El 25 de enero de 2019, Maximiliano Sanabria, padre de dos niñes, fue víctima de un siniestro vial con su motocicleta en la calle General Paz de Belén de Escobar, Provincia de Buenos Aires. En otra moto, a la par de Sanabria, iban sus amigues Belén Sabio y Franco Aguirre, que, lejos de ayudarlo, lo dejaron abandonado.
La muerte del joven de 22 años, oriundo de dicha localidad se produjo luego de que ambas motocicletas chocaran entre ellas. Sanabria cayó a la zanja, quedó inconsciente y en grave estado. Sin embargo, sus supuestos amigues, Belén y Franco quienes pudieron reincorporarse, no solo lo abandonaron sino que no dieron aviso de lo sucedido.
Un rato más tarde, un hombre que pasó por el lugar escuchó los quejidos del joven y llamó a la ambulancia, que trasladó a Sanabria al Hospital Zonal Dr. Enrique Erill de Escobar. Allí, estuvo internado en coma por más de veinte días y luego fue derivado a una clínica de La Matanza por su obra social, donde falleció después de agonizar 28 días.
En este contexto, además del abandono por parte de sus amigues, les familiares denuncian el abandono médico por parte de la obra social y exigen que les culpables paguen por el “abandono de persona”, delito que según el artículo 106 del Código Penal prevé una pena de 2 a 6 años.
En diálogo con Nota al Pie, Marisol Pomes, la madre de la víctima, remarcó que es necesario que “la justicia no siga haciendo oídos sordos”, y que “se haga presente que detrás del joven hay una familia que llora su pérdida”. En ese sentido, indicó que “no ve muchas esperanzas en el juicio próximo”, pero destacó: “Tengo unos buenos abogados que creo que me los mandó Dios, vamos a ver qué pasa, solo pido justicia y que esto no quede impune”.