Desde 2017 todos los 3 de febrero se celebra el Día Internacional sin Sorbete. Esta iniciativa surgió en Francia de la mano de la asociación Low Carbon especializada en promover acciones de sensibilización ambiental y ecológica para reducir el impacto del carbono en nuestra vida diaria.
El objetivo de este día es visibilizar y concientizar sobre los efectos dañinos de este producto innecesario, salvo para personas que requieren de su uso por alguna cuestión de salud o quirúrgica. De todas formas, en caso de ser de extrema necesidad su utilización, los sorbetes pueden reemplazarse por las clásicas bombillas de metal o de otras materiales menos nocivos y contaminantes.
Desde Nota al Pie celebramos este día recordando que, en medio de la emergencia climática a nivel mundial, es más necesario que nunca trabajar en crear una cultura de conciencia ambiental individual y colectiva; señalando la responsabilidad social y política de los Estados y las empresas como principales actores sociales hacia un cambio del actual modelo productivo extractivista y depredador del ambiente.
Contaminación por plástico
La eliminación del uso de pajitas, sorbetes, papotes o sus diversas variantes de nombre de acuerdo a cada país es solo el puntapié inicial de un problema aún mayor que es el consumo de plástico en el mundo, cualquiera sea su formato: bolsas, botellas descartables, packaging, etc.
Según diferentes estudios realizados por Greenpeace y otras organizaciones ambientales la principal causa de contaminación del mar y los ríos es la basura plástica. Les especialistas aseguran que más del 80% de los residuos hallados en los océanos son desechos plásticos, debido a su lento proceso de descomposición.
La importancia de las 5R y la economía circular
Rechazar, reducir, reutilizar, reciclar y reparar es la tarea para cuidar al planeta de la contaminación y con él a todas las especies que lo habitamos. De eso se tratan las 5R.
Rechazar todo aquello que este realizado con plástico u otros materiales contaminantes y no se necesite.
Reducir. En caso de que no se pueda prescindir de la utilización de estos productos, al menos intentar reducir su uso.
Reutilizar buscar sustitutos a los desechables tóxicos, que sean reutilizables como por ejemplo usar bolsas de tela en lugar de plástico.
Reciclar, cuando no sea posible rechazar, reducir o reutilizar lo importante es reciclar y encontrar o reconvertir estos productos para evitar el impacto contaminante en el ambiente.
Reparar antes de desechar un producto roto o descompuesto evaluar todas las formas de reparación posibles.
Según datos del Ministerio de Ambiente, en Argentina se genera un promedio de 45.000 toneladas diarias de residuos sólidos urbanos, lo que equivale a una tonelada de basura cada dos segundos. Por este motivo en los últimos años se viene trabajando en el modelo de economía circular, un paradigma que busca modificar la forma en que producimos y consumimos. Frente a la economía lineal de extracción, producción, consumo.
Por eso además de las 5R se fomenta el uso de la separación de residuos en orgánicos; reciclables o secos (papel, cartón vidrio, tetra, plástico, latas); y residuos húmedos (residuos higiénicos, papel, cartón mojado o sucio). Así como también en se encuentra en creciente aumento la concientización sobre el compostaje que permite reutilizar los residuos orgánicos reduciendo los desechos producidos diariamente.