Este martes, tras más de 60 días de resistencia, les trabajadores de Winner llegaron a un acuerdo con los dueños de la histórica panadería del barrio de Recoleta. Miguel Angel Villafañe, delegado gremial de la panadería por el Sindicato de Trabajadores Pasteleros (STPSSRCPHyA), explicó que el arreglo producto de las negociación gremial “fue satisfactorio para todos los trabajadores”.
“Estamos cansados pero espiritualmente fuertes porque vinimos a hacer un reclamo de orden moral y sobre todo económico, porque somos gente trabajadora y nos cercenaron los derechos desde el momento en que empezaron a pagarnos mal”, contó este lunes Villafañe, quien trabaja en Winner hace 21 años, cuando Nota al Pie visitó el lugar.
Las 16 familias que dependen del trabajo, desde finales de octubre y ante rumores y evidencias de cierre, estuvieron en las instalaciones de la panadería exigiendo que no se les nieguen sus derechos laborales. Las irregularidades habían surgido hace años y, según denunciaron les trabajadores, fueron planificadas. “Si no fuese por el apoyo sindical es imposible llevar adelante una demanda de este tipo” sostuvo Villafañe.
Resistencia y organización
En la misma semana en la que se dio a conocer públicamente que el ex Ministro de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, Marcelo Villegas, deseaba tener una Gestapo para terminar con los gremios; les trabajadores de Winner llegaron a un acuerdo después varias negociaciones con los dueños de la panadería de Recoleta y con un proceso de organización y resistencia en la espalda.
Villafañe explicó que el conflicto no fue “de un día para el otro” y que se inició mucho tiempo antes: “alrededor del 2016 empezaron a pagar escalonados y a retrasarse”. En ese sentido agregó que “ese retraso aparentemente estaba pensado, porque querían licuarse toda la deuda que tenían con nosotros”. La falta de pagos en materia de salarios, vacaciones, aguinaldos y obra social fueron moneda corriente en Winner.
Según dijo el maestro pastelero, en las primeras instancias de diálogo con los dueños de la panadería,“se hicieron ofertas que no tenían nada que ver con la realidad” y que en los reclamos “no pedimos cosas descabelladas o cosas que no nos corresponden, sino derechos adquiridos”.
El trabajador de Winner desarrollo que “en Argentina tenemos un sistema laboral bastante fuerte” y que el proceso de organización y resistencia pacífica que llevaron adelante “no es una cuestión de capricho sino de lucha verdadera por reclamar nuestros derechos: primero que nada, queremos que nos paguen lo que nos deben”, había adelantado.
“Vos vas a trabajar a cualquier lado y lo que pretendes es cobrar por tu esfuerzo y dedicación”, sostuvo Villafañe. La instalación en el lugar, durante más de 60 días, fue en respuesta a ese pedido y en defensa de las fuentes laborales, pero también la alternativa frente al desamparo de una justicia que, en palabras de Miguel, “a veces es muy lenta”.
Solidaridad y comunidad
“Si no fuese por el apoyo sindical es imposible llevar a cabo una demanda de este tipo” dijo Villafañe. Desde el Sindicato de Trabajadores Pasteleros asistieron a las familias, en las que existen personas con enfermedades oncológicas o coronarias, con medicaciones y, a su vez, con bolsones de alimentos desde el inicio del conflicto.
Sin embargo, más allá de la organización gremial, les vecines de Recoleta también acompañaron el proceso de lucha de les trabajadores de la panadería: “Nos dio una gran alegría nos vean con la lógica del reclamo” explicó el delegado. En este sentido agregó que “la solidaridad de la gente fue muy buena” y que, en parte, se debe al reconocimiento del trabajo que realizaron durante muchos años en el barrio porteño.
La defensa de los derechos laborales que llevaron adelante les trabajadores de Winner resulta un ejemplo claro de la importancia de los procesos de organización colectivos para defender históricas conquistas del movimiento obrero. El tejido social, tan roto por las políticas neoliberales de los años 90, también se recompone un poco más con las expresiones de solidaridad comunitaria que se expresaron en su lucha.