Al llegar febrero, la provincia de Corrientes se viste con plumas de colores y los carros alegóricos están listos para salir. Los carnavales son la otra parte de la expresión de les correntines, que a lo largo y ancho de la provincia despliegan su brillo y encanto. Tal es el caso de la localidad de Paso de los Libres, que año tras año deja la vara cada vez más alta en las celebraciones del Rey Momo.
En este marco, Nota al Pie habló con Ivana Domínguez, secretaria de la agrupación Zum-Zum, que en esta edición se luce con un despliegue excepcional. La representante de la comparsa que cumple 67 años de trayectoria, afirmó que “se caracteriza porque siempre se está innovando, en cualquier aspecto que sea necesario y eso marca la diferencia”.
Ser vanguardistas en todo momento
Zum-Zum es una comparsa que nació en 1955 y es una de las más importantes de Paso de los Libres. A lo largo de los años convoca a miles y miles de turistas. Además, en esta localidad correntina se encuentra el paso fronterizo con la localidad de Uruguayana, Brasil, por lo que el intercambio cultural con el país vecino es moneda corriente.
Debido a la cercanía con esta localidad brasileña, “adoptamos a una comparsa de ahí, que ya sea por los colores o por afinidad, hay una hermandad”, comentó la secretaria de la agrupación. Al respecto, agregó que “este año es muy poca la cantidad que vino de allá (de Uruguayana) pero generalmente siempre vienen y participan, al igual que nosotros en sus desfiles”.
El sambódromo Carlos “Muñeca” Da Costa consta de 350 metros en la que les comparseres dejan todo su encanto. En este sentido, desde la agrupación aseguraron que la edición de este año homenajea “al hogar de los pescadores y de la sirena solitaria que habita en sus aguas”.
Esta agrupación lleva como bandera la innovación, más allá de que siempre se tenga que pagar un precio. “Nos cansamos de perder competencias porque innovamos, y después todas esas innovaciones siempre terminan siendo parte del resto de las comparsas porque las adoptan”, explicó Domínguez.
En la edición de este año, el despliegue se corona con una carroza alegórica que representa a un águila acompañada de un colibrí, y que recuerdan la libertad y la resistencia.
Una familia numerosa
Los colores que dan identidad a la agrupación son el verde y el blanco, y las coreografías están a cargo de Fábio Da Silva Madeira. Sin embargo, es numerosa la cantidad de personas que hacen posible que Zum-Zum brille cada noche. Son casi 500 les integrantes que desfilan, y les más pequeñes tienen seis años.
Además están les colaboradores, quienes se encargan de coordinar distintos aspectos durante el desfile. En esta área son 30 personas más, y finalmente, junto a les directives y todas las personas que se encargan de la confección de los trajes y carrozas, es posible hablar de una agrupación multitudinaria.
En la actualidad, Zum-Zum cuenta con un taller ubicado en un club deportivo que los adopta como comparsa oficial. Es allí donde se producen los ensayos y se ultiman los detalles. Sin embargo, los carnavales son eventos que requieren de mucho compromiso, por lo que la joven aseguró que “este año la confección de los trajes se trasladó a la casa particular de una de las directivas, porque son muchos y son cosas que suelen costar”.
Edición 2022
Los carnavales son eventos que implican un gran despliegue logístico, y dependen de la coordinación de distintos aspectos que son ajenos a las agrupaciones. En esta edición, por ejemplo, intervino la situación sanitaria y la agenda política de la localidad.
Por este motivo, distintas localidades suspendieron una vez más la realización de sus carnavales. En el caso de Paso de los Libres, se confirmaron a fines de noviembre y las disposiciones municipales determinan la solicitud del pase sanitario o bien el PCR negativo. Asimismo, la organización interna de la agrupación también solicita fotocopia del carnet de vacunación.
Un despliegue artístico poco común
Desde la comisión directiva de Zum-Zum afirmaron que “tenemos una impronta soñadora y tratamos, en lo posible, de hacer real todo eso que nos proponemos”. Todo el armado del equipo conlleva mucho tiempo de preparación, inversión y pasión por la samba. En este sentido, Domínguez aseguró: “Nunca tuvimos límites para la imaginación, y si se puede hacer, lo hacemos. Estamos dispuestos a crecer”.
“Siempre son entre 75 y 90 días. En ese plazo se hacen todas las carrozas, se hacen todos los trajes, y todo lo que se necesita”, explicó la joven. Si bien hay un equipo artístico, aseguraron que todas las ideas son escuchadas; y se definieron como “personas autoexigentes”, por lo que tienen “un montón de ideas en carpetas que siempre las tratamos de concretar a través de los años”.
El arte de ser comparsere
Quien es comparsere entiende más que nadie lo que siente al desfilar, pero al ser una pasión es complicado explicarla. Además, esta actividad demanda mucho tiempo e inversión; y coordinarla con la vida cotidiana es un desafío. Por ejemplo, Ivana Domínguez es secretaria de la agrupación pero además es trabajadora judicial y madre de dos hijes.
“Ayer cuando terminó el carnaval, terminé a las 6 de la mañana, fui a la casa de mi mamá, busqué a mis hijos, y me acosté. Y eso era algo que es difícil porque hace como dos semanas que nos los veía más de dos horas”, dijo la joven a Nota al Pie.
Por otra parte, remarcó que en Libres todo es carnaval: “En las oficinas, en el súper, en la calle, en todos lados se habla de carnaval”. En este sentido, finalizó: “Acá se vive de una manera muy particular, porque todo el mundo conoce a alguien que desfila o que está en alguna agrupación”.
Desde Paso de los Libres, las plumas, el brillo y los colores invitan a sumarse al ritmo sin igual de Zum-Zum. Ahora la fiesta del Rey Momo se vive, y se vive a toda magia, con el carnaval más antiguo del país.