La Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCyR) lamentó el fallecimiento de Alejandro Duran, de 32 años. El joven fue aplastado por un camión de residuos en Pergamino. A raíz de esto, se alertó a las autoridades sobre las desigualdades que recaen sobre este sector de la población.
En diálogo con Nota al Pie, Gerardo Chichizola, integrante de la organización, detalló lo sucedido. “Ese basural, como tantos otros, es una bomba de tiempo, desde ingresos irregulares hasta condiciones extremas de trabajo”, explicó.
“Jarri (como era apodado), como muchos otros, no eligió esto. Fue arrastrado por la miseria, falta de trabajo que existe en nuestro país y por la desidia del Estado en el abordaje de estas situaciones”, expresaron en un comunicado de prensa.
En este sentido, Chichizola remarcó: “Es una noticia que impacta. Hasta que no haya una voluntad política real de resolver este tipo de informalidad y condiciones, no hay nada que indique que esto dejará de suceder”.
“Es algo completamente evitable lo que pasó en el basural de Pergamino, pero tiene que ver con que se involucren de verdad y que no dejen que todo esto quede en el olvido”, dijo.
Un problema de Estado
Así mismo, desde la FACCyR explican que la gestión de residuos es un problema de Estado; ya que solo en la provincia de Buenos Aires existen 200 basurales a cielo abierto. Por otra parte, denuncian que los predios del CEAMSE están saturados, por lo que el problema de la basura debe tratarse de forma urgente.
El militante de la FAACyR expresó que el foco de la situación recae en la responsabilidad política. “Tiene que ver, más que nada, con generar alternativas para que los compañeros y compañeras dejen de trabajar en el basural”, declaró. Y agregó: “no puede haber tanta insensibilidad como para decir ‘sigamos así’” .
“Es el trabajo de más de 80.000 cartoneros y cartoneras en toda la provincia -que a partir de la miseria encuentran su fuente de ingresos en la recuperación del material reciclable- lo que disminuye en más del 60% los volúmenes de residuos que se entierran y representa un servicio público para la comunidad que no es reconocido”, ampliaron desde el organismo comunitario.
Sobre esto, el referente agregó: “Se necesita un abordaje integral. Muchas veces lo que vemos es que -y Pergamino no escapa de esa realidad- se habla del cuidado del medio ambiente, se habla de ecología y los que más reciclan están jugándose la vida todos los días en una montaña de residuos”.
La urgencia de regular la actividad
Proteger los derechos de les trabajadores del reciclado es un problema que se profundizó a partir del fallecimiento de Durán. “La solución pasa por generar alternativas para que nadie tenga que trabajar en un basural a cielo abierto”, dijo. Además, subrayó: “No se necesita un mega presupuesto para resolverlo, sino un poquito de voluntad política”
En el comunicado señalaron: “Las condiciones de trabajo son pésimas y los peligros extremos a los que se exponen son múltiples: alto riesgo de contraer enfermedades, daños físicos, jornadas extenuantes, inaccesibilidad a servicios básicos, ingresos mínimos y variables por ventas extorsivas, entre tantos otros”.
Es por ello, que luchan para lograr una Gestión Social Integral e Inclusiva de Residuos Sólidos Urbanos pero para lograr esto, es necesaria una Ley de Envases con Inclusión Social. La FACCyR ya presentó este proyecto en el Congreso de la Nación.
“Como militante, uno de los objetivos es lograr esta Ley de Envases”, dijo Chichizola; pero a la vez indicó que “esta voluntad política no aparece y termina siendo muy grande poder conseguir que el Estado garantice estas cuestiones mínimas”.
¿Qué es la ley de Envases Reciclados con Inclusión Social?
Este proyecto de ley pretende responsabilizar a les que fabrican envases plásticos que lanzan al mercado y necesitan luego reciclado. De esta forma, con la «responsabilidad extendida», se fijará una «tasa de inclusión» y será destinada a fortalecer el trabajo de las y los recicladores, de diversas maneras.
Según el Centro de Estudios Metropolitanos, en Argentina se producen 15 millones de envases plásticos de bebidas por día. De esa cifra, casi la totalidad de lo descartado podría recuperarse. Sin embargo, hoy solo se recupera un 10% y es gracias a trabajo de les cartoneres.
En este contexto, el reclamo de la FACCyR para evitar que las muertes de este sector sigan ocurriendo sin reconocimiento de derechos ni marco legal que ampare a les trabajadores, es de suma importancia.