La música popular Argentina, dominada por diferentes improntas y estilos propios de cada región, ha experimentado un mayor auge en la década del 60 y principios de los 70, con la aparición del denominado Rock nacional. Este sonido caracterizado por poseer letras en español y un ritmo propio, al mezclar los sonidos beat propios del rock n roll norteamericano e incorporando variantes rítmicas propias del folklore local, tuvo una rápida aceptación.
La contracultura emergente en los jóvenes de aquellos años, en un periodo dominado por el hippismo y las liberaciones sexuales, le dieron a este ritmo en particular una mayor fuerza y una gran concentración de artistas. Entre los principales músiques en ascenso, se encontraba un guitarrista cuya poesía caracterizaría esta etapa primigenia del rock argentino: Luis Alberto Spinetta.
En esta jornada que se celebra el Día del Músico, en coincidencia con el natalicio de este recordado artista, Nota Al Pie repasa brevemente los hechos más trascendentales de Spinetta durante su recorrido musical.
Inicios
Luis Alberto “El Flaco” Spinetta se metió en la música desde chico, alentado por su familia. Su padre, que era cantante de tango amateur, y sus tíos, que trabajaban en el sello Columbia, lo pusieron en contacto con los nuevos ritmos mundiales, en especial con el rock.
En 1964, con 14 años, participó del programa Escala Musical, que transmitía Canal 13, y obtuvo el segundo puesto. El dinero que ganó lo usó para comprar una copia del álbum Beatles for Sale, de The Beatles, que lo marcó.
Junto a sus compañeros de colegio, Spinetta formó su primera banda: Almendra. En 1969 sacaron su primer disco, que incluyó temas como “Ana no duerme”, “Plegaria para un niño dormido” y “Muchacha (ojos de papel)”, que con el paso del tiempo se convirtieron en clásicos. Este disco fue considerado el más influyente en la historia del rock argentino. La banda se disolvió después de sacar su segundo disco. Luego de esto, Spinetta se fue a Francia.
Pescado Rabioso, Invisible y su etapa como solista
Spinetta volvió de Europa y en 1971 formó Pescado Rabioso, que se disolvió en 1973. Su último álbum, Artaud, es uno de los más recordados en el género y marcó una época.
A continuación, Spinetta armó Invisible, junto a Carlos Alberto «Machi» Rufino y Héctor “Pomo» Lorenzo. Luego se sumó Tomás Gubitsch. Dejaron tres discos: Invisible, Durazno sangrando y El jardín de los presentes.
La disolución de Invisible significó el comienzo formal de la carrera solista de Spinetta, que lanzó A 18′ del sol en 1977. La carrera solista toma vuelo internacional con el proyecto de grabar un disco en Estados Unidos gracias al apoyo del tenista Guillermo Vilas.
En 1980 Spinetta volvió a juntarse con los integrantes de Almendra y, de forma paralela, creó el grupo Spinetta Jade. A partir de ese momento destacaron sus trabajos en solitario como Privé, La la la (1986), Téster de violencia (1988), Exactas (1990), Piel de piel (1990) y Pelusón of milk (1991), con los que logró ser el Mejor Disco del Año.
En 1994 formó Luis Alberto Spinetta y los Socios del Desierto y tuvo enfrentamientos con las compañías discográficas. Editó un disco doble titulado Spinetta y los socios del desierto. Este trabajo triunfó. En marzo de 1996 saldó “una vieja deuda con el público”: tocar gratis y al aire libre en los bosques de Palermo.
Show homenaje y últimos años
Spinetta repasó su obra en el imponente show del 4 de diciembre de 2009 en la cancha de Vélez. Spinetta y las Bandas Eternas se extendió por cinco horas, con todos los músicos que lo acompañaron desde Almendra en adelante.
Los últimos conciertos, mientras luchaba contra el cáncer de pulmón por su adicción al tabaco, fueron en Chile en diciembre de 2010 y en el festival Cosquín Rock 2011.
El Flaco hizo pública su enfermedad en diciembre de 2011 a través de una carta. Falleció dos meses más tarde, a los 62 años, en su casa del barrio porteño de Villa Urquiza.