Desde la comunidad del Valle de Punilla advierten que el gobierno quiere hacer en el valle una gigantesca autovía “funcional al entramado de rutas del saqueo en Latinoamérica (Plan IIRSA)”. Además, denuncian que esta es “una obra ilegal, rechazada por el 90% de la población en la audiencia pública, que destrozaría las cuencas de agua y sitios sagrados indígenas”.
En diálogo con Nota al Pie la integrante de la Asamblea de Cosquín, Adriana Arriaga contó los antecedentes de este conflicto que arrastran hasta la actualidad: “en 2017 se aprobó un proyecto para hacer el puente llamado De la Sota”. Es un puente “muy espectacular a la vista”, sobre el Lago San Roque que se terminó de construir en 2018. Viene a continuación de un tramo tipo autovía que a su vez conecta con la autopista Córdoba Carlos Paz.
“De ahí uno puede desviarse por ese tramo que se llama Variante Costa Azul. Luego atraviesa el puente De la Sota sobre el Lago San Roque y a continuación de eso, se hizo un kilómetro de autovía que venía con ese proyecto”, describió Arriaga. “Tardó más de un año en hacer ese solo km de autovía que al afectar las estribaciones de las sierras, la zona llamada Pedemontana”, agregó.
Esto significó que “hubo que hacer voladuras, sacar tierras, rellenar zonas y se afectó muchísimo el barrio La Perla del Lago; que está muy cerquita entre ese tramo de autovía y la Costa del Lago”.
De ver las sierras a ver «un paredón de piedras«
Como consecuencia, “los vecinos que antes tenían una zona tranquila y podían ver las sierras; ahora lo único que ven es un paredón de piedra”, describió Arriaga. Además, sostuvo que, “por allá arriba pasan los vehículos de la autovía, hacen ruido, se caen piedras cuando llueve, los desagües que dejaron previstos no alcanzan para que corra el agua, sino que sale por unos pocos desagües de manera torrentosa”.
Entonces es una obra que “causó mucha molestia, mucho daño, mientras se estaba haciendo y perjudicó notablemente la zona”, explicó. “Dejó la sierra pelada, rota, cubiertas de cemento en gran parte y nos muestra cómo hubiera sido si en el 2018 no nos hubiéramos opuesto al proyecto de autovía de Punilla que venía de ahí, desde San Roque”, precisó. Querían hacer hasta la Cumbre una autovía que iba por el pie de las sierras y que “iba a seguir rompiendo todo, perjudicando e interrumpiendo todos los hilos de agua que vienen desde las sierras”.
Respecto a esa obra que se presentó en 2018; hubo audiencia pública y mucha oposición popular. “Además de todos estos peligros y cómo destruirían las sierras y zonas de bosques protegidas por ley; quedó también en evidencia que pasarían por una zona donde hay un yacimiento de Uranio”, aclaró.
Esto fue en la zona de Cosquín entre el río y la base de las sierras, el barrio llamado La Mandinga o San José Obrero. “Por esta y otras cuestiones económicas, ese proyecto fue desestimado; sino todavía estarían rompiendo las sierras quién sabe cuánto habrían avanzado en estos tres años”, reflexionó.
El Plan IIRSA
Estas obras se realizan en el marco del plan denominado Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA). En la provincia de Córdoba, es un tramo de la autovía que a su vez se conecta con otras rutas para formar parte de un corredor interoceánico. “Sabemos que son rutas del saqueo para profundizar el extractivismo”, indicó Arriaga.
La activista ambiental detalló que más que “obras viales; son negociados para las mismas empresas constructoras, para funcionarios involucrados y para el negociado inmobiliario que quiere avanzar sobre la zona serrana de manera abusiva, descontrolada y no planificada”.
Además explicó que “lo que hace falta, son obras consensuadas por la población que atienden nuestras reales necesidades de agua, salud, educación, trabajo”. Respecto a estos mencionó que hay una seria falencia en todo el valle: “precisamente en estos meses tuvimos un problema de falta de agua corriente en la mayoría de nuestras localidades”. Y hubo protestas de vecines en las calles.
En una nota anterior de este medio, la asambleísta explicaba la actualidad del conflicto, donde mencionó los avances que hubo respecto a las últimas audiencias públicas realizadas en 2020 y 2021. Además denunciaron las irregularidades de los estudios de impacto ambiental presentados por lo que continuarán reclamando en la justicia.
Sobre la necesidad que se plantea para realizar la autovía, Arriaga opinó: “acá en los valles turísticos de las Sierras de Córdoba, durante todo el año nos movilizamos por las rutas habituales con las que contamos; de ciudad en ciudad, sin problemas”.
En este sentido sostuvo que “si la ruta estuviera en mejores condiciones y ,aquí en Punilla, si el tren estuviera nuevamente en funcionamiento desde Córdoba a Cruz del Eje como fue en un tiempo con horarios de pasajeros y de carga, las rutas estarían incluso más descongestionadas”. La asambleísta cuenta que algunos días al año y en algún horario pico hay congestión de tránsito, “nada que no se pueda solucionar con alternativas más económicas que hacer una nueva ruta”.
Convocatoria a la caminata
Desde la comunidad de Punilla y alrededores convocaron a la Decimocuarta caminata plurinacional por el Agua, la Tierra y la Vida; que se realizará el 29 de enero próximo. Son actividades que siempre convocan a asambleas socioambientales, a comunidades originarias, gremios, grupos culturales, entre otras organizaciones. Mucha gente de Punilla y de las zonas vecinas y de todo el país.
Sobre estas caminatas Arriaga contó que “siempre se unen con consignas que se acuerdan entre la gente que organiza”. Y continuó: “Siempre hay mucha alegría, música, performances y grupos de músicos que van caminando con vecinas y vecinos”.
La marcha no es muy larga, es entre las dos plazas de Cosquín; desde la Plaza del Folclore hasta la Plaza San Martín. “Con algún momento que nos detenemos y suele terminar con la lectura de documentos, algunas canciones; pero es muy vistoso, muy numeroso, ayuda a visibilizar todo esto”, aclaró. “Confiamos en que este año va a ser realmente muy concurrida esta caminata”, expresó.
La asambleísta recordó que “en 2016 y 2017 las caminatas tenían principalmente la motivación de la lucha por la protección del Monte; contra de intentos de los lobbys del agronegocio de achicar todavía más y hacer más flexibles todavía nuestras leyes de protección de bosques”.
Ya en el 2018 se realizó el «Punillazo», la oposición a la autovía por la montaña. Y en 2019, 2020 contra proyectos ecocidas en general y reclamando por el agua. En la actualidad, desde el 2021 reclaman por el agua y también contra el proyecto ecocida de autovía de Punilla y de Paravachasca. El lema principal que sostienen es: «El agua que nos falta es el monte que destruyen- el extractivismo mata”.