La pandemia trajo consigo, entre tantas cosas, un mayor interés por la cuestión ambiental. De esta forma, hubo quienes comenzaron a involucrarse en esta materia; y, por su parte, quienes ya tenían alguna relación con el tema, empezaron a organizarse. Es el caso de Ituzainguenses por un Ambientalismo Popular (IAP), un espacio de Ituzaingó, en la zona oeste del Gran Buenos Aires, que reúne a cooperativistas, profesionales y aficionades.
Su objetivo es difundir y lograr en el distrito un ambientalismo popular, acompañado de la generación de unidades de producción cooperativas que funcionen como una fuente laboral para sus integrantes. En este sentido, IAP cuenta, desde diciembre pasado, con su propio lugar físico ubicado en Cerrito y Rivera, en el Barrio Pintemar; y destinado a ser un espacio productivo.
La coordinadora de este grupo, Luz Barreto, contó a Nota al Pie que la inauguración del sitio “implica un enorme avance”. Con respecto a las actividades que realizan allí, explicó que la idea principal es impulsar a las cooperativas de trabajo con un eje ambiental.
“En principio estamos funcionando con tres proyectos productivos: cerámica, textil y cosmética artesanal, y buscamos ampliarnos cada vez más”, detalló la joven. Además, sostuvo que “la inversión de tiempo, energía y decisión política tiene que estar abocada a generar estos lugares que tienen su eje en ideas y objetivos claros”.
Así, desde IAP proponen llevar de la mano la promoción del ambientalismo popular y el impulso a las cooperativas. Al respecto, Barreto comentó: “Creemos que otra forma de producir es posible dentro de este sistema, que se ha demostrado destructivo para con determinados sectores”; y agregó que harán hincapié en el crecimiento de las unidades productivas y de IAP junto con la comunidad.
Una mirada integral
Desde IAP explican que el ambientalismo popular parte de considerar al movimiento ambiental como una forma de entender el mundo, por lo que la vida humana es concebida como parte del ambiente. En este sentido, se tienen en cuenta todas las variables que la atraviesan y se trabaja para mejorar su calidad: el acceso a los servicios básicos, así como a una alimentación y un hábitat saludables.
A su vez, se trata de un ambientalismo “popular” porque entre esas variables que atraviesan la vida humana, se encuentra el sistema productivo y laboral. De esta manera, realiza una crítica constructiva al régimen tradicional y propone otras formas de producción y trabajo.
Por estos motivos, IAP considera que el vínculo con la comunidad es esencial. “Todos los días se acerca gente nueva a preguntar por el espacio, qué actividades tiene, en qué pueden participar”, contó Barreto.
En este sentido, agregó: “Es muy interesante porque nosotras estamos muy atentas a lo que nos dicen ya que de ahí relevamos intereses y demandas del propio barrio”.
Además, la joven remarcó que “jamás un espacio de esta índole puede estar desconectado de quienes componen la comunidad”; y contó que se acercaron personas de diversas edades, interesadas tanto por la parte ambiental como por las unidades productivas.
“Por suerte se viene dando de forma muy fluida y con mucha buena onda, es un barrio de familias trabajadoras y eso se nota y nos alegra porque es el objetivo principal”, celebró.
Una invitación a ser parte del ambientalismo popular
Como parte de su inserción comunitaria, la organización ituzainguense realiza diversas actividades, desde charlas y talleres hasta el desarrollo de huertas agroecológicas comunitarias en distintos puntos del distrito.
Por ejemplo, han realizado huertas en la Estación Experimental Agropecuaria Área Metropolitana de Buenos Aires del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA AMBA); en el Hospital del Bicentenario de Ituzaingó; y en establecimientos educativos. Además, con el comienzo de este año realizaron una nueva convocatoria para participar de sus huertas comunitarias.
A casi medio año del surgimiento de IAP, su coordinadora consideró que “hay mucho crecimiento interno y externo”. En ese desarrollo, la inauguración del espacio propio juega un papel importante: “Nos permitió afianzarnos sobre los que ya estamos, y proyectarnos sobre a quienes queremos llegar”, explicó la joven.
Además, contó que en este tiempo pudieron articular con diferente actores del distrito; y agregó: “Creemos también que podemos ser un lugar de referencia para una temática que necesita ser más desarrollada, la del cooperativismo, asociativismo, que analice la sociedad y ofrezca una propuesta acorde, y no al revés”.
Este planteo tiene en cuenta tanto a las personas con las que trabajan como a la comunidad del barrio en el que está inserto IAP. “Mirando la situación económica actual y la historia de nuestro distrito y del país en general, claramente lo mejor que podemos ofrecer es un espacio productivo y de trabajo”, aseguró Barreto.
Sobre ese eje, remarcó que “no se cambian las cosas si nunca proponemos algo superador, y la cuestión laboral viene muy golpeada”. En este sentido, comentó: “Hay mucho por hacer, por llevar adelante y eso es lo más lindo, que se muevan las piezas con ideas claras”; y adelantó que el 2022 estará “repleto de proyectos”.