El artista Lee Bermejo ya era aclamado por su miniserie Lex Luthor: Man of Steel (2005) y su cruda Joker (2008), ambas en compañía del escritor Brian Azzarello. En 2011, decidió adaptar Un Cuento de Navidad en lo que se conoció como Batman Noël, donde el personaje de Batman se asociaría al de Scrooge (protagonista de Un Cuento de Navidad)
Para este trabajo, Bermejo se valió de toda su habilidad, no solo como dibujante, sino también como guionista. Lo realizó acompañado por Barbara Ciardo, quien aportaría el color a la obra.
Personajes navideños
Cuando uno piensa en cuentos navideños, algunos nombres saltan directamente a la mente. Primero y principal, el icónico “Papá Noel”. Pero, al consumir material televisivo desde temprana edad, pueden surgir otros: como El Grinch y Scrooge -este último creado por el renombrado Charles Dickens en Un Cuento de Navidad-.
En Un Cuento de Navidad (A Christmass Carol) nos encontramos a Ebenezer Scrooge, un empresario viejo y depresivo que odia la navidad. En esta historia recibirá la visita de diversas apariciones que lo harán reflexionar sobre su vida, y sobre cómo llevarla hacia adelante.
Dickens se distingue en su estilo por llevar adelante una crítica social intensa, donde ricos se separan fuertemente de los pobres. Y, el que queda por debajo, sufre lo peor que el sistema puede ofrecer. Esta crítica social nos permite remitirnos a un mítico cómic: ¿qué ambiente refleja esto mejor que Gotham City (Batman)?
La historia de Batman Noël
Batman Noël comienza como un cuento con un narrador omnisciente que relata una historia que su padre le contó sobre un viejo llamado Scrooge. Mientras, vemos a Batman corriendo y saltando por las azoteas de Gotham durante una nevada noche de invierno.
La acción encontrará al murciélago con Bob. Este es un hombre del cual Batman sospecha que trabaja para Joker, por lo que es el único que puede llevarlo hacia él. Bob se lleva un susto de muerte con el encuentro y huye a su casa. Allí, su hijo Tim lo espera con un árbol de navidad hecho con una planta muerta y adornos muy rudimentarios.
Con el paso de las páginas, descubriremos que el Scrooge al que el narrador se refiere es al mismísimo Batman. Esto por su posición de personaje que se sitúa sobre todos: alguien con una determinación implacable que no cejará ante nada para conseguir lo que quiere. Sin embargo, Bermejo vuelve vulnerable al murciélago mostrándolo completamente enfermo.
Las diferentes apariciones, o fantasmas, que se le aparecerán a Batman serán: Catwoman, trayendo recuerdos del pasado y de cómo Batman solía ser diferente en sus comienzos; Superman, que mostrará la verdad sobre el presente, llevando al encapotado a descubrir la verdad sobre Bob junto a su hijo Tim; y, por último, una aterradora visión.
Joker se hará presente en el momento de mayor desesperación, y Batman, que queda completamente inconsciente, tendrá una visión de su propio legado. Bermejo enfatiza esto haciendo que el Príncipe Payaso del Crimen entierre vivo a su oponente, y así creará imagen del concepto de muerte y resurrección.
Lee Bermejo logra adaptar cada elemento de la mitología de Batman al cuento de Dickens con facilidad. Su arte transmite la oscuridad que el escueto texto ya no tiene necesidad de ilustrar, aprovechando el arte gráfico a su ventaja. La forma en que se resuelve la trama con Bob y su hijo Tim es propia de una moraleja navideña, al conocer la verdadera identidad del narrador.