Por iniciativa de la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC), el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estableció el 4 de febrero como Día Mundial Contra el Cáncer.
Este día nació en el 2000, en la Cumbre Mundial contra el Cáncer para el Nuevo Milenio de París. El objetivo de esta fecha es promover la investigación y prevención de la enfermedad, mejorar los servicios para los pacientes, crear conciencia y movilizar a la comunidad mundial para avanzar en la lucha contra el cáncer.
Más de 10 millones de personas en el mundo mueren a causa de esta enfermedad. De acuerdo a datos proporcionados por la UICC para el 2030 los especialistas preveen que este número puede aumentar a 13 millones si no se toman medidas de prevención, detección temprana y tratamiento adecuado.
Nota al Pie conmemora este día con datos estadísticos sobre la enfermedad y testimonios de integrantes de Oncolocos (un grupo de ayuda mutua para pacientes oncológicos y familiares, creado por el doctor Mario Félix Bruno, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Álvarez, ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires).
Por unos cuidados más justos
Según datos de la UICC, más de la mitad (65%) de las muertes por cáncer ocurren en las partes menos desarrolladas del mundo. Esta desigualdad golpea con un gran impacto negativo a las comunidades rurales, indígenas, inmigrantes, personas refugiadas y de bajos ingresos.
Considerando la gravedad de esta situación, el lema de las campañas 2022-24 es “Por unos cuidados más justos”, porque el acceso equitativo a la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado del cáncer puede salvar vidas.
Qué es el cáncer
De acuerdo a la definición de la OMS, el cáncer es una enfermedad que ocurre cuando un grupo de células normales dentro del cuerpo conducen a un crecimiento anormal y descontrolado que forma un bulto al que se llama tumor; esto es cierto para todos los cánceres excepto la leucemia (cáncer de la sangre). Si no se tratan, los tumores pueden crecer y diseminarse al tejido normal circundante o a otras partes del cuerpo a través del torrente sanguíneo y los sistemas linfáticos, y pueden afectar los sistemas digestivo, nervioso y circulatorio o liberar hormonas que pueden afectar la función corporal.
Por una detección temprana de la enfermedad
Lo importante a saber de esta enfermedad es que más de un tercio de los casos de cáncer se pueden prevenir. Mientras que otro tercio se puede curar si se detecta a tiempo y se trata de forma adecuada. Por lo que es imprescindible realizar una consulta médica ante la aparición de cualquier de sus posibles síntomas.
Las causas del cáncer pueden ser múltiples; sin embargo, existen algunos factores de riesgos que se pueden controlar para contribuir a su prevención.
Algunos datos sobre el cáncer en Argentina
Según datos del Observatorio Global del Cáncer (Globocan), de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC), en Argentina ocurrieron 130.878 casos nuevos de cáncer en el año 2020. Esta cifra posiciona al país dentro de los países del mundo con incidencia de cáncer media-alta (rango 181,1 a 248,3 por 100.000 habitantes). En el año 2019 Los fallecimientos por tumores fueron 64.997 y representaron la segunda causa de mortalidad (19,02 %) con relación al total de muertes, precedidos por las enfermedades del sistema circulatorio (28,46 %) y seguidos por enfermedades del sistema respiratorio (18,14 %).
De acuerdo a la distribución de los casos según los principales sitios tumorales, los datos muestran que el cáncer de mama (con 22.024 casos) fue el de mayor magnitud en el año 2020: representa el 16,8 % de todos los casos nuevos y es el primero en mujeres. En segundo lugar se ubica el cáncer colorrectal (con 15.895 casos nuevos), representa el 12,1 % del total y, en tercer lugar, el cáncer de pulmón (con 12.110 casos nuevos), que concentra el 9,3 % del total de tumores.
Respecto de los países de América Latina, Argentina se ubica en quinto lugar en términos de frecuencia de casos, subiendo dos posiciones con respecto al año 2018.
Resiliencia a la enfermedad
En 1993 el doctor Mario Félix Bruno, al asumir como jefe del Servicio de Oncología del Hospital Alvarez (CABA), tomó como primera medida la creación de un grupo de ayuda mutua para pacientes oncológicos y familiares, conocido como Oncolocos.
“Cuando a un paciente le dan el diagnóstico de cáncer, siente que el mundo se le terminó, aunque el médico le diga lo opuesto. Al ver que quienes ya pasaron por esa situación la superaron comienza a revertir sus preconceptos”, afirma Bruno.
A lo largo de sus 29 años de funcionamiento contaron con diversas actividades, desde talleres literarios, grupos de danza, teatro, y una murga que se formó en 2005 y devino en 2009 en el actual Coro de Oncolocos.
Desde 2016 el doctor Bruno comenzó a buscar directores, con el fin de perfeccionar las técnicas musicales, y así lograr una más amplia difusión para ayudar a más pacientes oncológicos a lograr la resiliencia. Pero resultaba muy difícil que alguien sin retribución económica donara su tiempo con visión altruista. Hasta que finalmente, en 2018, llegó Florencia Titaro, cantante profesional, quien es la actual directora del coro: “Un ser humano maravilloso, que dona su tiempo para lograr mejorar las técnicas corales”.
En relación con la importancia de la actividad coral del grupo, el médico afirma que “el canto influye positivamente, porque les permite autoconocerse, desarrollando un área, como nunca lo hubieran hecho sin haber pasado por la enfermedad. Es renacer a una nueva vida”.
Julia Michelini tiene 63 años y en marzo de 2009 fue operada de un cáncer de mama. “Fui atendida en el Hospital Teodoro Álvarez, rodeada de ángeles disfrazados de médicos”, expresa.
A partir de su diagnóstico conoció Oncolocos y comenzó a participar. “Me sumé aportando mi granito de arena con la tecnología, activé Facebook, abrí Instagram, creé un mail y un canal de YouTube. Todas mis actividades en el grupo son avaladas por el doctor Bruno y por quienes me precedieron y sostuvieron a Oncolocos. Con prevención, controles, aceptación, espíritu solidario y amor salvaron mi vida. Tuve cáncer, nunca me sentí enferma”, concluye Julia.