por las adicciones.
Las suspensiones y el alejamiento de la cancha
A medida que se convertía en uno de los máximos goleadores de Sampdoria, Flachi empezó a desviarse de su carrera como futbolista. Su primera suspensión fue en el año 2006, cuando la Federación Italiana de Fútbol lo inhabilitó por dos meses por estar relacionado con las apuestas deportivas.
Un año más tarde, en 2007, fue sancionado por un año y cuatro meses porque le encontraron rastros de cocaína tras una derrota por 2-0 frente al Inter de Milán. A esto se le sumó que el castigo se extendió a dos años. Ante esta situación, Sampdoria tomó la decisión de rescindir su contrato.
Cuando tuvo el permiso de volver a jugar, el delantero vistió las camisetas de Empoli y Brescia, donde disputó casi 30 encuentros y marcó cinco goles entre ambas instituciones. Sin embargo, su regreso duró poco.
A fines del año 2009, el delantero dio positivo por benzoilecgonina (un metabolito de la cocaína) y, en esta oportunidad, el tribunal fue más duro. Tras seis meses de espera, se conoció la decisión final: 12 años sin poder jugar al fútbol. En ese momento, Flachi tenía 34 años por lo que todo parecía que su carrera estaba terminada, pero no fue así.
De jugador a técnico
Luego de cumplir la suspensión, Francesco volvió a disputar un partido de fútbol con el Signa 1914 y, si bien este domingo recién jugó su primer encuentro, ya sabe lo que le depara el futuro: “La aventura acaba de empezar, lleguemos al final y hagamos algo bonito. Luego en mayo comenzaré el curso de entrenador”.
De esta forma, Flachi sabe que continuará ligado al deporte que tanto ama y que como jugador pudo marcar 135 goles en los 397 partidos que había disputado antes de la suspensión en el 2009.